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Capítulo 32: Jelousy.
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—Vaya, mi dulce niño no es tan temeroso.

Susurraron contra su oreja, haciendo que al instante Baekhyun se sobresaltara por unos segundos, más al ver la silueta de Chanyeol a su lado se recompuso. El hombre de traje yacía recostado de brazos cruzados sobre la pared del cubículo en donde él aprendía a disparar un arma. Llevaba casi dos horas entrenando, la primera fase había sido con protección, y la segunda sin esta. Debían cerciorarse de cuidar sus oídos. Giró a su alrededor para buscar a su anterior compañía, y recayó en la cuenta que el subordinado ya lo había abandonado; regresando de nuevo encaró la perfecta sonrisa de Park.

—Llegas tarde.—dijo, casi gruñendo su respuesta, y en realidad no supo porque lo hizo.

—¿Me extrañaste?—pronunció con esa voz ronca que tanto le fascinaba. 

Sin despegar sus ojos del blanco, Baekhyun se concentró en levantar el arma tal y cómo Kyungsoo le había explicado.—Quizás.—volvió a vacilar, cerrando sus ojos para analizar la línea correcta del centro.

—Discrepo.

—¿Qué tal la cita con Liam?—inquirió serio—¿La pasaste bien?—escupió las palabras tirando del gatillo sin miedo. Inclusive se sorprendió un poco de la habilidad para hacerlo, cuando observó la diana, divisó el agujero de su bala en el número cinco. "Cerca", se dijo a sí mismo.

Chanyeol soltó una sonrisita, pero fuera de responder sólo se acercó para pegar su torso con la espalda del más bajo, tomando sus manos y encontrando el dominio en estas para ayudarle con el arma.—Concéntrate más.—suave cual fuego sensual, la voz del hombre chocó en sus oídos.

Agarró sus dedos, acariciándolos con pequeños roces mientras corría sus manos después sobre sus antebrazos para subirlos a una posición más diferente a la aprendida con los subordinados. Ese tacto cálido de sus palmas envolviendo las impropias, se sentía bien, demasiado bien. Las finas muñecas de Baekhyun siendo cubiertas por las grandes y masculinas manos del pelinegro; eran sin duda una vista espectacular. Los tatuajes y las pequeñas áreas ásperas le trasmitían una seguridad inexplicable cuando pasaban por las suyas.

—Debes relajarte primero.—tras musitarlo, dejó un beso suave en el marco de la oreja.

—No has respondido mi pregunta.—mencionó el rubio, dispuesto a seguir indagando en el tema.

Baekhyun estuvo cien por ciento seguro de haber sentido la aterciopelada sonrisa del mafioso formándose contra su oído.—De maravilla.—fue lo que dijo, y sus celos aumentaron.

Los dedos en el arma se afirmaron más, apretando sin pudor el gatillo hasta disparar en la escala número tres.

—Bien hecho.—le elogió retirando una de sus manos para pasar a posarla sobre su cintura, afirmándolo a su cuerpo.—Ahora intenta hacerlo sólo con una mano.—solicitó.

Tal y como le dijo, dejó ir su mano izquierda hacía la nada para afianzar la derecha con el arma. Encontrar un ángulo en el que pudiese ver con claridad el punto, fue un poco difícil pero no imposible. 

—¿Bebiste con ella?

—Un poco.—Chanyeol re-afirmó su diestra, apoyándose aún más atrás de su espalda en busca de una "posición" favorable para ayudarle cómo el buen jefe que era.—Tus celos me parecen tiernos.

Dangerous Promise ◌ ChanBaek ♞Where stories live. Discover now