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Capítulo 18: Desastre.

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Los gemidos agudos, y los jadeos roncos se mezclaban según las estocadas aumentaban de nivel.

—Mgh, ¡Sí!, Chan-yeol. M-me encanta.—gimió el hombrecillo sosteniéndose con las manos de las sabanas que yacían hechas un desastre, mientras el alto penetraba en su trasero con fuerza.

Chanyeol gruñó y pasó rápidamente a sujetarlo de la cintura para enterrarse en su cuerpo un poco más; recogiendo impulso y velocidad para golpear más profundo sobre ese culo que se le ofrecía de una forma tan gratuita, que le hacía perder el interés.

—V-Voy a .. venirme.—Alcanzó a decir entre jadeos pero a diferencia de gemir, esta vez MinJae sollozó por la cadena de placer que azotó su vientre bajo con un hormigueo violento.

Ardió, llegando a lastimarlo. Pero Chanyeol no se detuvo.

El placer que corrió por sus venas estaba dominando sus impulsos para arremeter con más dureza al encontrar ese punto suave y dulce que sabía, hacía ver las estrellas a sus sumisos. Era un buen placer, la forma en que su entrada lo apretaba era deliciosa, sin embargo a pesar de eso, no se sentía igual. Tendría un orgasmo por instinto, no por excitación.

"Es diferente", se dijo a sí mismo. Una sensación inconforme y caprichosa lo rodeó al no poder tener lo que quería, o mejor dicho a quien quería.

MinJae era hermoso, para que mentir. Su piel blanca, el cabello semi-rubio, puesto a que un par de rayos negros provenientes de la raíz ya empezaban a hacer aparición.
Era bajo, delgado y entre otras cualidades que cumplían todos los requisitos para Park.

Pero no. No era lo que quería. No era Byun Baekhyun y eso lo tenía con un humor desastroso, que le estaba jodiendo los sesos. El recuerdo del desprecio que Baekhyun mostró aquella noche en su oficina seguía prevaleciendo en su cabeza, taladrando su cerebro de una forma recriminante con la que no podía más que apretar la mandíbula y tragarse las ganas del infierno que tenía por ir desgarrarle la garganta con un cuchillo al primero que mencionase su nombre. Incluso si no era la persona más sangrienta o demente que disfrutaba de ver a las personas suplicar por terminar las torturas, él quería hacerlo.  Imaginar que alguien más podría apreciar esa dulce sonrisa de finos labios, que otro le hiciera sentir mariposas o revoltijos. Quién sabe, que haya otro hombre arrancándole gemidos extasiados.

El sabor de sus pensamientos lo tenían de un humor de perros. Sus ojos se oscurecieron y sus manos apretaron de la cadera al chico más joven, incrustándole los dedos y clavándose hasta la empuñadura con tal fuerza que MinJae gritó.

Pensaba en la inocencia que ese cuerpo blanco pudiese guardar, esa belleza indiscutible que estaba allí solo para él; solo para que fuese marcada por Park.

Solo él, y nadie más.

Nuevamente se imaginó el rostro de Baekhyun, pero fruncido y sonrojado, ahogado en calor, susurrándole su nombre mientras se lo follaba duro; eso ayudó a que el orgasmo se construyera en su interior.

En menos de lo que pensó, los músculos de MinJae se contrajeron mientras embistió uno vez más, ahogándolo en placer hasta que alcanzó correrse en sus sábanas. Chanyeol lo hizo poco tiempo después de sentir las paredes anales apretando su polla en medio de aventurar su éxtasis.

Dangerous Promise ◌ ChanBaek ♞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora