Capitulo 39

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En efecto, había sido uno de los mejores veranos de toda mi vida. Todos los días eran aventuras divertidas, eran cosas nuevas. Y en cada final de día resultábamos haciendo la cena juntos, riendo, besándonos, abrazándonos. Eran días espléndidos.

Falta poco ya para irnos, en realidad faltaban solo horas, di un ultimo recorrido a la linda casa en dónde estábamos. Alejada completamente del pueblo, era como si fuera un isla, pero solo era la casa, una hermosísima casa, grande y muy pintoresca, no hacía frío, pero tampoco se sentía la fuerte calor del verano, al estar rodeados
de agua el clima se volvía exquisito.

-¿Mi amor?- escuché que alguien me llamaba- ¿Sofía?

-¿Sí?

-¿Qué haces aquí?

-Solo quería disfrutar de la vista una vez más. ¿Pasa algo?

-Menos mal tengo el privilegio de ver está hermosa vista todos los días- beso mi frente- es hora de irnos, ya está todo en el barco- extendió la mano para ayudarme a levantar, la cual correspondí.

-Gracias por todo esto- dije pasando mis brazos por su cuello- ha sido el mejor verano de mi vida.

-¿Y sabes que es lo mejor?- paso sus manos por mi cintura- que fue en la compañía más perfecta que alguien en la vida puede tener.

-Te amo. Te amo tanto.

-Es hora de irnos- tomo mi mano y empezó a caminar hacia dentro de la casa.

-Por cierto, ¿Me vas a contar las historia de esta casa?

-Por supuesto que sí. Pero de camino te la cuento.

Llegamos a la entrada y Harry entrego las llaves a la señora que limpiaba y cuidaba la casa, ambos nos subimos al barco y el motor se encendió. Un aire un poco más
caluroso me daba en el rostro, está vez no íbamos de noche o casi madrugada, íbamos en plena tarde. Busque una silla y al encontrarla recordé el tacto que tuve con esta. Esa era la silla en la que me había dejado Harry cuando íbamos llegando.

Era increíble como el tiempo pasaba de rápido, y no sabía si era porque estaba con él, y con el perdía la noción del tiempo, pero parecía ser ayer que estaba sentada en esta misma silla, con los ojos vendados, sin saber que me esperaban una de lassorpresas más lindas y tiernas de la vida; y que además llegaría uno de los mejores veranos.
Fijé mi vista en el horizonte, la vista estaba preciosa, el agua se veía cristalina y perfecta. El sol estaba un poco abajo pero no capaz de chocarse con el mar. El cielo despejado. Admiraba la hermosa vista que tenía, y resulte admirándola más cuando unos ojos azules como el mar estaban frente a mí.

-¿Disfrutas de la vista?

-Sí, está vez sí- sonreí.

-Estoy pensando en volver a vendarte los ojos.

-Ah no, no otra vez Thompson.

-¿Por qué no? ¿Qué me impide hacerlo?

-Yo. Yo te lo impido.

-Eso no es problema. Tengo la venda justo aquí.

Me levanté rápido de la silla antes de que pudiera tocarme u aprisionarme.

-Si, pero no me la vas a poner- reí un poco.

-Puedo ser más rápido que tú.

-Y yo que tú- empecé a caminar hacia atrás.

-Yo no diría eso.

-¿Sabes que juego lacrosse, no?

-¿Y tú sabes que juego fútbol americano, no?

-Bien. Ya veremos quién gana.

Empecé a correr hacia la cabina del piloto, entre rápidamente y cerré la puerta con seguro. De inmediato le pregunté al piloto si era una zona segura para poder estar en el agua a lo que este me dijo que sí, tomé uno de los chalecos de seguridad y acto seguido empecé a quitarme la ropa para quedar en traje de baño. Vi pasar a Harry con la venda en mano y rápidamente me escondí. Me puse el chaleco y salí de la cabina, me acerque a la zona en dónde se podía saltar, llame a Harry y este volteo a verme, corrió con gran rapidez hacía mí, pero cuando ya casi llega di la
vuelta y me lancé al agua.

-¡Hiciste trampa!- grito desde arriba del barco.

-Te lo dije, juego lacrosse, me muevo rápido.

-Esto no se queda así Collins.

Note como Harry caminaba hacia la cabina del conductor del barco y al minuto apareció frente a mí pero aún encima del barco. Luego, sin tiempo de moverme para que no me cayera agua en la cara cuando el ya estaba dentro del agua.

-Hiciste que me cayera agua en la cara.

-Oh discúlpame, no me fijé- río.
Me acerque a él para besarlo y el me detuvo, y con sus manos empezó a
desabrochar el chaleco de seguridad.

-¿Qué haces?

-Desabrocho esta cosa que no me deja disfrutar de ti.

-Pero la necesito.

-No, no la necesitas, para eso estoy yo.

Lanzó el chaleco hacía arriba y estaba el conductor recibiéndolo con una cuerda.

-Creo que me gustabas más con los ojos vendados.

-¿Ah sí? ¿Por qué?- está vez si me acerque para besarlo y Harry me recibió feliz en sus brazos.

-Porque te quedabas quieta, y podía controlar lo que hicieras.

-Si, pero ahora estamos juntos, aquí, en el agua.

-Y no voy a desperdiciar el momento- beso mi boca con gran pasión, me tomo de los muslos y me subió en el así que enrolle mis piernas en su cintura.

TouchdownWhere stories live. Discover now