LOS BRUJOS DEL NOCTUM ©

17 de julio de 1995: Demetrie Fliends

17 de julio de 1995: Demetrie Fliends

Abrió los ojos. La oscuridad era absoluta. Las estrellas brillaban en lo alto y el manto de la noche la cubría. Se levantó de golpe, con el corazón queriendo salir de su pecho. Entonces se dio cuenta de lo que sucedía a su alrededor.

Deméter estaba acostada a su lado. Miraba las estrellas con curiosidad, y estiraba la mano, como si pretendiera alcanzar una de ellas y bajarla hasta su lado.

- ¿Qué pasó? -la voz adormilada y asustada de Bridget salió tropezando de su garganta.

-Te quedaste dormida mientras nadaba. Quise esperar a que despertaras, para regresar a la casa...

-No creo...yo...ese muchacho.

- ¿Muchacho? -Deméter bajó la mano y la miró con una sonrisita- ¿Algún sueño digno de mención?

-No fue un sueño. -susurró Bridget, aunque algo dentro de ella la estaba convenciendo de que, precisamente, era un sueño de lo que se trataba todo aquel asunto. -Lo vi, estaba en el agua.

-No había nadie en el agua a parte de mí, Brid. Fue un sueño, simplemente. -susurró Deméter, sentándose con delicadeza. Sus cabellos estaban húmedos, lo que significaba que acababa de salir del lago. Llevaban todo el día internadas en el bosque. Imploró que las cuidadoras no se hubiesen enterado de su ausencia. No toleraría otro castigo. Sentía la cabeza embotada. No, no lo soportaría.

- ¿Me lo prometes? -preguntó Brid, con una vocecita.

-Te lo prometo. Ahora, si no quieres morir congelada, deberíamos regresar, con suerte, Baudelaire nos haya olvidado...en el peor de los casos nos iremos a la cama sin cenar.

-Ojalá ese fuera el peor de los casos. Sabes que es un maldito demonio.

-No ofendas a los demonios. -Deméter sonrió, apartando un mechón rizado del rostro de su hermana.

Deméter no se equivocaba cuando auguró que se irían a la cama sin cenar, sin embargo, no había mencionado un detalle: Bridget tendría que limpiar el desván y Deméter el sótano. La verdad era que ninguna de las dos sabía cuál daba más miedo.

-Nos vemos cuando vayamos a dormir-susurró Deméter, acercándose a su hermana para darle un cálido abrazo. Sus labios acariciaron con ternura la frente de Bridget.

-Suerte. -respondió Bridget, alejándose de ella y caminando por el largo pasillo en penumbra. Las luces mortecinas titilaban y las opacas telarañas tapizaban el techo desgastado. Al final de este, la cuerda de la escalerilla hacia el desván colgaba, sin vida, moviéndose ligeramente por una solitaria ráfaga de aire. La tomó entre sus dedos y tiró de ella, procurando no emitir sonido alguno, pero la cuerda no se inmutó y la escalerilla no bajó. Entrecerró los ojos y soltó un bufido.

-Vaya mierda de escalera.

-Menuda abusadora, teniendo en cuenta que la escalera no puede defenderse. -susurró una voz a su espalda. Bridget se giró de golpe y su corazón se paralizó. No tenía claro si había sido por el miedo, o por un sentimiento más fuerte, más poderoso que ella misma.

Era el mismo joven de ojos color noche y cabellos rojizos que había surgido de las aguas del lago.

-Te vi...esta tarde, en el lago.

- ¿Es una clase de invitación?

- ¿Te burlas de mí? -la voz de Bridget había dejado de ser temblorosa, dando paso a un enojo para nada habitual en ella.

-Estoy tan en desventaja como la escalera, querida-sus labios se curvaron en una sonrisa, mostrando unos rectos dientes blanquecinos. Bridget lo miró un momento. No parecía la clase de chico que surgía de las aguas y provocaba terror. Pero lo era.

- ¿Quién eres? -pregunto la chica, tan tajante como pudo, pero la curiosidad era su mayor enemiga, y siempre se apoderaba de ella en sus batallas mentales y explosivas.

-Soy Demetrie Fliends. -un extraño brillo cubrió sus ojos, y Bridget sintió una opresión en el pecho. Ese nombre, sentía que lo había escuchado alguna vez. Pero era borroso, como si se lo hubieran arrebatado el día en que arribó a la pesadez del mundo.

- ¿Demetrie? -Bridget utilizó toda su fuerza para no verse sorprendida-Un nombre tonto para un chico tonto.

-Me ofendería si fuera mentira. -Demetrie bajó la mirada. Sus largas pestañas escarlatas barrieron sus mejillas, en una cascada de destellos color sangre. - ¿Ya vas a decirme tu nombre?

Bridget comenzaba a ponerse nerviosa. Desde la muerte de sus padres, y quizá antes de esta, no era muy buena hablando con personas, menos con chicos altos, desconocidos y que le habían producido un miedo atroz en las entrañas la primera vez que los vio.

Pero Demetrie estaba ahí, esperando que ella pronunciara lo que por mucho tiempo se había apoderado de ella y de su ansiedad. Su nombre. Era simple. Bridget se estrujó los dedos, procurando que el chico no se diera cuenta del penoso nerviosismo que la invadía de pies a cabeza.

-Bridget...soy Bridget Jones. - un intento de sonrisa amigable asomó por sus labios.

-Un nombre común para una chica común. -algo en sus palabras, en la manera de decirlas, hizo a Bridget sentir que eran todo menos verdad.

-Me ofendería si fuera mentira. -imitó ella, sonriendo más naturalmente. El muchacho pelirrojo extendió una temblorosa mano pálida y un brillo esperanzador cubrió sus oscuros ojos, muy parecidos a los de Bridget. La chica lo pensó un momento, pero lo hizo.

Extendió la mano y sus pieles se mezclaron. Sintió una chispa crecer en su interior y sus entrañas se removieron con brusquedad. Cuando retiró la mano, de golpe, el sentimiento se había esfumado, pero la sensación de estar ardiendo en medio de una inmensa hoguera se instaló en su mano, en sus dedos y en su carbonizada piel pálida.

Por queeeeeee
Lo tocó y sintió que se quemaba?
Mmmm que extraño jakskakks
Primer encuentro entre Demetrie y Bridget.
Wtf que extraño es ese tipo.
En fin.
✨A mi me encanta el Demetrie.✨
Si te esta gustando la historia no olvides regalarme una estrellita...es gratiiiiis.
❤Los quiero mucho.❤
💕Actualizo cada jueves y domingo, así que nos vemos el jueves💕