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Capítulo 5: Pensamientos.
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El sol despertó reemplazando a la luna e iluminando las ciudades de su radiante luz. Era tan grande su brillo que no se percató de la tristeza de la luna, al no poder poseer el mismo brillo que él; por eso decidió llamar a sus amigas las estrellas para que la luna nunca se sintiera sola y así ella podría brillar todo lo que no podía, arriesgándose a no aparecer para no opacar su brillo y hacerla sonreír durante un momento. Y entre cada atardecer, aquellas almas se encontraban para agradecerse una con la otra, al crear el hermoso arte de colores en el cielo.

Los rayos del sol ya eran visibles dentro de la habitación colándose por las ranuras de las cortinas de seda. Baekhyun se removió entre las sabanas suaves y lisas de su cama.

Y cuando abrió los ojos para que la luz se abriera paso en la adaptación de sus retinas, sintió el como todo el peso caía de nuevo en él. Preso entre cuatro paredes que le rodeaban lujos.

La noche anterior ni tan siquiera recordaba el como había conseguido encontrar el sueño, tan solo estuvo sollozando a lo que sus lágrimas pudiesen dar. Saliendo fluidas y libres de sus ojos, a tal grado en que el sollozante sonido de su dolor, le provocó caer rendido en brazos de morfeo.

Se sentía mal porque quería irse de allí, ese no era su hogar. Estaba comprometido con alguien tan bueno para él, que tal vez solo tal vez ello le hacía dudar un poco. Porque simplemente era un chico graduado en idiomas, y Sehun era un gran hombre leal a su placa. 

A veces, se sentía inferior y aunque tal chico le dijese que no pensara en cosas así, era inevitable no hacerlo. No cuando no podía ni tan siquiera escapar de un encierro de cuatro paredes. 

No cuando no podía ni defenderse por cuenta propia, pero quizás ese secuestro podría ser una alerta que vibraba en su cabeza para darle una señal de poder hacer algo para ser mejor persona para Sehun, para ser mejor.. para él.

No dándole más vueltas al tema, optó por levantarse de una vez de la cama. Por suerte suya, portaba aún la misma ropa de la noche anterior, lo cual seguramente le hubiese causado una terrible pelea de movimientos nocturnos, sino hubiese caído rápidamente.

Despojándose de la incómoda ropa y encontrando con facilidad la puerta que conducía al baño; se encargó de darse una refrescante ducha para aliviar las marcas de delineador corrido en sus ojos, quitando los rastros gracias al jabón y el agua pura. El baño no duró mucho, y en menos de lo que imaginó ya estaba listo y envuelto en una bata para secarse.

Lo que proseguía era vestirse, y casualmente olvidó el enorme hecho de no tener ropa para ponerse, y se negaba rotundamente a colocarse la misma de la noche anterior.

—Demonios.—farfulló y un analepsis vino a su cabeza.

Entonces recordó la extrema seguridad que Chanyeol le había puesto a su zona, lo cual indicaba que seguramente habían dos tipos en su puerta y eso le daba un punto a su favor. Sonaba tonto pero no perdía nada en intentar comentarles a los hombres sobre un poco de ropa.

 Sonrío nerviosamente, tomando el pomo de la puerta hasta conseguir permitir el acceso a esta, sus ojos visualizaron rápidamente a unos guardaespaldas parados de pie. Y se preguntó si esos tipos enserio permanecían en su puerta toda la noche, ¿Qué no dormían? 

Tosió incómodamente para llamar su atención.—¿Podrían traerme un poco de ropa? No creo sea necesario dar razón del porqué no tengo una.—se atajó serio, tratando de sonar con una autoridad que no tenía.

Dangerous Promise ◌ ChanBaek ♞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora