CAPÍTULO 28

26.8K 1.6K 162
                                    

P.O.V. Leyla

Por primera vez en mucho tiempo me sentía flotando en una nube. Los rayos del sol y los pájaros dando la bienvenida al día no conseguirían levantarme de este sueño. Me removí en la cama pero algo me impedía cambiar de posición.

¿Qué era esto? Para ser una sábana pesaba mucho y daba demasiado calor. Con fuerza de voluntad abrí los ojos luchando con las ganas de seguir durmiendo.

Al principio no visualicé nada hasta acostumbrarme a la luz que entraba por el enorme ventanal.

Cuando ya supe lo que me aprisionaba, mis mejillas se ruborizaron y solo podía desear que la tierra me tragara bien al fondo.

Alex dormía profundamente encima de mi desnudo pecho, usando mis pechos como una alternativa de almohada. Su rostro de adolescente reflejaba una tonta sonrisa que me encantaba, y mi fina piel se erizaba cuando soltaba su caliente respiración.

No entendía cómo habíamos llegado a esto. De repente una especie de flashback me recordó todo lo que habíamos hecho anoche,incluso lo que dije, y mi vergüenza aumentó ante mi pervertido comportamiento y el suyo.

De los meses que estaba con él de un lado para otro, de discusiones y risas, nunca había visto ese lado oscuro de él, y lo peor de todo es que ya me había vuelto adicta a esto.

Se removió un poco para acomodarse y me provocó un débil gemido al rozar mi pezón derecho con su nariz. Como si hubiera sido su despertador pestañeó los ojos, acostumbrándose a la luz. Estaba algo desorientado. No sabía si volver a hacerme la dormida serviría ya que no funcionaria por los estruendos que hace mi corazón.

Nuestras miradas se encontraron y su boca formó una sonrisa de pura felicidad y yo solo podía ponerme más colorada y nerviosa por segundos.

-Buenos días mi ángel -dijo Alex buscando mis labios, dándome un pico.

-Bu...buenos...d...días -estaba en shock. No sabía lo que había que hacer en estas situaciones.

Cuando me acostaba con uno era yo la que pedía que se fuera o me iba yo si era el caso. No me gustaba dormir al lado de un hombre haciendo la cucharilla. Con Alex iba a ser todo lo contrario, pero no sabía afrontarlo en este momento.

"Por favor, que no diga ahora lo de "Fue una noche increíble" o esas citas después de un polvo"

-¿Has dormido bien?

-S..Sí -dije aunque había algunos músculos de mi espalda que me dolían. Gracias a la Diosa que no lo dijo.

-Fue una maravillosa noche.

"Mierda"

Ahora si que ya estaba en estado de embullición. Mi cara reflejaba toda la vergüenza que no tuve anoche provocando que Alex riera a carcajadas. Aparté nuestras miradas ocultando mi rostro en una mano, intentando saber como lidiar con esto.

El peso que tenía encima se fue aflojando. Miré disimuladamente entre mis dedos. Alex se había incorporado un poco, mostrándome su perfecto torso bien formado. El brillo que le daba la luz del sol le daba un aspecto espectacular. Bajando más la vista visualicé que no tenía nada que le cubría. Junté los dedos que me impedían seguir viendo.

Si no llegué a enfadarme con eso, lo hice con la carcajada que hizo ante mi reacción, pero también estaba avergonzado, por lo que se sentó en la cama y se puso los boxers y los pantalones.

-¿Có..cómo...? -me callé y me escondí debajo de la sábana.

-Ayer no estabas así de tímida conmigo Leyla -su voz sonaba burlona.

Tensión Lobuna (Corrigiendo Partes) Where stories live. Discover now