la casa de los indeseados || hyunlix

O14

  La habitación estaba llena pero vacía en un completo silencio. Apenas hace unos minutos los mayores habían contado la historia de Kim Heechul y de la guerra azul. Los indeseados sentían muchas emociones en ese momento pero predominaban la furia, la impotencia y el terror.

Furia por como era la historia. Por el hecho de ser diferente Heechul ya había sido excluido por la sociedad y tomado como una amenaza. Esto ya llevaba directamente a la impotencia, escuchar todo sin poder hacer nada solamente entendiendo el dolor del pobre chico enamorado. El terror lo sentían por como había acabado todo, en una gran guerra que se podría repetir.

Quien más sentía esto último era Felix. Cuando Chaerin dijo que el gobierno buscaba su cabeza ya sintió escalofríos y volver a escuchar la historia de Heechul frente a todos sus compañeros hacían que sus ojos comenzaran a cristalizarse, sentía que podría ponerse a llorar ahí mismo. La muerte era tan tenebrosa y el solo pensar que su vida podría llegar a un fin tan pronto le aterrorizaba.

–Bien... Creo que debo preguntar esto. –Bom rompió el silencio con un intento de delicadeza mientras dirigía su mirada a Yongbok –Te dije que no deberías contárselo a tanta gente, se que también dije que era tu elección pero... Joder no me esperaba esto.

–Lix nos lo contó porque somos un equipo. –Heejin no sabía de dónde había sacado la valentía de hablar en un momento como ese, pero lo hizo y no pudo evitar sentirse extremadamente orgullosa de ello.

–¿Equipo? Pues sois un equipo bien grande, si. –rió Jackson mientras se recargaba en la pared con una sonrisa. No se esperaba ver a esos juntos.

–Somos la misión APNE. –dijo Minho revisando de, sorprendente, orgullo.

–¿APNE?

–Averiguar por qué nos explotan. –Eunha habló automáticamente, luego cerró sus labios con fuerza, arrepentida de haber hablado. Estar con el Minsung le estaba afectando...

–Bueno, ya lo habéis hecho... –Taemin decidió tomárselo con gracia, en parte entendía por qué los chicos querían saber sobre que sucedía. También pensaba que estaban en todo su derecho, temía que se tomasen la historia de una peor manera pero al final el ambiente se fue aligerando.

–Yo creo que no estábamos siendo tan duros... –la profesora Dami habló también con burla. Ella daba clases de  armas humanas y sin duda era de las más exigentes.

–Disculpen... –Felix no quería cambiar el ambiente que se estaba formando pero no creía que debía dejar su duda atrás. –Chaerin dijo que me querían matar... Supongo que es para evitar una guerra nueva... ¿No?

–Yo presiento que es así. Realmente tratamos de ocultar tu habilidad pero no sé como acabaron averiguandola, seguramente temen a un poder tan grande como para quitarles el trono. –Chaerin hizo que el ambiente de seriedad regresara al instante. –Estoy completamente segura de que va a empezar una nueva batalla de indeseados contra humanos.

–¡Lo siento mucho! –Felix inclinó su espalda automáticamente tras escuchar las palabras de la directora. Al final sí iba a empezar una nueva guerra por su culpa.

–Ey, ey... –Taemin se acercó a Yongbok con una sonrisa amable. –No es tu culpa, y no debes disculparte por ello. Además de que esta batalla es una gran oportunidad, si al final sucede podremos luchar por nuestros derechos.

–A eso iba. –Chaerin volvió a tomar la palabra cuándo Taemin regresó a su sito, no sin antes levantar el pulgar en dirección a Felix, en signo de apoyo. –Si volvemos a batallar e incluso a la guerra esta vez no vamos a perder. He hablado con más casas del país y todos lucharemos juntos. No sólo protegeremos a Lee de una muerte injusta también pelearemos por nosotros, por nuestros antepasados que perdieron. Si esta batalla llega a suceder recuperaremos quienes somos. Dejaremos de ser indeseados y pasaremos a ser deseados. Ya no habrá sociedad que nos maltrate, nadie nos volverá a llamar escoria. Esta vez ganaremos.