25 de julio de 1868: La familia Jedenth.

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25 de julio de 1868: La familia Jedenth.

25 de julio de 1868: La familia Jedenth

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-Brid... ¿Estás bien? Pareciera que hubieras visto un fantasma.

Bridget alzó el rostro hacia el chico. Sus ojos rojizos ardían recubiertos por lágrimas. El rostro de Joyland pasó de uno burlón a uno realmente preocupado. Brid se frotó la frente y sorbió por la nariz.

-Deméter estaba aquí. -su voz pendía de un hilo, y cuando aquel nombre salió de sus labios, Joyland miró a su alrededor.

-No hay nadie aquí. -aseguró él. Con un chasquido, las celestes llamas de sus dedos iluminaron la oscuridad en torno a ellos.

-Ella estaba aquí...ella me besó. -susurró Brid, acariciándose con temblorosos dedos los labios.

-Brid...no fue real. En caso de que lo hubiera sido no es más que la esencia de su alma que sigue atada a la tuya. Deméter...ella se ha ido. -Joy estiró su brazo y lo posó sobre la mano de la joven. Se percató de que temblaba sin control y estaba terriblemente helada. -Estás fría. -susurró el joven. Inmediatamente se acercó a ella y la envolvió entre sus brazos.

Brid frunció la frente, pero el calor que irradiaba Joyland era suficiente para que sus músculos se relajaran. Se dejó caer contra él y calmó el rostro. Olía a una mezcla de vainilla y libros viejos. Brid cerró los ojos.

- ¿Por qué? -preguntó ella, con el rostro enterrado en el hombro de Joyland.

- ¿Por qué qué? -preguntó a su vez el muchacho. Sus manos cubrían la espalda de la chica y con delicados chisporroteos sus llamas trataban de aumentar su temperatura.

- ¿Por qué te burlas y al minuto siguiente te preocupas por mí? -su voz se perdía contra el cuello del joven, pero la escuchó con claridad.

Joy se mordió el labio y sus ojos se perdieron en el muro del pasillo. Aprovechó que Brid no podía ver su rostro para sonreír lentamente.

-No estoy preocupado por ti. -"a pesar de que estoy tratando de calentarte con mis llamas y te abrazo para alejar el miedo de tus huesos", pensó para sí mismo, pero no lo dijo, y continuó. -Me preocupa tener a una fantasma desquiciada vagando por los pasillos.

Brid se apartó de golpe, con lágrimas escurriendo de sus ojos y lo miró un momento.

-Es mi hermana. -arremetió la chica. No se veía demasiado contenta. -No es una fantasma desquiciada. -Brid se enjuagó las lágrimas con el dorso de la mano y bajó la mirada. - ¿Nunca has tenido un hermano? -no comprendió de dónde salió esa pregunta, pues no tenía ni la más remota idea de que quería saber la respuesta hasta que la duda abandonó sus labios. Los ojos de Joyland se tornaron oscuros y Bridget sintió las manos del joven alejarse de su cuerpo. No supo si se sintió desilusionada o agradecida. Estando con Joyland los sentimientos no eran claros.

Joy enterró sus dedos entre su largo cabello y lo despeinó por completo. La sombra de sus ojos lo hacían parecer demasiado... ¿atractivo?

Brid se apartó aquellos pensamientos y centró toda su atención en lo que Joyland estaba a punto de decirle. Demetrie le había aclarado que el chico no era fácil...abrirse con las personas no era su fuerte.

-Tuve...tengo o tendré...un hermano. Su nombre es Cradd...es mayor que yo y....-Joy bajó la mirada y Brid se dio cuenta de lo mal que se veía el joven. Se estrujaba los dedos con premura. -Mi padre lo ama a él, tanto que a mí me detesta. Los abandoné hace unos años, cuando ocurrió el tema de Maya Dyner y su marca demoníaca, ese día...fue la última vez que vi a mi padre. Es difícil que un hijo de puta sea tu padre porque...bueno, porque terminas siendo como yo. -Joy la miró un momento y sonrió con tristeza. -Tengo un hermano, y un padre...pero estoy tan solo en el universo como tú, mi querida Jones.

Brid se tensó al escuchar sus últimas palabras y sus manos se movieron, por puro instinto, hasta alcanzar las del joven. En un movimiento que nació de la nada, sus dedos se envolvieron con los del chico.

-Tu padre es un imbécil. -aseguró Bridget. -Y tu hermano también. Pero tú, Joyland...creo que eres la persona más tierna e idiota del mundo. -Bridget sonrió cuando el joven así lo hizo.

- ¿Es una clase de halago?

-Esta vez sí. -aseguró ella.

Joy sonrió e inclinó la cabeza. El silencio de sus voces los cubrió por completo y por unos cuantos segundos se sostuvieron la mirada. Sus ojos decían sin hablar sentimientos a los que ninguno de aquellos dos jóvenes estaban preparados para formular.

Joy meneó la cabeza y retomó su sarta de palabrerías.

-Odio los discursos amorosos. -aseguró él, levantándose de golpe y tendiéndole una paliducha mano a la joven. Brid la miró un momento hasta que decidió sujetarse a él. Joy la ayudó a incorporarse y Bridget se tambaleó. -Así que volvamos a lo de siempre.

-Eres un baboso, Jedenth.

-Vaya, ya eres experta en temas de amor/odio, cielito. -Joy despeinó los cabellos de Bridget y emprendió el camino, sin soltar la mano de Brid. -Te acompañaré hasta la habitación, no quiero que otro fantasma haga que ensucies mi vestido. -dijo Joyland en tono burlón y Brid le dio un golpecito en las costillas.

 -dijo Joyland en tono burlón y Brid le dio un golpecito en las costillas

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LOS BRUJOS DEL NOCTUM ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora