" Los secretos de una Bestia " ||1er Libro ✔️

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Los gemidos y jadeos de Víktor perforaban sus tímpanos, su respiración irregular y profunda, las maldiciones y ruegos que salían de sus labios, todo, la estaba agobiando.

En ese instante no le importó que tuviese un arma, no le importó que su vida universitaria se convierta en un infierno después de esto, pero no lo soportaba más.

Con su visión borrosa por las lágrimas y si a eso le sumamos que no tenía sus gafas, se le dificultó encontrar donde estaba su mochila.

No sé de dónde reunió toda la valentía necesaria para como una loca desesperada empujar el cuerpo jadeante de Víktor logrando que la dejara en libertad, lanzarse hacia su mochila y salir despavorida de ese horrendo lugar.

- Riddell!!!!

Gritó o más bien gruñó su nombre desde lo más profundo de su garganta, pero nada le importó a Lucía, nada haría que se detuviera y afuera capturada por él.

Secó sus lágrimas mientras sollozos sonoros abandonaban sus labios secos. Bajó las escaleras como alma que lleva el diablo, habían un grupo de alumnos charlando en una esquina apartada del pasillo.

Estaba sola en ese lugar, no le podía pedir ayuda a nadie, y si se la pudiera nadie la ayudaría de solo escuchar el nombre de Víktor.

Miró hacia atrás asustada de que la estuviera persiguiendo. Cayó de nalgas en el suelo al sin percatarse chocó contra alguien.

- Mira por donde vas!!!

Exclamó molesta, alzó la mirada encontrándose con la persona menos indicada. La pudo reconocer por ese piercing en la ceja y labio, mirada esmeralda enojada característica de ella.

Inconfundible.

Mina Hogredy

Su presencia hace temblar a cualquiera, es la típica chica solitaria que de solo mirarla sabes que es peligrosa.

Unos fuertes pasos provenientes de la escalera alarmaron a Lucía, es él. Miró suplicante por ayuda a la enojada chica, sus lágrimas salieron una vez más.

- Por favor.... ayúdame - rogó

- Maldita sea! - exclamó cabreada con ella misma - no lo puedo creer...

Mina agarró su brazo con mucha fuerza a la vez que tiraba de ella hacia una puerta que de una patada logró abrir.

La empujó dentro de esta mientras la cerraba a sus espaldas. Todo estaba oscuro, no se podía ver nada, Lucía tropezó con unos palos causando ruido.

- Puedes quedarte quieta de una puta vez! - gruñó molesta

- Lo siento - susurró

Observó a su alrededor con la poca iluminación que había y con su visión borrosa prácticamente no veía nada pero el olor a humedad le hizo saber que este era el cuarto de limpieza.

- Ya no hay peligro, parece que se fue - la miró - de quién huías con tanto desespero?

- Gracias por ayudarme - le agradeció de todo corazón - y bueno...eso es una larga historia...

- No te pregunté la historia sino de quién huías? - reviró los ojos

Lucía jugó con sus manos - de Viktor Vinogradov - susurró

- Que!! - exclamó asombrada

Lucía cerró los ojos asustada ante su grito.

- Como carajo se te ocurre meterte con él, y nada más él!!

- No me metí con él...todo fue un malentendido - susurró - nada más...

Mina llevó su mano a su frente mientras maldecía en voz baja.