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Capítulo 33: Park Yoora.
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—¿Me extrañaste?—preguntó la dama que aún seguía de pie frente a los dos hombres en el sofá.—¡Anda!, quita esa cara Yeol. Das miedo.—bufó ella, adentrándose con la maleta en manos hasta el centro del salón. Las agujas de sus zapatos resonaban con cada paso que daba contra la cerámica del suelo.

Chanyeol quien se había quedado estupefacto por verla allí después de tantos años, sacudió su cabeza y la siguió con la vista para hablar.

—¿Qué haces aquí Yoora?, ¿Y los niños?, ¿Con quién los dejaste?—el interrogatorio hizo sonreír a la mayor.

—Tranquilo está a salvo en la isla de Jeju junto a Seung.

Antes de que preguntase algo más, Yoora se acercó con armonía hasta su hermano para abrazarlo con fuerza, casi estrujándolo entre sus brazos como si de un pequeño niño se tratase.

Baekhyun vio la escena en silencio, temeroso de hacer alguna pregunta o decir algo que interrumpiera el ambiente. Así que solo se quedó a observar, encontrando aquellas similitudes en ambos: La estatura era casi parecida, Yeol solo le llevaba unos cuantos centímetros de más a la dama. En cuanto a sus rasgos faciales, ver a la castaña era como ver al mismísimo Park en una versión femenina. Lo extrovertido de la mujer no se comparaba con el temperamento ajeno, pero sus orejas.. parecían la mismas orejas de una persona en dos. Aquello le pareció tierno.

—¿Quién es él?

Baekhyun levantó la mirada cuando la escuchó, y supo que era momento de presentarse. En su infancia la veía pocas veces debido a que en aquel entonces Yoora estudiaba en grados mayores por lo cual no era sencillo encontrarla en casa. Sin embargo creyó que lo recordaría, se extrañó de eso, bueno habían pasado varios años desde lo sucedido.

Iba a presentarse pero la voz masculina de Chanyeol lo interrumpió.

—Es Baekhyun, mi esposo.—dijo con un tono entre divertido cuando escapó del tonto abrazo meloso de su hermana para ir a abrazar al de cabellos rubios, envolviendo su cintura con sus manos.

La quijada de Yoora cayó y los ojos de Baekhyun se abrieron como platos al oírlo, pero fuera de tener las reacciones que se esperaban, su cuñada solo sonrió en grande. Una sonrisa igual a al de Chanyeol.

—¿Baekhyun?—exclamó sorprendida, corriendo a unirse al abrazo de Chanyeol.—Cuanto tiempo, vaya no te reconocí. ¡Has cambiado mucho! Sin duda los años te dieron un toque muy guapo, eh. Tiene mucho sentido que voltees hasta a los heteros.—rió ella, y un sonrojo avergonzado decoró las mejillas ajenas.

—No creo que sea capaz de eso.—dijo en un murmuro, sin desaparecer la sonrisa tímida de su rostro. Era increíble que optara esa personalidad cuando hace unos minutos atrás estuvo enfurecido con sus pensamientos de celos.—Pero muchas gracias, tu también has cambiado mucho desde la ultima vez que te vi en la casa.

Yoora negó con la cabeza sonriente.—Oh que dices, en ese momento todos estábamos bellos, ahora más.

—Oh vaya.. quien lo diría. El destino es tan impredecible.—posó sus manos en su cintura, mirando con un deje de amor a la pareja. Dentro de su cabeza se quedó pensando en todo por lo que Chanyeol había pasado para llegar hasta donde estaba. Y sí, no había sido fácil para su hermano.

Cuando ambos eran jóvenes su padre les había hablado sobre llevar el trabajo familiar, un puesto difícil que tomar, porque para sus edades aún se podían considerar unos adolescentes a los que les estaban dejando una carga muy grande en sus manos. Porque aquella era la cadena familiar a la que estaban condenados sus ascendientes y descendientes. 

Dangerous Promise ◌ ChanBaek ♞Where stories live. Discover now