Incendios, brujas y viajes en el tiempo.
El amor de su vida pasada viajará hasta su época para reencontrarse con ella en el purgatorio del mundo demoníaco.
❌PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN❌
PRIMER NOVELA DE LA TRILOGIA: "LOS BRUJOS DEL NOCTUM".
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Flotaba entre letras.
"El fuego arrasó con sus cuerpos...la piel y huesos se calcinaron".
"Las gemelas Jones fueron enviadas al orfanato del pueblo en vista de no encontrar familiar alguno".
"Deméter Jones fue encontrada sin vida en el orfanato donde había pasado 10 años de su vida junto a su gemela...su cuerpo se encontraba ya sin vida, al parecer, el humo había perforado sus pulmones".
"Bridget Jones se encuentra desaparecida".
Las hojas de la gaceta, las letras de la impresión flotaban sobre sus ojos, fundiéndose con el amplio techo del lugar donde se encontraba. Dolorida, se incorporó.
- ¿Qué mierda? -preguntó para sí misma, entonces, sus ojos encontraron a Demetrie. Estaba a su lado, con los ojos cerrados. Se acercó al chico, con un terrible dolor de cabeza, cuando encontró lo que sucedía. Demetrie estaba rodeado de... ¿Sangre?
La sangre recorría su cuerpo, desde el abdomen hasta sus escarlatas rizos. Bridget soltó un gritito cuando descubrió la palidez de sus labios.
-No, no, no...tú también...no puede ser.
Contuvo la respiración.
Mientras sus temblorosos dedos desabotonaban la túnica del chico, el recuento de los sucesos de aquel día acudió a su mente.
El fuego. Deméter. El bosque. El beso. Baudelaire. La inquisición.
Tenía demasiadas preguntas. Necesitaba a Demetrie vivo, a como diera lugar.
La palidez de la piel del chico asomó por entre las telas de la túnica y la camisa de lana. Bridget se detuvo un momento. Nunca había visto a un chico. Deméter no contaba como un chico.
La piel de Demetrie tenía múltiples cicatrices que destellaban en el color de la plata. Sus ojos bailaban dentro de sus párpados cerrados. Bridget se mordió el labio inferior. Entonces la encontró.
Había creído que se había tratado de un sueño, como Deméter se lo había hecho creer. Había pensado durante todos esos días que realmente no había visto a Demetrie en el lago aquel día. Pero mientras sus dedos acariciaban la ensangrentada y paliducha piel del chico bajo la camisa sus dudas se amontonaron, y una de ellas llegó a una conclusión.
El lago y Demetrie no habían sido un sueño. No comprendía por qué Deméter había mentido sobre aquello.
La estrella de siete puntas grabada con fuego resplandecía bajo una de sus costillas. Bridget pasó saliva. Sentía un nudo en la garganta.
- ¿Fue Baudelaire? -una voz masculina hizo que Bridget se girara de golpe.
Joyland se encontraba recargado en uno de los abundantes muros. Llevaba una túnica diferente, el cabello más largo que antes. ¿Cómo era posible que en un par de horas hubiera crecido hasta sus hombros? Bridget frunció la frente.
- ¿Qué mierda haces aquí?
-Vivo aquí, cielito. -respondió Joyland y Bridget sintió su corazón detenerse, un momento.
- ¿Dónde es aquí? -preguntó ella. Sentía que conocía aquel lugar, pero se veía tremendamente viejo, derruido. Miró a su alrededor. Las columnas griegas sostenían un amplio techo abovedado, con imágenes de ángeles cayendo grabadas en la superficie.
Algo llamó su atención. Una ventana. Una ventana con un prestillo que miraba en dirección al jardín. Sintió los ojos escocerle cuando la realidad la azotó. Había saltado por esa ventana con Deméter hacía unos días. Sin embargo, esta ventana era nueva, con grabados de más ángeles cayendo. Sintió sus manos hormiguear sobre el abdomen de Demetrie. Estaba petrificada. Ya sabía en dónde se encontraba.
El orfanato.
-La academia Noctum. -respondió Joyland, sonriendo.
Bridget comenzaba a ver motitas negras frente a sus ojos, pero se obligó a permanecer despierta. La sangre le embotaba la cabeza.
-Tu...tu ca-cabe-llo. -tartamudeó la chica, mirándolo de arriba a abajo. - ¿Cómo puede ser posible que haya crecido tanto?
Joyland la miró un momento, fue entonces que el brillo en sus ojos negros regresó. Casi como si acabara de comprenderlo. Se cruzó de brazos.
- ¿Conociste al Joyland de 1995? -preguntó el chico. Bridget sintió una mano invisible estrujarle las entrañas.
- ¿De qué mierda hablas? -preguntó ella, arrastrando las palabras.
-Siempre es lo mismo con Demetrie. -susurró Joyland, acuclillándose junto al chico. -Siempre evita decirte la verdad. La última vez te perdió por eso...en fin, si no lo sabes es porque Dem tendrá sus razones.
¿Dem? Bridget sintió su garganta cerrarse.
- ¿Me perdió? No conozco a Demetrie, no sé de qué me estás hablando.
-Escucha Bridget...-Joyland posó sus largos dedos delgaduchos sobre la herida de Demetrie. Chispas azules salieron por la punta de estos, iluminando sus ojos como fuegos fatuos. Bridget se quedó de piedra. -No soy nadie para decirte nada sobre mi mejor amigo. -susurró Joyland, mirándola mientras sus dedos danzaban sobre la piel del joven, envuelta en llamas azules. Bridget sintió frío cuando acercó sus dedos a los de Joyland. -Pero te conozco...desde hace mucho tiempo. Y te lo debo, por todo lo que hiciste por mi...
-No te conozco...-susurró Bridget, pero el deje de duda no abandonó sus palabras. Algo muy dentro de ella le decía que Joyland no mentía.
-Solo contestaré tu pregunta sobre mi cabello. -Joyland inclinó la cabeza. Sus oscuros ojos reflejaban las llamas y el rostro de Bridget. -Soy Joyland Jedenth... de 1868.
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Perdón por subir el cap hasta ahorita, estaba en clases y aún no lo escribía. Sé que es una historia algo confusa, pero tengan calma. Si no le entienden, pues es obvio ekisde, irán dándose cuenta de todo conforme avance la historia, aún así, siento que tienen suficiente información como para saber qué sucede, y eso me emociona. ¿Qué les está pareciendo? ¿Les está gustando? ¿O es basura? Los quiero, no olviden votar y comentar, los amooooo.
