capitulo 32

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Esa misma tarde Harry se fue para su casa, yo me quedé organizando un poco mi habitación, recogiendo lo que durante muchos días no había recogido.
Una hora más tarde sentí como la puerta principal se abría, así que supuse que era Luke, al subir las escaleras, me asomé en la puerta de mi habitación para poder hablar con el, pero para mí sorpresa no era él.

-¿Qui-quien eres tú?

-Hola- Sofía.

-¿Cómo entraste a mi casa? ¡Lárgate!

-Cálmate, tranquila- este me tomo por los brazos y me adentro a la habitación cerrado la puerta de un portazo.

-¡SUÉLTAME!

-Cállate Collins. Cállate si no quieres que haga daño.

-¿QUIÉN ERES? SUÉLTAME.

-Ah chiquita- me dio una bofetada- ¡Que te calles mierda!

-Eres un maldito hijo de puta.

-Collins… ¿Tienes alguna idea de lo mucho que me gustas? No sé que le viste a Thompson, solo eres un juego para el, el nunca se toma la cosas enserio, no como yo, muero por ti, muero por estar contigo, muero por tocar cada parte de ese cuerpo.

-A-alejate de mí- mis ojos empezaban a llenarse de lágrimas- su-sueltame.

-Pero- veo que eso no te importa, veo que te gusta que jueguen contigo, ¿Verdad?-este me empezó a tocar por todas partes- así que como te gusta, vamos a jugar, vamos a divertimos un rato.

-No- empecé a sollozar- no por favor, suel-sueltame.

Este empezó a dar beso por todo mi cuello, haciéndome sentir incómoda. Una de sus manos empezó a tocarme por todos lados, mientras que con la otra me sostenía las manos. Sus piernas aprisionan las mías. Estaba totalmente indefensa.
Sus labios empezaron a descender por todo mi pecho, me empezaba a sentir sucia.

-¡Aléjate de mi!- apreté mis ojos con mucha fuerza evitando ver la situación en la que me encontraba.

Y en ese instante, sentí la puerta de mi habitación abrirse y dejé de sentir el peso en mi cuerpo, mis manos y piernas fueron liberadas de igual forma. Abrí los ojos y me encontré a mi hermano, quien sostenía a este chico por el cuello y lo tenía sobre la pared.

-¡¿Qué MIERDAS HACES EN MI PUTA CASA COX?!

Abrí muchísimo más mis ojos al escuchar su nombre, ese era el tan nombrado Cox, mi corazón empezó a latir rápidamente del miedo. ¿Cómo es que había conseguido la llave para entrar a casa?

-Creo que deberías ir a ver cómo está tu noviecito- rio sarcásticamente.

Luke me miró y me señaló con la cabeza la puerta de mi habitación y salí de ahí rápidamente para ir a buscar a Harry, dejando a Luke y a Cox solos.
Al llegar al primer piso, abrí la puerta principal y cuando iba a salir vi a Harry corriendo hacia la casa. Mi cara cambio rápidamente de expresión al verlo con el labio roto y un ojo hinchado.

-Ha-Harry, pasa.

Este sonrió de alivio.

-¿Estás bien?- preguntó con la voz un poco ronca.

-Si estoy bien, pero tú no, vamos, voy a curarte.

Entramos a la casa y cerré la puerta rápidamente, en el piso de arriba escuché un fuerte golpe que me sobresaltó, pero sin ponerle mucha atención fui en busca del botiquín.

Lo encontré y me puse de pie en frente de Harry, quien estaba sentado y con la cabeza recostada en el cabezal de la silla. Tomé un poco de alcohol en un algodón y lo lleve hasta su labio, sin aún ponerlo.

-Esto dolerá un poco- me apresure a decir.

-Tranquila, lo soportaré.

Puse el algodón sobre su labio y Harry se quejo un poco, pero al cabo de uno segundos se acostumbro. De nuevo en otro algodón tomé un poco de yodo y lo puse en su labio, pero está vez sin quejarse. Terminé de curarlo y me levanté rápidamente para ir por hielo. Lo puse en una bolsa y se lo lleve, suavemente lo puse en su ojo, y Harry me tomo las manos y en un movimiento rápido me sentó en el sofá.

-¿Qué fue lo que sucedió?- pregunté preocupada.

Harry iba a responderme cuando en un segundo note que mi hermano bajada las escaleras con Cox, lo llevaba de la camisa y este estaba lleno de sangre. Luke se dirigió a la puerta, la abrió y en un momento lo saco de casa como si fuera un perro.

-¿Estás bien Sofía?- pregunto Luke.
Asentí y lo miraba estupefacta.

-¿Y tú Thompson?
Harry asintió de la misma forma.

-Ahora, ¿Qué pasó Thompson?

-Salí de aquí, y me dirigía a mi casa. Ya casi llegando me encontré a Cox, me esperaba en la entrada de su carro y sin darme cuenta me dio un gran puñetazo en el ojo, haciendo que casi caiga al piso, luego empezó a decir un montón de cosas que en realidad no entendía. Luego me tomo del cuello me dio un fuerte golpe, y por eso el labio roto. Me tomo totalmente desprevenido y me tiró al suelo, en el bolsillo tenía la llave que me diste- señaló a Luke- metió la mano al bolsillo y saco la llave, me subió de nuevo al carro y me dejó ahí tirado. Yo rápidamente me levanté, y empecé a correr tras de él, pero era inútil, ya no se veía por ahí. Y pues ya llegué y vi a Sofía en la puerta y fue como si el alma me volviera al cuerpo-
soltó un suave suspiro y volvió a recostar su cabeza en el sofá.
Luke me miraba con preocupación, pero al cabo de unos segundos su mirada se suavizó.

-Tanto por esa llave- rio un poco.

-Gracias por haber llegado a tiempo Luke- lo mire.

-Gracias por resistir- dijo.

Y en ese instante nos quedamos en silencio, al parecer Harry se había quedado dormido, y yo me quedé en silencio junto con Luke.
Era un alivio tenerlos a los dos.

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