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16 de julio de 1995: Miedos

16 de julio de 1995: Miedos

El fuego los había consumido, carne, huesos y órganos. Al menos, ese había sido el título de la gaceta con la noticia de la muerte de sus padres, diez años atrás.

Y a pesar de que Bridget intentara no pensar en aquello, la imagen de dos cuerpos calcinados acudía a su mente.

De haber tenido la experiencia actual, Bridget estaba segura de que hubiese demandado a la gaceta por aquellas crudas imágenes de sus padres.

El pastel de su cumpleaños había sido el causante de terminar con las vidas de los señores Jones.

Las letras del periódico flotaban, inertes, sobre su cabeza. Se dibujaban en el techo oscuro de la habitación. Las palabras incendio y cuerpos eran las más brillantes en aquella bruma de letras. Bridget suspiró. En otro tiempo, quizá hubiese salido corriendo, despavorida.

Pero la costumbre era el antídoto para cualquier miedo que se hubiese internado en ella.

Deméter, por otro lado, era su propio antídoto. No conocía el sentimiento del miedo.

Los psicólogos creyeron que su falta de lágrimas ante la pronta muerte de sus padres se debía a un común mecanismo de defensa. Pero Bridget no creía que fuera eso.

Deméter era una chica extraña, con esos impenetrables ojos azules, tan oscuros e insondables.

- ¿No puedes dormir? -preguntó una vocecilla a su lado. Bridget se giró y los resortes de la cama chirriaron bajo su peso.

-Al parecer tú tampoco. -los ojos de Deméter le regresaron la mirada. La luna se reflejaba en ellos, haciéndolos parecer más grandes.

-Es solo porque quiero-aseguró la chica, sonriendo y mostrando unos pálidos dientes rectos.

-Eres rara.

-Somos iguales-se burló Deméter, utilizando sus brazos como almohada.

-Si pudiera dormir, lo haría.

-Pero no puedes. -Bridget a veces no entendía la razón de Deméter al repetir todo cuanto se decía.

-Son las letras. -susurró Bridget.

- ¿De nuevo? -preguntó la gemela de la chica. Sus labios rojizos le sonrieron. A pesar de estar en la cama, llevaba el labial de su madre.

-No han parado estos días.

-Tranquila...solo cierra los ojos. -Deméter le sonrió con cariño, casi como si supiera qué hacer. Como si fuera capaz de controlarlo.

-No es tan fácil. Y es injusto que sea a la única que persigan.

-No eres la única, Bridget. -Deméter entrecerró los ojos y bajó la voz, no quería que las demás chicas escucharan sus conversaciones nocturnas.

- ¿De qué demonios hablas? -Bridget arrugó la frente. Su delicada piel joven brillaba con sudor soñoliento.

-Yo también las veo. Pero no son letras. -Deméter salió de la cama y se arrastró a la de su hermana de puntillas. Si las cuidadoras las escuchaban, se meterían en serios problemas. Bridget se hizo a un lado y compartió la cobija con Deméter. -Yo veo fuego.

Bridget frunció los ojos. A lo largo de los solitarios años juntos a su gemela, había aprendido ciertas cosas. Nunca había que confiar demasiado en las palabras de Deméter. Era una mentirosa compulsiva. Sin embargo, era la única persona sobre la faz de la tierra a la que podía aferrarse. Y la amaba tanto como se amaba a sí misma. Deméter era su única familia.

La única que le quedaba después de la tragedia de 1985.

-No me creas. Pero yo las veo. Es a lo único que le tengo miedo.

- ¿Al fuego? -Bridget río por lo bajo. No creía que Deméter tuviera miedos, pesadillas. Y darse cuenta de que el fuego le aterraba era un tanto patético.

-No. -Deméter la miró detenidamente. Su rostro había cambiado. Sus azules ojos reflejaban los gemelos de ella. Estaban tan cerca la una de la otra que sus alientos se mezclaban, en una nube de comodidad. De familia. -A que ardas en él.

Muchas gracias por leerme, espero les esté gustando. El jueves subiré otro cap.
💕✨ Los quiero mucho mucho ✨💕