24 (✔️)

8.7K 442 24
                                    

El sonido de las manecillas del reloj retumbaba en la habitación, un gran ejemplar de la época victoriana, muy pocos quedaban en el mundo, una gran alfombra persa se hallaba en el centro de la recámara, una estantería llena de libros a un costado justo al lado del gran ventanal, el entorno era sencillo, varios cuadros en la pared de estilo costoso, una mesa de cristal con varios alimentos sobre esta y no podía faltar la cama king estilo princesa.

Todo parecía sacado de un cuento de hadas.

Sino fuera por la situación en la que se encontraba.

Su cabello azabache estaba regado sobre la almohada, su cuerpo descansaba plácidamente recuperándose de los horrendos acontecimientos de la noche anterior.

Su respiración era calmada, relajante, sus ojos se fueron moviendo despertando de a poco.

Estaba desorientada, no sabía dónde estaba, y lo sucedido anoche le parecía sacado de una película de terror, todo era casi borroso para ella.

Se incorporó sobre la cama masajeando su cabeza, su mirada se dirigió hacia uno de sus brazos..donde un equipo de venoclisis adaptado a ella cumplía su función de hidratación.

Sus ojos se abrieron como platos presa del pánico, con desesperación lo arrancó de su brazo brotando la sangre enseguida, quitó la sábana de su cuerpo incorporándose en el suelo.

Un leve mareo se apoderó de ella pero lo ignoro, con su mano ejercía presión en el lugar donde una vez estuvo el equipo de venoclisis para detener el sangrado, el sonido de la puerta siendo abierta la alertó.

Por ella ingresó una mujer mayor con ropajes de sirvienta, su decaída mirada se encontró con la suya manteniéndola firme.

Los nervios de Lucía se dispararon cuando su mirada recayó en la puerta entreabierta que la mujer había dejado justo antes de entrar.

Su mente maquinó un sin fin de situaciones de escape que podría efectuar pero sin duda alguna tomaría la más fácil y menos arriesgada para ella, simplemente quería alejarse de él.

No sabía si él estaba en la mansión o si había salido, tal vez se estaba precipitando mucho al querer escapar en un terreno desconocido para ella...pero correría el riesgo.

Sin pensarlo dos veces corrió con todas sus fuerzas hacia la entrada ignorando a la mujer olímpicamente, abrió la puerta de un portazo y echó a correr lo más rápido que pudo.

- Señorita!!!.....Señorita!!!!

Los gritos de aquella mujer se escuchaban por todo el corredor más Lucía no detuvo su andar, corría por lo que se deducía era la segunda planta, varias sirvientas pasaban por su lado y ella las esquivaba.

Dobló a la derecha en una esquina, su respiración era cansada e irregular, su pecho subía y bajaba a una velocidad ultra, más detuvo su trote cuando se encontró a la persona que menos quería ver en esos momentos.

Recostado en la pared fumando un cigarrillo, sus piernas cruzadas al igual que sus marcados brazos, como si estuviese esperando por ella y se hubiese enterado de su escape.

- No pensé que fueras tan estúpida como para intentar escapar de nuevo - retiró el cigarrillo de sus labios - pero veo que eres masoquista - sonrió de lado - una gatita masoquista

- Yuri - jadeó sin aire - por fa...

- No me interesan tus asuntos con Víktor - expresó - si quieres escapar adelante - la miró - pero luego atente a las consecuencias - hizo una pausa - dobla a al izquierda en este corredor y baja las escaleras principales hacia el vestíbulo - inhaló del cigarrillo - la puerta principal está cerrada deberás salir por la de la cocina...

- Por qué me dices todo eso? - preguntó desconcertada

- Querías escapar no? - la vió asentir - solo te ahorro trabajo...

La voz neutra y ronca de Yuri le erizaba la piel, no comprendía que ganaba con todo esto, después de todo era amigo de Víktor...no?

- Yuri - el susodicho la miró - gracias...

Y sin esperar una respuesta de su parte pasó por su costado recorriendo el camino que él antes le había dicho, sus piernas le dolían como nunca, sentía su cuerpo cansado, agotado, su vista divisó las escaleras y como alma que lleva el diablo las descendió lo más rápido que pudo.

Apresuró su paso temiendo encontrarse con Víktor aunque a su parecer había salido de la mansión y no se hallaba aquí.

Retiró el cabello de su rostro observando mejor el entorno, los sucesos ocurridos anoche abarcaron su mente enviándole un dolor de cabeza intenso, el lugar se hallaba limpió e impecable, nada comparado como la noche anterior.

Ya nada estaba fuera de lugar, no había sangre en el blanco suelo y los cristales de la rota ventana ya no estaban y en su lugar, la ventana rota había sido reemplazada por otra.

Comenzó su andar hacia la cocina recorriendo el mismo recorrido perturbador para ella, y en unos cuantos pasos ya estaba dentro de ella.

Todo se hallaba en total silencio, no había ni un alma, todo bien organizado y limpio, Víktor parecía una maníaco de la limpieza y el órden.

La puerta de salida que Yuri le había mencionado se abrió ingresando por ella una hermosa mujer, era rubia, muy esbelta y bien dotada de carnosos labios, Lucía se sintió inferior al lado de ella.

Ambas miradas se cruzaron, una sonrisa sancarrona por parte de la sirvienta le hirvió la sangre, se estaba burlando de ella, la rubia se corrió hacia un costado dejando la puerta de salida a total disposición de Lucía.

- Adelante - la incitó - puedes irte...

Lucía la miró de manera desconfiada avanzando con lentitud hacia la puerta, le dedicó una seria mirada a la sirvienta escapando de ese infierno de lugar de una vez por todas.

El fuerte viento golpeó su cara brindándole conforte, por fin era libre, una sonrisa de alivio adornó su rostro.

Lo que había por esa salida era el lugar por donde se realizaban las entregas para Víktor y así abastecer la mansión.

Las piernas de Lucía se movieron cobrando vida propia dirigiéndose hacia la carretera, corrió lejos de la mansión, pretendía alejarse hasta encontrar algún auto que la ayudara.

Todo lo que había a su alrededor era puro bosque, no había ni una casa cerca a donde pudiera llegarse a pedir ayuda, y comenzaba a desesperarse.

Su corazón se agitó cuando divisó un auto blanco acercándose hacia ella, como loca corrió hacia el auto abalanzándose contra este.

- Ayuda por favor!!!!

Gritó con todas sus fuerzas desesperada, más el auto la ignoró siguiendo su camino.

Quedando sola una vez más

Las lágrimas de la impotencia comenzaron a mojar sus mejillas, estaba agotada y débil, estaba segura que se desmayaría de tanto cansancio, tuvo mucho la noche pasada.

Escapar de un psicópata y luego escapar de un loco, además de eso ser atropellada...era mucho para ella.

Alzó su mirada cuando divisó un auto negro que se acercaba hacia ella, un intento de sonrisa adornó su rostro al saber que no todo estaba perdido.

El auto se detuvo a tan sólo diez metros de ella, la puerta del piloto se abrió saliendo de este el conductor.

La sonrisa que adornaba su rostro fue reemplazada por el horror y el miedo, no podía creer lo que le estaba sucediendo.

Donde estaba Dios cuando lo necesitas?

El rostro del hombre era todo un poema, entre asombro y enojo, tenía que averiguar cómo había escapado en su deplorable estado.

- Víktor...por favor - rogó llorando - por favor déjame ir...

Cerró con fuerza la puerta del auto y dando grandes zancadas comenzó a aproximarse a Lucía, dando la susodicha pasos hacia atrás dispuesta a correr con tal de alejarse de él.

Más no estaba preparada para lo que se avecinaba...




















Continuará...

" Los secretos de una Bestia " ||1er Libro ✔️Where stories live. Discover now