¿Alguna vez han pensado que pasaría si el amor de su vida fuera su vecino, que pasaría, como vivirían? ¿Cómo harían para disimularlo? Sí, esta es mi historia, me llamo Anny Martins, tengo 21 años, estoy enamorada de mi vecino.
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(Capítulo editado)
POV:Anny
No puede ser ¿Qué hace Jacke Ryan en mi casa a esta hora? Luego que salí de mi trance, le cerré la puerta en la cara, acomodé superrápido mi casa, deberían de darme un Óscar por la mujer más desordenada del año, luego que termine abrí y aún estaba allí.
—Pensé que estabas molesta conmigo y no ibas a abrirme la puerta—lo vi un tanto nerviosa.
—Hola, Jacke.
POV: Jacke
Estoy en mi habitación sin nada que hacer y se me ocurrió ir a visitar a mi Anny, he estado reflexionando en las palabras de Franco y ya no aguanto más, debo decirle, estoy 100% seguro.
Fuera de su casa toqué el timbre por un momento creí que no iban a abrirme la puerta, cuando por fin abrieron y era ella, pero así como nada me vio se paralizó y cerro la puerta en mi cara, estaba a punto de regresarme a mi casa, cuando de pronto vuelve a abrir la puerta y aparece frente a mí, esa hermosa sonrisa que derrite, si lo que acaban de oír, hasta en pijama se ve linda, a quien se le ocurre hacer una pijama tan sensual como esa, tiene puesta una camisa de tirante que se amolda a su cintura, y unos pequeños shorts que digo pequeños diminutos que me dejan apreciar sus caderas, ¡Dios, pero me hace tener unos pensamientos! Por Dios Jacke salúdala.
—Pensé que estabas molesta conmigo y no ibas a abrirme la puerta—ella me vio un poco nerviosa.
—Hola Jacke—aún estaba atónita, no sabía ni que decir, ni que hacer.
—Hola preciosa, solo quería verte, toda la tarde pensé en ti y decidí venir, y además tú y yo tenemos una conversación pendiente—Me miro con cara de «No, por favor»
—¿Y esa conversación es dé?
—Tú y yo sabemos muy bien de que es—suspiró y bajó la cabeza, la mire de arriba a abajo y en mi rostro se ensanchó una mirada y sonrisa picara, ella trató de cubrirse un poco, y para aligerar el ambiente cambié el tema un poco—¿No vas a dejar que entre?
—Sí, claro pasa—entré su casa, es muy linda, aunque un poco desordenada, pero linda—Disculpa el desorden, es que no he tenido tiempo, lo siento.
Pasé, me senté en el sofá, ella se sentó a mi lado, y la miré de reojo, hubo un momento de silencio, aún no sabía como decirle, ella rompió el silencio.
—Ve al grano Jacke ¿De qué tenemos que hablar?—me miró sería.
—Anny no sé que me ha pasado, pero me gustas—se carcajeó y yo quedé desconcertado cuando me miró, nuevamente abrió los ojos como platos—¡Me gustas Anny Martins!—su cara era todo un poema, ella abrió y cerro rápidamente la boca, tratando de decir algo no la deje decir nada por qué la besé un beso tierno al principio, luego la cargué y la acomodé en mi regazo a horcadas sobre mí, cuando sintió lo duro que estaba soltó un pequeño gemido, y en ese momento me confirmó que también le gusto.
