Dangerous Promise ◌ ChanBaek ♞

♖

Capítulo 39: Guerra.
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—Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que te vi. —La sonrisa de Yoora se extendió de oreja a oreja, la señora Byun podía afirmar que en sus mejillas apareció un suave sonrojo.—En ese entonces eras una pequeña niña.

—La considero una persona muy apreciada para mí.

La hermana de Chanyeol estaba sonriendo de una felicidad vivaz, era una persona que pensaba de una forma positiva siendo cual sea la situación por la que estuvieran pasando, decía que la diversión podía vencer cualquier miedo o temor. Y era cierto, las personas se aferraban a diario a la negatividad en lugar de tornar ese ambiente a su favor. 

La relación de la madre de Baekhyun con la de Chanyeol, fue buena, al ser muy cercanas en su época se diría que más que una amistad fue casi un lazo de hermandad que hizo a su madre sentirse viva. La vibra de la señora Byun era magnifica para agradarle a la difunta mujer.

Todos tuvieron en claro cuales fueron las ultimas peticiones de la señora Park, esa tarde de un Otoño lluvioso, antes de morir. Una de ellas fue nunca dañar por ningún motivo a la familia Byun. Se convirtió en alguien importante entre ellos; quizás sus recuerdos estaban marchitos por los años, pero Yoora seguía teniendo presente la amabilidad que mostraba esa mujer frente suyo, aún si su madre no se encontrara frente a ellos. Y es que no tenía filtros ni dobles caras que contradijeran quien era. Esa sinceridad era especial en ella, y sabía que Baekhyun tenía esa misma alma brillante para esparcir paz en Chanyeol. Sabía cuanto su hermano necesitaba aquello.

Lo reacios que estaban ahora, se les tendría que pasar a las buenas o a las malas.

Bae Lin mostró una sonrisa al recibir ese apretón de manos que la castaña le dio, no supo definir si era calidez o alivio el que sentía al irse actualizando un poco con esos seres queridos que no se imaginó volver a encontrar. De hecho no los tenía tomados en cuenta, creía que su amiga sería solo parte de su estable pasado debido a las circunstancias por las cuales tuvo que desaparecer. El destino se lo puso impredecible. 

—Puede parecer malo para usted, pero créame que estará bien con Chanyeol. Él es capaz de cualquier cosa por sus seres queridos.—Se empeñó en decir la castaña, tratando de hacer un intento nuevo por convencerla.

La joven mujer le dedicó una mirada que no supo diferenciar si era de inconformidad, desconfianza o tranquilidad. Y es que ni tan siquiera dijo algo más, solo eran sus ojos compartiendo miradas. Pasaron tres minutos así para que volviese a hablar. —

—Quisiera que todos entendieran mis motivos. 

—Tener hijos es una carga complicada, desde el punto de una madre siempre van a haber tantos obstáculos queriendo derribarlos. Cómo mamá queremos estar allí para ayudarlos, hasta que llega un día en el que no quieren nuestra ayuda. Pero a partir de ese momento debemos entender que ellos empiezan a crecer y aunque queramos protegerlos por siempre, la parte más difícil en la maternidad es dejarlos ir.

Tales palabras parecieron caer en la profundidad de la madre de Baekhyun, pues hubo un largo silencio en ese tiempo. El aire se volvió incómodo, más Yoora no hizo ningún intento por alejarse. Algo atrapó su interés y no fue nada más que esa aura extraña con la que se mostró la dama mayor. Era miedo. 

—No estará sola ni aunque su hijo se vaya. Baekhyun no es igual que él.

En sus ojos pudo verse el miedo reflejado como destellos que fácilmente podrían confundirse con dolor, pero no había humedad en esas orbes. Solo era sinceridad, el escudo que puso para tapar la vulnerabilidad empezó a partirse en trizas cuando Yoora le sonrió. Se parecía mucho a su madre, a su antigua y difunda amiga, todo eso trajo una paz en ella.