Incendios, brujas y viajes en el tiempo.
El amor de su vida pasada viajará hasta su época para reencontrarse con ella en el purgatorio del mundo demoníaco.
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PRIMER NOVELA DE LA TRILOGIA: "LOS BRUJOS DEL NOCTUM".
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Bridget se apartó de golpe, cortando el beso con Demetrie. Sus ojos se abrieron de golpe y la chica se llevó la mano al pecho. Con angustia. Sentía el terror corriendo por sus venas. Demetrie la sujetó por los antebrazos y no la dejó caer. Parecía que estaba a punto de desmayarse.
Bridget lo sintió. Dentro de ella. Como una imagen que se repetía cientos de veces. Era Joyland. Estaba en la sala de espejos.
Bridget se levantó de golpe y se alejó corriendo. No tenía tiempo de decir nada. Demetrie la siguió, con el corazón golpeteando con rapidez, alcanzó a gritarle mientras corría.
- ¿Qué sucede?
Bridget no se giró a mirarlo. Aun con las mejillas sonrojadas, el miedo consumía sus nervios.
-Es Joyland. -fue lo único que la chica Jones tuvo que decir para que el miedo se apoderara de las entrañas de Demetrie. A pesar de todo lo que había sucedido, amaba a Joyland Jedenth con toda la fuerza de su alma.
Bridget abrió la puerta de golpe. Todo era oscuridad dentro del salón de los espejos. Con un chasquido, sus llamas escarlatas viajaron hasta los soportes de antorchas que había en los altos muros. La luz del día se perdía en el amplio techo abovedado de cristal. Demetrie cerró la puerta a su espalda.
- ¿Qué sucede Brid?
Bridget se acercó al espejo, pero algo golpeó su bota. Bajó la mirada y encontró bajo su falda grisácea una botella de licor. Estaba hecha pedazos.
La chica se giró hacia Demetrie con el corazón queriendo salir de su pecho. Su pesadilla...
-Joyland atravesó el espejo. -susurró la chica. Su voz estaba cortada por momentos. Ni siquiera entendía la razón que la llevaba al borde del colapso, tenía entendido que repudiaba a Joyland. -Lo vi. Mientras yo...te besaba. Lo vi cruzando el espejo.
- ¿Estás segura?
Bridget apuntó hacia la botella estrellada y Demetrie asintió sin pensarlo.
-Bien. Sé dónde está. -aseguró Demetrie. Joyland solo deseaba una cosa, y Demetrie se lo había prohibido por mucho tiempo. Dejarlo hacer aquella locura implicaba la muerte de su mejor amigo. -Fue a buscar a Megan.
Bridget frunció la frente. Necesitaba recuperarse.
- ¿Quién es Megan?
-Su primer amor. -aseguró Demetrie, estaba buscando algo dentro de su bota. Bridget asintió.
Nunca se había detenido a pensar el poderoso peso que cargaba el chico pelinegro. Nunca lo había tomado en serio, había creído que su renuencia a hablar del tema se debía a que a Joyland le gustaba ser misterioso. Ahora lo comprendía. Joyland la seguía amando, con toda su alma.
