1. Rubia

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Bianca

Juego 1: Shadow Valley vs Maynard


De alguien escuché que cada persona tiene derecho a cometer tres grandes errores en toda su vida.

Y pues...

De fondo podía escuchar a mi padre maldecir y bufar frente al televisor, un narrador de deportes con voz grave y ese tono sabelotodo que tenían todos anunciaba el medio tiempo del partido con el equipo local perdiendo por treinta puntos. Pero en mi habitación, más exactamente en el pequeño baño a un lado de mi habitación, estaba reproduciendose en bucle Marry you de Bruno Mars como permanente recordatorio de mi único gran y — estúpidamente atractivo— error. Era muy probable que hubiera escuchado esa canción mil veces en el último mes pero sentía que nunca iba a ser suficiente para arrepentirme, ni aunque llegara a reencarnar diez vidas más podría dejar de patearme mentalmente por lo que hice debido a esa canción.

Y no, yo no soy melodramatica o extremista. En general soy bastante paciente, fríamente calculadora y — por supuesto — sensata. Doblemente sensata. La parte de sensatez que le falta a mi hermano me fue dada a mí, naturalmente.

Sin mi nadie de mi familia sobreviviría una semana. Soy esa clase de sensatez.

Es por eso que no hice una mueca cuando levanté el cepillo a mi cabeza para comenzar a dividir mi cabello en secciones; primero dos, luego cuatro, luego seis, perfectamente proporcionados. Ni tampoco me permití sufrir demasiado cuando los olores a químicos subieron hasta mi nariz y me picaron los ojos cuando extendí el tinte barato —si ese tinte — por el primer mechón suelto a un lado de mi frente.

Incluso fui más lejos como para sonreír hacia el espejo cuando me veía patética, me felicité y me di unas imaginarias palmadas en el hombro.

Mi madre es oficial del ejército y durante años intentó que mi hermano tomara la decisión de enlistarse, hubo largas charlas sobre valores, estrategias militares, beneficios, gloria y fue tan lejos como para hacerle un uniforme a escala para que viera cuán guapo se veía en uniforme. Pero mi hermano, ese sin sensatez, escogió el fútbol americano por encima de todo. Y de todos. Y entonces yo, dotada doblemente de ello tuve que escuchar esas largas charlas y ser quien era pinchada mientras hacía el estúpido uniforme. Quizás fue eso lo que marcó el rumbo de mi vida y me enseñó a ser quien soy.

Aprendí que un soldado cuando se enfrenta un problema: 1) Analiza el entorno, 2) Evalúa sus opciones, 3) Construye alternativas y 4) Escoge una solución. Por encima de todo debe escoger una solución y resolver el problema. Vidas podrían depender de ello.

Entonces yo, quien siempre se debe enfrentar a los problemas de los demás , debo escoger una solución. Siempre.

Y en esas últimas semanas fue cuando me enfrente a un problema propio que yo misma ocasione con ese gran —de ridículamente proporcionados músculos — error. Y no iba a ser la excepción, debía encontrar la solución y resolver el problema.

Luego de un intenso análisis, evaluación del entorno, descarte de opciones y construcción de alternativas, todo realmente a profundidad encontre la solución en un tinte para cabello rubio.

Si, aja.

Yo le dije a él, el gran — descomunalmente popular— error que yo era castaña. Y pues él está buscando una chica castaña.

Esta es mi solución, seré rubia.

Y listo. Problema resuelto.

Este es el momento de la risa hilarante porque ni siquiera yo me lo creo.

×××

Primero que todo... *inserte risa hilarante con sonidos de foca*

Xd

Y despues de reírnos de las desgracias de nuestra inocente protagonistas, sinceramente quiero a agradacerte querida persona que le ha dado una oportunidad a esta historia. Te prometo que disfrutaras, lloraras tantito y te enamoraras de corazón.

Gracias. Gracias.

- Lolo ❤️

Touchdown en tu corazón Where stories live. Discover now