Capitulo 34

7.9K 329 2
                                    

Tres meses después. A punto de que llegue el verano. A punto de que nos den las vacaciones de verano. Me encontraba en clase, la última hora, la más tediosa, sabiendo que falta solo minutos para salir.

Este verano Harry había planeado algo para nosotros; con mucho tiempo de anticipación me pidió que dejará las vacaciones libres, así que hablé con mi padre para decirle que iba a estar con Harry y que a lo mejor no iba a visitar a mi mamá, ya que normalmente en verano mi hermano y yo íbamos a visitarla. Mi papá no tuvo problema con eso, acepto y ya.
Al sonar la campana guarde las cosas en mi mochila y salí del salón. Caminé hacia la entrada y me encontré con Sam y el amigo de Harry, Bradley. Ellos dos después de que se conocieran, sin saber cómo se volvieron muy cercanos, y se nota a simple vista que se gustan, que se quieren, pero según lo que me dice Harry, y lo que me dice Sam, ambos le tienen miedo al compromiso, así que no intentan nada, no buscan nada, por más de que estén babeando el uno por el otro.

Segundos después sentí que alguien me tomo de la cintura, gire la cabeza encontrándome con unos brillantes ojos azules, y una gran y preciosa sonrisa.

-Hola…- dije en un susurro solo audible para él.

-Deberías irte a casa y terminar de guardar tus cosas- dijo de la misma manera.

-Pero si ya lo tengo todo empacado y listo- sonreí tiernamente- solo debo darme
una ducha y cambiarme de ropa.

-Creo que no has guardado todo- depósito un beso en mis labios- y ve y dúchate, estás a tiempo de hacerlo.

-Pero- lo mire confundida- ¿cómo sabes que no he guardado todo?

-Solo lo se- volvió a darme un dulce beso- vete a casa, pasaré por ti a las cuatro.

Asentí y bese ahora yo sus labios, al separar la mirada de él, note como Sam y Bradley nos miraban sonrientes y un poco incómodos.

-Nunca creí ver a mi chico así- dijo Bradley en tono burlón.

-Ni yo a mi chica- agrego Sam.

-Me lo hechizaste, me lo jodiste de amor y ternura- empezó a reír.

-Cállate idiota- dijo Harry, y me fue inevitable reír con lo que dijo Bradley.

Me despedí de los chicos, y me encaminé a casa; a mitad de camino me tope con alguien grande, subí la mirada y al verle la cara, mi cuerpo empezó a temblar de miedo.

Tranquila Collins, no voy a hacerte nada- dijo este chico.

-Solo déjame pasar, por favor- me apresure a decir.

-Quiero pedirte perdón por lo que sucedió hace unos meses, de verdad que no…

No supe ni que hacer, ni supe cómo pasó, me deje llevar por la furia, la envidia y los celos que sentía de Harry y no me pude controlar…

-Ya déjalo…

-Aléjate de ella Cox- escuché la voz de mi hermano y mis nervios se calmaron un poco- te vi, vete, aléjate de ella, sabes que no puedes acercarte.

-Solo quería pedirle disculpas.

-Y ya lo hiciste vete.

-¡Vete a la mierda Collins! Espero que algún día me puedas perdonar Sofía- y se alejo a paso rápido.

Dirige mi mirada a mi hermano quien me sonrió cálidamente.

-¿Estás bien? ¿No te toco ni nada, cierto?

-No. Estoy bien.

-¿Puedo irme contigo?- pregunto bajando la mirada.

-¿Hoy no te vas a ver con tus amigos?

-No… Quería estar contigo- sonrió- no te voy a ver durante todo el verano y se que me vas a hacer falta entonces no quiero desperdiciar el tiempo contigo.
A ese poco de idiotas los voy a ver todo el maldito verano, a mi hermana no.
Lo abracé dulcemente y empezamos a caminar juntos contando anécdotas
divertidas de nosotros juntos, además de que hablamos de mi relación con Harry y lo bien que el me hacía sentir.

Al llegar a casa, abrí la puerta y entramos juntos, me dirige a la cocina y está se encontraba mi papá lleno de harina, tanto que me fue imposible no reírme. Le besé la mejilla y agarre un vaso para llenarlo de agua. Acto seguido me puse a analizar la cocina notando que casi todo estaba manchado de harina, luego vi el mesón y en este había una especie o intento de postre, sonreí inevitablemente.

-¿Y ese postre papá?

-Se supone que es para ti, para que comas antes de irte.

-Papá no me voy para toda la vida.

-No, pero si todo un verano, cuando normalmente te ibas una semana y era a dónde tú mamá, no con un chico.

Ay papá- bese su mejilla llena de harina- no me voy toda la vida.

-Se que no- me acerque a la salida de la cocina- ah sí hija, por cierto.

-¿Si?

-Hoy te llegó un paquete, no quise destaparlo así que lo lleve a tu habitación.

-Gracias papá. Iré a ducharme.
Salí de la cocina y empecé a subir las escaleras, entre a mi habitación y me encontré con una caja de un tamaño considerable en mi cama; cerré la puerta a mi espalda y corrí a abrir el paquete, tomé una tijeras para rasgar la cinta, y al abrirlo me encontré con una tierna nota.

Ay papá- bese su mejilla llena de harina- no me voy toda la vida.

-Se que no- me acerque a la salida de la cocina- ah sí hija, por cierto.

-¿Si?

-Hoy te llegó un paquete, no quise destaparlo así que lo lleve a tu habitación.

-Gracias papá. Iré a ducharme.
Salí de la cocina y empecé a subir las escaleras, entre a mi habitación y me encontré con una caja de un tamaño considerable en mi cama; cerré la puerta a mi espalda y corrí a abrir el paquete, tomé una tijeras para rasgar la cinta, y al abrirlo me encontré con una tierna nota.

Eres el mundo que quiero descubrir. Eres el planeta al que quiero visitar. Eres la constelación en la que quiero vivir.
Quiero estar contigo el tiempo que me permitas estar, pero mientras tanto, quiero disfrutar cada segundo a tu lado. Fuiste mi primera vez en muchas cosas, así como se que yo fui las tuyas; espero seguir teniendo primeras veces contigo.
Por todas las primeras veces, las que pasaron y las que vendrán.

Te amo.

Con amor: Harry Thompson.”

Después de haber leído esa nota mis ojos se llenaron de lágrimas, me apresure a quitar los papeles que cubrían el contenido de la caja, y más lágrimas empezaron a bajar al ver lo que venía dentro de ella.

TouchdownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora