O25

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Felix sentía como su corazón palpitaba con fuerza a la espera de la llegada de Chaerin, quien finalmente diría los grupos y la misión final comenzaría. Derrotarían al presidente y lograrían su libertad.

Nadie a su alrededor hablaba, todos estaban serios. Muchos estiraban los músculos; otros parecían mirar a la nada, analizando la situación. Yongbok simplemente miraba a su alrededor, admirando la increíble tranquilidad de sus compañeros. Sabía que era normal, ellos llevaban toda su vida preparándose para esa ocasión, y él había llegado hace menos de un mes. Era solo un novato talentoso, y sabía que esa brecha iba a llegar a ser importante y le podría ocasionar muchos problemas.

Una fuerte palmada despejó a Felix de sus pensamientos, la directora había llegado.

—Bien. Chan, Minho, Changbin, Hyunjin, Jisung, Felix, Seungmin, Jeongin; iréis junto con Chungha, Dami y Joohyun. Empezaremos ya divididos, si vamos con un grupo demasiado grande será notorio. El resto irá con Bom y Jackson. —Chaerin habló con decisión, miró a todos con seriedad y sonrió levemente ante la confianza que mostraron todos al escuchar sus palabras. Sus alumnos estaban listos. —Sin nada más que decir, que empiece la misión.

El grupo de los ocho jóvenes salieron hacia fuera, siguiendo a las tres líderes:

—Vamos a dirigirnos directamente a ellos, cuando les ataquemos no van a tener oportunidad de pensar en lo que está sucediendo, ¿entendido? —habló Joohyun, todos asintieron a sus palabras, poniéndose en marcha.

Felix había aumentado su resistencia y agilidad, así que seguir al grupo ya no se le hacía difícil, es más, se sentía cómodo y rápido. Notar aquella mejora hizo que no pudiera evitar sentirse feliz y orgulloso de si mismo.

—Hey, how u doin'? —dijo Han con un forzado acento australiano mientras se acercaba feliz a su amigo. Felix le sonrió alegremente.

—Voy bien, aunque estoy nervioso por la misión, pero podemos hacerlo. —contestó Yongbok con la mayor confianza posible.

—Tenias que contestar en inglés pero bueno. —rió Jisung mientras abrazaba  felizmente a Felix por los hombros. —Entiendo tu preocupación, pero es lo último que necesitas durante una batalla.

—Lo sé, pero es difícil dejarla de lado. —suspiró el australiano, realmente envidiaba y admiraba a sus compañeros, que todos parecían sentirse seguros.

—Bueno, si te hace sentir mejor yo también estoy nervioso. Pero pienso en que tengo el mejor equipo y se me va. —Jisung habló con una radiante sonrisa, que Felix correspondió.

Antes de que pudiera abrir la boca para contestar sintió como alguien le separaba de su amigo, alzó la mirada encontrándose con Hyunjin. —Jisung eres demasiado ruidoso, no me sorprendería que el enemigo nos encontrase por culpa de tus gritos, aunque estemos a kilómetros de distancia.

—¡Pero ni siquiera estaba gritando...! Lo que tu tienes es envidia, envidia. —protestó Jisung, remarcando las dos últimas palabras.

—Primero, ahora estás gritando; segundo, ¿por qué te iba a tener envidia con lo maravilloso que soy? —habló Hyunjin con superioridad, haciendo enfadar a Han y comenzando otra discusión. Felix simplemente les miraba con una sonrisa apenada.

—Discutiendo otra vez... Cuando hagan enfadar a Dami se van a arrepentir. —rió Minho llegando al lado de Felix.

Y tal como predijo el mayor, Dami llegó y golpeó en la cabeza a ambos, haciendo que se callen y dejen de discutir inmediatamente. Aún así, se mandaban pequeñas miradas de odio.

—Bueno, iré yo ahora a molestar a la ardilla. —sonrió Minho mientras se acercaba corriendo a Jisung, quien se había adelantado un poco para alejarse de Hyunjin.

la casa de los indeseados || hyunlixUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum