Touchdown

Capitulo 1

Narra Sofía
Desperté, era temprano en la mañana, mis ojos pesaban muchísimo, tal como si no hubiera dormido nunca en la vida, mi madre y padre se habían separado, y mientras aquello pasaba mi hermano y yo nos refugiábamos entre sí.
Durante mucho tiempo existieron peleas entre ellos, hasta que al fin todo se acabó y decidieron tomar cada uno su camino; ahora mi hermano y yo nos encontrábamos viviendo junto con mi padre en Boston Massachusetts, mi madre se decidió irse del país.

-Buenos días dormilona- alguien hablo desde mi puerta.

Abrí con gran dificultad mis ojos mirando así a mi padre, lucía tan cálido como siempre, con una gran sonrisa adornando su rostro.

-Buenos días papá.

- ¿Lista para tu tercer año en la universidad?

-Sí, eso creo- dije sonando un poco sarcástica.

-Levántate, tu hermano aún no ha despertado y sé que tardas más en la ducha.

Sonreí, y me levanté, mi padre ya había salido de mi habitación por lo que quede sola, agarre mi toalla y me metí directo al baño, segundos después sentí un fuerte golpe en la puerta de este.

- ¡Sofía!

- ¿Sí?

-Déjame a mi primero por favor.

-No, entre yo primero- y entre a la ducha dejando de escuchar cómo se quejaba.

Pasaron unos cuantos minutos, y salí de la ducha, y acto seguido también del baño, corrí rápidamente hasta mi habitación evitando encontrarme con mi hermano, para evitar sus quejas.
Terminé de alistarme y bajé tomar el desayuno, en la mesa ya estaba mi hermano y mi papá.

-Buenos días Luke- dije seria.

-Buenos días Sofía- dijo mi hermano también en un tono serio ocultando una sonrisa- luces espantosa hoy.

-Tú también luces muy bien promiscuo- ambos reímos ante mi comentario.

-Apúrense que se les va a hacer tarde y no quieren llegar tarde el primer día- dijo mi papá leyendo su periódico.

- ¿Este año también vas a jugar Lacrosse? - pregunto mi hermano.

- Si, sabes que me encanta.

- ¿Vas a hacer la audición para ser la capitana?

-Obvio- sonreí.

Mi hermano y yo somos mellizos, y casi todo lo hacemos juntos, vamos a la misma universidad y estudiamos la misma carrera, sí, somos uno; solo que él es el capitán del equipo de fútbol americano y yo soy jugadora de lacrosse, aunque este año iba a hacer la audición para ser la capitana.

Terminamos de desayunar y salimos rumbo a la universidad, al llegar ya había un gran flujo de personas, mi hermano se estaciono y nos dirigimos a la entrada en la que había un grupo de animadoras dándonos la bienvenida, si, esa la grandiosa universidad de Boston.
Entramos y nos separamos, nuestros casilleros quedaban separados así que no había opción; todo el mundo se empezaba a reunir, todos saludándose, abrazándose, como si no hubiesen visto en años. Pase por el lado de unas escaleras, notando como el grupo de los jugadores de futbol americano se reunían.

Intentaba pasar rápidamente para evitar las típicas frases de ellos solo por ser "la hermana del capitán" era una molestia. Uno de ellos extendió su pie haciendo que tropezara, cerré mis ojos esperando el impacto en el piso, pero sentí unas grandes manos sosteniendo mi cintura evitando que cayera, abrí mis ojos y unos ojos azules me miraban con un espléndido brillo y con un poco de preocupación, me quede unos segundos admirando su hermoso brillo y color, son unos ojos hermosos, una suave sonrisa adornaba su rostro, el cabello se le veía un poco alborotado.
Pose mis manos en sus bíceps que se sentían grandes, me provoco un leve sonrojo, y aún no dejaba de mirarlo a los ojos, es precioso, un hombre precioso.

-¿Estas bien?- dijo el aún con preocupación en sus ojos.

-S-Si...- me interrumpieron.

-Buena atrapada Thompson- dijo aquel tipo riéndose burlón

Volví a mi postura inicial soltándome de aquel chico, agradecí por haberme
ayudado, fulmine con la mirada a otro chico, y continúe mi camino hacia el
casillero.
Aún estaba un poco sonrojada por la escena, y de mi mente no se salía aquel chico, con su mirada preocupada y su gran agilidad para atraparme, aunque es el del equipo de fútbol, no podía esperar mucho de él, a lo mejor puso ser solo una casualidad, solo un reflejo de él.

Narra Harry
Me encontraba tranquilo al lado de las escaleras, hablando con Bradley, mi mejor amigo, mientras todos los del equipo llegaban; y por supuesto molestando a las chicas que pasaban, estaban buenísimas, pareciera que en aquellas vacaciones se pusieron de acuerdo a ponerse más lindas.
Como somos del equipo de fútbol nos ponían especial atención, ¿Qué chica no quería estar con alguno de nosotros, en especial conmigo?
Luego la vi pasar, la hermana del capitán del equipo, no le quise prestar mucha atención no quería problemas con esa chica, aunque los demás no pensaban así, todos la molestaban, decían cosas que podían llegar a ser muy molestas. Ella pasaba rápidamente, pero en un instante tropezó, reaccioné rápidamente, la agarre de la cintura y la sostuve de está mirando su delicado rostro, mientras que ella permanecía con los ojos cerrados, unos segundos después los abrió, y una mirada dulce se cruzó con mi gran preocupación. Poso sus manos en mis bíceps y luego un suave color carmín apareció en sus mejillas.
Duramos unos segundos ahí, sin movernos, sin decir nada, solo mirándonos, perdidos en nuestras miradas. Nuestro momento se vio interrumpidos por silbidos
fuertes. Reaccioné y de mí solo salieron dos palabras.

-¿Estas bien?

-S-Si...- dijo mientras que la interrumpían, aún sin dejar de mirarme.

-Buena atrapada Thompson- dijo Cox en burla.

Ella se incorporó de nuevo hizo que la soltara, me agradeció en un tono de voz suave, dirigió su mirada a Cox, lo fulmino y continuo su camino, alejándose de mí, mierda.

-¿Te enamoraste Thompson?- dijo este pasando su brazo por mis hombros Nuestro Harry Thompson se enamoró- se burló.

-Eres un idiota Cox- quite su brazo- que me voy a andar enamorando, y mas de una chica como ella, además que es la hermana del capitán.

-¿Mi hermana que?- llego Luke.

-Nada, solo que tú hermana acaba de pasar por aquí- dije rápidamente.

-Y Thompson se enamoró de ella.

-La salve de una caída de este idiota- golpee a Cox.

Esa chica... No podía gustarme, por más de que fuera una mujer tan linda, tan dulce, no podía gustarme, y menos enamorarme de ella, estaba lejos de mí, y debo estar lejos de ella, somos distintos, es la hermana del capitán. Solo fue un absurdo tropiezo.

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