¡Santa Madre De Los Vecinos!

Capítulo 11

(Capítulo editado.)

POV: Anny

—¿Qué? Jacke se quedó contigo ¿Y no hicieron nada?—negué y ella lo entendió—Anny sé que no es fácil, lo sé, pero tienes que superar esa parte de tu vida ya pasó y se hicieron cargo de eso, pero por favor, yo sé qué quieres hacer como que no pasó—sentí mis ojos picar.

—¡Santa Madre de las pendejas! No puedo me da asco de solo pensarlo sabes, no puedo me da miedo, pero si estuvimos algo cerca me besó y se intensificó un poco, pero lo aparté al recordar, es que no puedo olvidar como ese tipo me tocó, y casi me viola Lissa, fueron días terribles para mí—suspiré y ella me vio entendiendo.

—Yo lo sé amiga, no hay que reflexionar en eso, ya no pasó a Dios, gracias—me abrazó— pero bueno, cuéntame ¿Quién Demonios es Justin? ¡Santa madre de las confusas!—reí.

—Su hermano—ella abrió los ojos como platos.

—¡Santa madre de Dios! Si Jacke es lindo, ¿Cómo será su hermano?—suspiré negando.

—Es muy simpático, y muy llevadero—suspiró, luego de que tantas veces Lis me recordara que Jacke era lindo y que quería conocer a Justin se fue, me acomode para ir a trabajar, me puse un pantalón negro Alto una camisa corta color blanca labial y mi cabello suelto con ondas abajo mis preciosos conversé, mi celular vibró.

Jacke Ryan: Hola, estoy que me salgo del trabajo ¿Tú qué haces?

Yo: ¿Ya te fuiste a trabajar? Pues, yo voy saliendo a mi trabajo.

Jacke Ryan: Estoy en la oficina amor, ¿A qué hora sales?

Yo: A la misma de siempre 08:00 pm

Jacke Ryan: Okay, salgo de la oficina y te busco, ¿Me esperas?

Yo: Sí, por qué no, nos vemos.

Jacke es abogado y yo bueno, salí de la secundaria hace 4 años y comencé a estudiar medicina, pero no pude terminarla y quedé en 1 año y amaría terminar mi carrera de Medicina, es mi sueño.

Llegué a mi trabajo y comencé otra tarde más en el trabajo 9 horas después, ya estoy recogiendo para salir cuando mi celular vibra reviso.

Jacke Ryan: Ya estoy aquí.

No le respondí, cuando salí y lo vi sonreí como loca enamorada, pero la borré rápidamente, no puedo parecer eso, debo seguir con mi fachada de chica seca.

Me subí en el auto

—Hola preciosa, ¿Cómo te fue?—lo miré cansada, él se acercó y me dio un casto beso en los labios, no les niego que me gusta que lo haga, pero no quiero demostrarlo.

—Superbién, algo cansado, ¿Y a ti?—asintió.

—Bien, cansado, pero bien, ¿Tienes hambre?—le sonreí y suspiré asintiendo.

—Sí, un poco, ¿Me llevarás a comer?—él encendió el auto y en el camino coloco musicá para relajar el ambiente—¿Cómo es tu día a día al ser abogado?—él me sonrió y mientras conducía comenzó a hablarme.

—Me gusta mucho, la verdad, es un trabajo honrado, el ayudar a personas que realmente son inocentes y ganar los casos es para mí una gran felicidad—le sonreí, volteó a verme—¿Y tú qué? ¿Algo que te gustaría estudiar?

—Fui estudiante de Medicina—sonrió y me vio sorprendido—Gracias a unas personas muy importantes para mí, comencé a amar mucho esa profesión, el ayudar a salvar vidas siempre fue mi deseo.

—¿Y qué pasó con eso?—suspiré para tratar de calmar mis ganas de llorar.

—Pasaron cosas y tuve que volver nuevamente—asentí pensando en todo lo que pasó y mi piel se puso de gallinas al recordar.

Unos minutos de silencio después llegamos a un lugar de comida rápida, buscamos una mesa, Jacke tomó la carta para hacer el pedido, pero mi mirada estaba en la chica que estaba atendiendo, ya que se comía Jacke con los ojos y no voy a negarlo me muero de celos.

Miraditas y miraditas hacia Jacke yo solo suspiraba y él lo notaba, solo sonreía para sí mismo, al traer la comida, cenamos en tranquilidad y muchas risas de mi parte porque el chico me hacía reír.

A la hora de traer la cuenta la chica le pasó una nota disimuladamente, pero desgraciadamente yo lo noté.

Y mis celos no se hicieron esperar.

—¿Qué te dio Jacke?—él me vio y me pasó la nota, la chica le dio su número de teléfono y muy descaradamente le escribió "Llamame guapo"—¡Santa madre de las fáciles! ¿Qué no ve que vienes acompañado? ¡Qué hipócrita!— volteé los ojos, me dio una mirada pícara.

—¿Estás celosa?—abrí mis ojos y negué mis ojos rápidamente.

—No, solo me sorprendió el hecho de que no respetara mi presencia—rodé mis ojos.

—¿Nos vamos?—asentí al levantarme cuando tomé mis cosas, pensé en que esto no debía quedarse así y Jacke nunca estuvo preparado para lo siguiente. 

Nota de autora: Hola, estrellitas.

Próximo Capítulo editado

No olviden que Jacke y Anny les saludan y les envían muchos besos y abrazos fogosos.