" Los secretos de una Bestia " ||1er Libro ✔️

26 (✔️)

Lucía solo podía sentir su agitado corazón en el Un mechones de su rostro, la solitaria calle era iluminada por la luna llena, Lucía tragó en seco cuando sintió unas ramas crujir por el sendero del bosque.

Alguien la estaba observando....

Se sintió acosada y observada, su cuerpo tembló del miedo, se quedó quieta con el pánico a flote cuando sintió unos fuertes pasos por el asfalto de la calle, se abrazó a si misma, las lágrimas se deslizaron por sus mejillas cuando aquel ser se acercaba cada vez más a ella.

Su mente le dictaba que se moviera, que corriera y escapara del peligro, pero su cuerpo no obedecía las órdenes de supervivencia, una fuerte respiración acompañado de una risa burlona hizo eco en el silencio de la noche creando un tenso ambiente.

Los cuervos volaron de las copas de los árboles alejándose del estruendo y peligro del lugar, un fuerte grito de miedo y agonía escapó de los labios de Lucía cuando un fuerte ruido impactó justo al costado de sus pies, le habían disparado...justo al lado.

El individuo que ella desconocía estaba armado, lo pudo confirmar cuando sintió el fuerte disparo justo a su lado, y fue como un click en su mente para que su cuerpo se moviera por sí solo y comenzara a correr...adentrándose en las profundidades del denso bosque.

Algunas ramas golpeaban sus brazos y rostro, Lucía cómo pudo las fue esquivando a la vez que cubría su rostro con sus manos para así evitar el impacto de las ramas que sobresalían de los árboles, estaba agitada, llorosa, de sus secos labios escapaban quejidos de dolor y angustia, continuó corriendo en línea recta todavía oyendo aquella respiración sobre su nuca...unas raíces que sobresalían en el sendero la hicieron tropezar haciéndola caer contra la humedad tierra.

Su llanto cada vez se hizo más fuerte debido al dolor, se había torcido el tobillo, el dolor era intenso, no comprendía como todo esto le pasaba a ella, había asesinado a un hombre...a un hombre.

- Dios - exclamó en llantos - no puedo más....no puedo....

Como pudo se fue levantando del suelo bajo quejas que salían de sus labios, ya no podía continuar con su rito debido al dolor en su tobillo, tuvo que sujetarse de los troncos de los árboles para continuar avanzando, no sabía hacia donde estaba yendo pero mientras estuviera lejos de aquel psicópata mucho mejor.

No sabía cuántos minutos había estado caminando y cada paso que daba eran como mil cuchillas apuñalando su herido tobillo, alzó su agotada mirada al frente...una débil sonrisa se asomó en sus agrietados labios cuando pudo observar una rústica casa de campo en la distancia...a unos cien metros de ella.

Con pasos lentos pero constantes se fue acercando a dicha casa, las luces del porche estaban encendidas por lo que dedujo que había alguien en el lugar, por fin podía pedir ayuda, podía escapar de esa pesadilla, pudo observar que las compuertas del mismo estaban abiertas.

Tan solo quedaban unos pasos, escaló las escalerillas del porche más perdió el equilibrio cayendo de bruces, había resbalado con algo, sus manos apoyadas sobre el suelo...pero había lago más...algo más viscoso y pegajoso.

Un relámpago alumbró la oscura noche por instantes relevando el contenido de aquel misterioso líquido. Los ojos de Lucía se abrieron con horror cuando observó sus manos manchadas...de sangre..había sangre por toda la entrada del porche..era horrible.

Lucía levantó la mirada asustada cuando sintió la presencia de alquilen a tan solo unos pasos de ella, su mirada se fue elevando en cámara lenta, la sangre se escurría por los escalones, unos caros zapatos negros de hombre fue lo segundo que captó su mirada, Lucía desvío su atención hacia espaldas de esa persona solo para darse cuenta que en el interior del porche habían unos cuerpos mutilados ya sin vida, Lucía tragó grueso al ver tan escalofriante escena..fue en ese momento cuando sintió el verdadero terror.

Su mirada se fue elevando lentamente en aquel hombre desconocido que tenía ante ella, sabía que este era su final, así era como moriría sin ningún motivo aparente, sus ojos dieron con un pantalón de cuero negro en el cual podía jurar que estaba húmedo y no por la llovizna, una camiseta que una vez fue blanca ya que habían grandes manchas de sangre sobre esta.

El hombre sostenía un cuchillo de carnicero en sus manos dando más horror y tensión a la situación, sus ojos se nublaron de repente cuando a sus fosas nasales llegó un aroma a tabaco, vodka y pino todo eso mezclado, solo había una persona en el mundo que tenía ese aroma.

Con rapidez alzó la mirada nerviosa, gotas de sangre adornaban su rostro con una sonrisa sancarrona, agitaba el cuchillo de una mano a la otra, como si estuviera jugando con el, observaba desde arriba el desastre de persona que tenía ante él... allí tan rudo e impotente se encontraba Víktor.

- Te dije que no salieras del auto.... Lucía

Las lágrimas se delizaron una vez más por su rostro, estaba aterrada, sentía impotencia en su cuerpo, tener ante ella a ese loco psicópata y no poder hacer nada.. porqué?...por que era una cobarde.

Retrocedió su cuerpo desde el suelo intentando alejarse de él lo más que pudiera, podía escuchar las pisadas de Víktor acercándose a ella cada vez más.

- Víktor por favor....- rogó débilmente - te lo suplico

- Sabes Lucía - se agachó para quedar a su altura - te he subestimado...lo admito - sonrió - eres una luchadora y quiero jugar un juego contigo...quieres?

- No quiero jugar nada!!! - gritó horrorizada - estás loco...eres un maldito enfermo psicópata!!!

Aprovechándose de un descuido de Víktor pudo levantarse y por lo menos intentar correr de vuelta al bosque, al menos lo intento con su pierna malherida, cada paso que daba sentía que podría caer y quedarse allí a esperar su muerte.

Pero no quería morir...no podía morir tenía que luchar...y lucharía por su vida.

Víktor la observaba alejarse de a poco, se levantó incorporándose a la vez que hacia sonidos con su boca de negación, llevó su mano a la parte trasera de su pantalón sacando el arma, no le tembló la mano cuando le apuntó a su mate listo para dispararle...estaba muy dispuesto a hacerlo por tal que no se alejara de él.

- Me pregunto hasta donde llegarás - sonrió - sin las dos piernas ......

Continuará......