O27

3.1K 476 325
                                    

  Hyunjin sintió como le faltó el aire al comprender todo. No era difícil comprender que los cadáveres frente a ellos eran los familiares de Felix. También que hayan sido condenados tenía sentido, pues Lee siempre había mostrado ser muy liberal y abierto de mente, seguramente gracias a la gran educación que obtuvo de sus padres. Su familia debió haber mostrado algún acto de negación o desaprobación ante las acciones del presidente Jiyong, llevándoles a una horrible ejecución. El silencio del resto le llevó a la conclusión de que todos pensaron lo mismo.

Dejó de mirar aquel cartel y llevó su mirada, con miedo, hacia el chico que estaba a su lado. Las mejillas de Felix estaban empapadas de lágrimas silenciosas y el australiano no se había movido un milímetro, mantenía su mirada perdida en los cuerpos de enfrente. Él quería acercarse a Felix, abrazarle y mostrarle su apoyo, como el propio Lee había hecho cuando se estaba desmoronando, pero no podía moverse. Sentía la necesidad de correr pero sus piernas no contestaban. La frustración, tristeza, miedo, furia... Todos sus sentimientos eran tan intensos pero era incapaz de actuar, estaba paralizado.

Chan fue el único que llegó a reacción, girando el cuerpo del pecoso y abrazándolo, evitando que siguiese viendo los cuerpos muertos de su familia. En el momento que Felix sintió los brazos cálidos del mayor rodearlo fue que se desmoronó, haciendo que estruendosos sollozos salieran de su garganta y apretando la camiseta de Chan con fuerza mientras se ocultaba en su pecho.

Felix también sintió como la realidad le golpeaba. Eso no era un cuento, no todos sus seres queridos iban a sobrevivir por el hecho de que los amaba. La muerte no tiene excepciones, cualquiera puede parecer ante ella. Están en una guerra, donde el peligro les acecha continuamente. Posiblemente, varios de sus amigos que fueron al otro grupo están heridos gravemente, o el resto de indeseados. La gente ya estaba peleando. Ya estaban heridos gravemente. Ya estaban muertos.

La gente estaba muriendo a su alrededor. Muriendo. Significaba que no iban a volver. Su corazón no volvería a latir. Sus pulmones no se volverían a llenar de aire. Nunca podrían volver a hablar, nunca podrían volver a abrazar, besar, amar, reír, llorar, sentir.

Es algo tonto, porque todos saben que la muerte significa ya no estar vivo, pero siempre serás incapaz de saber cómo verdaderamente es, y no es hasta que tú vives sus consecuencias que comienzas a pensar en la realidad, en un adiós definitivo.

Felix sentía como el aire no llegaba a sus pulmones, la asfixia le iba matar. Su corazón palpitaba con fuerza y se sentía fuera de la realidad. Sus piernas temblaban y el mareo no le ayudaba.

—Mierda está teniendo un ataque. —Jisung solo consiguió hablar y moverse cuando vió a su mejor amigo de esa forma, él tampoco estaba procesando bien lo que pasaba a su alrededor.

—Puede que pase como lo que vimos en el vídeo y nos afecte a nosotros. Me duele decirlo pero hay que dejarlo inconsciente y llevarlo, también debemos de salir de aquí lo antes posible. —habló Chungha mientras miraba a Chan, el chico asintió tristemente con la cabeza y le dió un golpe limpió a Felix en el cuello, haciendo que caiga sobre él. —Yo lo llevaré flotando, vámonos.

Mientras se alejaban corriendo Hyunjin seguía procesando todo lo había y estaba pasando. Se sentía tan impotente, debería haberse movido, haber corrido a sostenerlo como Felix le sostuvo en el momento que supo la verdad sobre su madre; pero se quedó paralizado y viendo cómo el amor de su vida se desmoronaba en los brazos de Chan. Sentía su boca seca, quería disculparse pero sabía que eso tampoco serviría para nada.

—Hyunjin. —el llamado no había escuchado la voz de Seungmin, quién ya se estaba cansando de repetir su nombre y no recibir ninguna contestación por parte de Hwang.

la casa de los indeseados || hyunlixWhere stories live. Discover now