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Ese día fue el peor de su vida, fue el hazmerreír de toda la universidad, Lucía no sabía que le sucedía a su cuerpo y mente, pero cada vez que tenía a Víktor así de cerca comenzaba a asfixiarse, se sentía mareada por su cercanía, como si una droga abundara en su cuerpo.

Después de que Víktor la dejara sola en las duchas y saliera como un caballo de los camerinos, a los pocos minutos ingresó una molesta Mina capaz de abofetear a cualquiera que se le pusiera en frente.

Después de soltar todo tipo de maldiciones e insultos, diciéndole que era una ingenua, una ilusa por confiar en su prima que nunca cambiará, en fin, después de todo eso sacó a Lucía de allí con todas las miradas y risas de los alumnos puestas en ellas.

Era una estúpida por confiar en en su prima...y en él.

El frío calaba sus huesos, aunque ya había menos aún se podía sentir aquel aire gélido soplar congelando toda su piel, haciendo que temblara de vez en cuando.

Lucía debía de admitir que se sentía destrozada, es como ella decía, era muy débil de sentimientos, por todo lloraba o se ponía sentimental.

Bastó unos minutos para estar frente a su casa, pensó que solo su amiga la dejaría allí, pero al ver como Mina salía del auto y se dirigía hacia la puerta del copiloto y ayudarla a salir.

- No puedo dejarte sola ni un minuto que enseguida sales lastimada! - gritó mirándola

- Lo siento - susurró arrepentida

- Lo siento - la imitó - no tienes que sentir nada joder solo....defiéndete por una vez en tu puta vida.

Lucía bajó la mirada hacia sus pies avergonzada, parecían madre he hija regañándose. La mano de Mina se colocó en su hombro en modo de abrazo mientras avanzaban hacia la puerta principal.

Lucía buscó como loca su mochila pero no la encontraba, su mirada viajaba de un lado a otro pensando en donde la había dejado, si la había perdido estaba muerta...allí estaban las llaves!

- Buscabas esto. - expresó su amiga

En su brazo alzado, en su mano sostenía su mochila, un alivio muy grande recorrió el cuerpo de Lucía, no sabía en qué momento había cogido su mochila pero no sabía cuánto le agradecía que lo hubiera hecho.

- Gracias - agradeció

La tomó cuando Mina se la extendió, abrió el zipper pequeño donde habitualmente colocaba la llave y efectivamente allí estaban.

Una vez abierta la puerta ingresaron, el silencio era evidente, su madre aún no había llegado del trabajo. La puerta fue cerrada por Mina quien siguiendo los pasos de Lucía se dirigieron hacia su habitación.

- Ahora vuelvo traeré galletas - sonrió

- Como puedes sonreír en una situación cómo está?....eres increíble - agregó su amiga

Lucía sonrió por última vez para después bajar a por las galletas, no pasó ni cinco minutos cuando ya estaba de regreso con un plato con dichas galletas.

- Aquí están - dijo feliz brindándole una

Dejó el plato frente a Mina mientras veía como dirigía una a su boca.

- Puede que no sean las mejores pero las hice de todo corazón de verdad....- expresó esperando que a su amiga les gustaran.

- Están perfectas. - la miró sonriente

Lucía le sonrió agradecida, le había alegrado que le gustaran.

- Tal vez les regale unas a Víktor en agradecimiento por ayudarme...- planteó

- No te atrevas - le reprochó - aléjate de ese chico no te conviene... - expresó molesta - hazme caso....

- No quiero nada con él solo quiero agradecerle por ayudarme...- la miró suplicante

- Hazme caso - dijo seria - mientras más lejos estés de ese tóxico mucho mejor.

Lucía dejó el plato sobre el escritorio a la vez que ingresaba al baño por una toalla, necesitaba secar su cabello antes de atrapar una neumonía.

Volvió a su cuarto donde quedó boquiabierta al mirar el panorama. Su amiga Mina se había comido todo el plato de galletas, por lo visto si que estaban buenas.

- Te gustaron las galletas - se sentó a su lado

- Deliciosas - se lamió los dedos haciéndola reír.

- Puedo pedirte un favor? - pregunté tímida

- Claro!...lo que sea. - le prestó toda su atención

Inhaló una bocanada de aire antes de soltar la locura más grande de su vida, sabía que estaba cavando su propia tumba pero por lo menos debía intentarlo...no?

- Podrías ayudarme a escoger una ropa para esta noche? - cerró los ojos esperando lo peor.

- Que!! - dijo escandalizada - a donde se supone que vas esta noche?

- Yo...solo...- tartamudeó - solo...ir a una fiesta - susurró

Hubo un silencio de momento, eso ponía nerviosa a Lucía de sobremanera. Miró a su amiga ansiosa esperando por alguna respuesta o reacción de su parte.

- No irás a esa fiesta y es mi última palabra. - negó

- Por favor - rogó - nunca he ido a una y solo.....solo tengo curiosidad...

No podía decir que había sido obligada por su prima y amenazada por Viktor, allí si que estaría tres metros bajo tierra.

- Puedes ir a cualquier fiesta menos a esta!! - negó - no estás capacitada para enfrentar ese sucio y morboso mundo...

- Pero tú irás....- susurró

- No es lo mismo - la miró - yo estoy podrida, he visto y hecho de todo en esta vida...cosas que no imaginas...y en cambio tú...ni siquiera has tenido sexo - negó - serías carne fresca para ellos, un nuevo ganado que ruega ser marcado....

- Por favor Mina...prometo ser obediente y no me separaré de ti en ningún momento....

Lucía se arrodilló ante ella juntando su manos a modo de rezo mientras la miraba con ojos de cachorro abandonado.

Un sonoro suspiro de resignación fue expulsado de los labios de Mina a la vez que asentía lentamente.

- Está bien...

- Siiii!!!! - exclamó feliz

- Pero...- detuvo su festejo

Toda felicidad abandonó el cuerpo de Lucía en cuanto escuchó sus peros, de seguro pondrá alguna regla inquebrantable imposible para ella.

- Pero?? - prosiguió

- Por nada del mundo te acerques a Viktor - dijo seria - se que es irresistible y todo pero...no te acerques a él.

Lucía la miró por unos minutos antes de asentir feliz mientras se lanzaba hacia Mina y le daba un fuerte abrazo siendo correspondido enseguida.

- Eres la mejor Mina - la miró - por eso te quiero tanto - sonrió - y lo digo de todo corazón...

Esas simples palabras agitaron de sobremanera el frío corazón de la contraria, creando una serie de sentimientos que ella pensó que estaban enterrados en lo más profundo de su alma.

- Yo también te quiero Luci...ahora ve a bañarte - le dio una nalgada - tengo que hacer mucho trabajo contigo...

- Está bien - sonrió mientras ingresaba al baño - gracias Mina!!!

- Nos espera una larga noche...






Continuará....

" Los secretos de una Bestia " ||1er Libro ✔️Where stories live. Discover now