Touchdown

Capitulo 12

Escuchaba a Luke golpear la puerta, seguía sin hacerle caso, caminé hacia el escritorio acomodando todo lo que iba a necesitar para el día siguiente, luego me fui a la cama; cerré mis ojos y me percaté de que Luke había dejado de golpear la puerta, agarre el celular y vi un mensaje de él, no quise abrirlo, solo lo leí desde las

notificaciones:

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Mensajes

Promiscuo ❤:

"Sofía... Lo lamento mucho, no quería hacerte daño, quiero hablar contigo, pero séque ahora no quieres. Déjame hablar contigo, quiero que estés bien conmigo, quiero estar bien contigo.

¿Mañana nos iremos juntos a la universidad?

Te quiero, no me odies."

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Apagué la pantalla y volví a dejar el celular en la mesa, me giré mirando hacía la puerta, y sin darme cuenta los pensamientos me empezaron a invadir, por un lado estaba Harry y sus deliciosos labios, por otro lado estaba Luke con su inexplicable agresividad, y por otro lado estaba yo, sin saber qué es lo que pasaba, todo estaba cambiando, todo estaba diferente, desde que conocí a Harry todo empezó a cambiar.

¿Qué era lo que pasaba? ¿Qué efecto tenía Harry en mí? ¿Qué efecto tenía Harry en mi vida? Todo esto me estaba confundiendo, no conocía de nada a Harry, todo paso por un absurdo tropiezo, y ahora que, estuvo en mi habitación, me beso y lo bese, mierda lo bese y lo disfrute como a nada, mi primer beso fue el.

Sin darme cuenta me dormí, caí en un sueño profundo.

Narra Harry

Al salir de la habitación de Sofía me encontré con Luke en el pasillo. Esté me miro con furia, quise pasar de él y continué mi camino, sentí como este me siguió sin hacer sin ningún ruido, solo se escuchaban mis pasos por las escaleras, dirige mi mirada a la cocina por si estaba el señor Collins, no lo vi, así que seguí hasta la puerta la abrí y aún Luke me seguía, no quería hacer ninguna clase de ruido, fuera del que estaba haciendo. Salí de la casa y me giré mirando a Luke, esté cerró la
puerta y me agarro del brazo, alejándome más de la puerta, y de la casa.

-¿Qué mierda hacías en mi casa?- dijo aun sujetándome el brazo.
Nada que te importe Collins- dije soltándome de su agarre.

-Es mi puta casa, así que si me importa- su tono era amenazante- ¿Qué mierda hacías en mi casa?- repitió.

-Nada que te importe- también repetí.

-Estabas follandote a mi hermana- soltó.

-¿Qué mierda te pasa Collins?- dije furioso.

-Dime, te la estabas follando, aprovechaste que mi papá no estaba, entraste y te la follaste.

-¡¿Cómo puedes pensar eso de tu hermana?!- dije.

-No lo pienso de ella, pero sí de ti.

-¿Qué te pasa? Acabas de decir que tu hermana ha tenido sexo conmigo,

CONMIGO, que se ha entregado a cualquiera.

-Y si no estaban haciendo eso, ¿Qué era lo que hacían?- cruzo sus brazos y mientras levantaba una ceja.

-¿Cómo puedes pensar eso de tu propia hermana? Eres un idiota Collins- empecé

a caminar en dirección a mi casa.

Luke me volvió a agarrar del brazo haciendo que detenga mi paso.

-¡¿QUÉ MÁS ESPERAS QUE PIENSE?! DIME- suspiro- la casa sola y la puerta de ella cerrada, ¿Eh?

Lo mire sin expresión alguna- ¿Recuerdas la vez que nos viste en la biblioteca?-

asintió- ¿Qué estábamos haciendo?

No dijo nada, solo fue soltando de a poco mi brazo.

-Dime, ¿Qué estábamos haciendo ese día en la biblioteca?- volví a preguntar.

-Un... Un... Un trabajo...- dijo en un hilo de voz.

-Eres un idiota al pensar así de tu hermana- terminé de soltarme de su agarre y empecé a caminar de nuevo, pero luego, detuve mi paso, di media vuelta, lo mire, aún seguía en la misma posición pero con la mirada perdida- y que sepas que tu papá me dejo entrar a la casa- volví a dar la vuelta y esta vez sin detenerme seguí mi camino.

Caminé a paso lento, pude pedir un taxi, pero quería estar solo y tener oportunidad de pensar. Mis manos apretaron un puño, me cargue de rabia, recordé lo que dijo Luke, ¿Cómo podía pensar así de su propia hermana? Se supone que son mellizos, pero la trataba tan mal, la trato muy mal. El la conocía mejor que yo, pero pensaba estupideces de ella, era una chica hermosa, con una sonrisa perfecta, capaz de arreglar cualquier mal día, una chica que sabía lo que hacía, una chica que a leguas se veía que era una chica soñadora, una chica perfecta, una chica que no se deja molestar por cualquiera, una chica con un cuerpo precioso, con unos labios bien
delineados, suaves, dulces, perfectos...

En mis pensamientos apareció la imagen de Sofía en frente de mí, agarrando mi cara con sus delicadas manos; la imagen de nuestras frentes unidas; la imagen de ella sonriendo; la imagen de ella dejando que le mordiera su labio.

Recordé la delicadeza con la que me besaba, el dulce beso que me ella me dio, eso me dejo muy sorprendido, no supe que hacer en ese instante, y aunque después la bese y me correspondió. Me estaba volviendo loco Sofía, su boca me llevaba a un universo que ni siquiera conocía. Me hacía sentir cosas que ni siquiera sabía que podía sentir, su boca y su cuerpo encajaban perfectamente conmigo, era como si estuvieran hechos para mí, como si ella fuera para mí.

Llegue a casa, salude a mi mamá, y mi hermanita, subí a mi habitación, cerré la puerta y me deje caer en la cama, tape mi cara con una almohada, aún en mi mente estaba la imagen de Sofía besándome, la rabia que sentí por lo que sucedió con Luke desapareció; el pensar en Sofía hizo que desapareciera.

Al cabo de unos minutos sentí que alguien abrió la puerta y acto seguido quitó la almohada de mi cara; la imagen de una niña de 7 años apareció delante de mí.

-Estás diferente- dijo.

-¿Ah sí?- asintió- ¿Diferente es cómo?

-No se diferente, te ves feliz- sonrió. Me levante y la abracé evitando que se moviera.

-¿Con que feliz, eh? Bueno, siempre llego feliz.

-No, puedes llegar feliz pero no estar feliz, y estás feliz, te ves feliz- rio.

Sabía exactamente a qué se refería, y si, estaba feliz, ese era una de las emociones que me generaba Sofía.

Todo estaba cambiando, Sofía me estaba cambiando, todo estaba cambiando desde el día en que conocí a esa chica.