Dangerous Promise ◌ ChanBaek ♞

♖

Capítulo 7: Oferta.
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—Oh ¿Así que tu eres Baekhyun?—cuestionó con una sonrisa burlona.

Baekhyun se quedó en su lugar analizando a la chica frente suyo, si lo pensaba bien era la primer mujer con la que se encontraba. Aunque no era de extra decir que si debían haber en la cocina o en la lavandería porque era lo más obvio. Pero lo que le asombraba era ver su estilo masculino y fuera de lo delicado.

Llevaba unos pantalones de tela negra que forraban sus piernas, las botas de cuerno y la camiseta desmangada y del mismo negro por dentro. Una chaqueta, junto a un par de guantes de cuero como protección.

Armas y cajas de balas rodeando su muslo derecho. El cabello lo tenía sujetado en una coleta alta y lacia de color negro, la piel nevada y los ojos café chocolate. 

Su aspecto le hacía lucir como una jefa, puesto a que si presencia llegaba a intimidar a personas. Y si Baekhyun no se equivocaba, debía tener buena puntería debido al fusil de francotirador que sostenía en diestra. 

—¿Terminaste de inspeccionarme pequeño?—volvió a hablar, esta vez atrayendo la mirada del rubio.

Sus preciosos ojos se levantaron y cayeron clavados en los de la pelinegra, mostrando esa tenaz neutralidad que le hacía ver fuera de lo asombrado.

—Sorprende a la primera.—intervino Luhan, con los brazos cruzado y codeando un poco a la chica.

—Ahora entiendo porqué tanta rabieta para tenerlo.—murmuró y aquello cautivó a Baekhyun.

Antes de que Baekhyun dijese algo, la mujer de cabellos negros se adelantó y robó parte del largo metro de espacio personal, todo para sonreír como nunca lo hacía con extraños.

—Me llamo Michaela Park, es un gusto tener en persona a tu trabajo más desafiante.

—Byun Baekhyun.—dijo con su voz angelical y calmada.

Decir que la curiosidad que habitaba como enfermedad en su cuerpo, no avanzó sería lo equivalente a no amar su vida. El apellido le daba cierta llama de atención, si más no recordaba Chanyeol no tenía más hermanos a excepción de Yoora, a quien no le había visto el camino por ningún lado y podría quizás suponer que era jefa de otra zona o quien sabe que le pudo suceder. Esperaba que nada malo.

No obstante, sabía que no solo la familia de Chanyeol poseía el apellido Park, claramente existían más personas por cualquier parte de Asia con ese apellido.

—Oh Dios mío..—murmuró girando el rostro a la dirección del chino.—¿A él quería parecerse Min Jae?—formuló con una ceja enarcada y con una evidente mancha de sonrisa hilarante en su cara.

¿Min Jae?, ¿Quién era?

Preguntas y más preguntas surgían cada vez. Estar dentro de esa casa era como ingresar a un bucle sin salida, en donde la interrogación era el titulo de vida, y las respuestas la clave para sobrevivir.