CAPÍTULO 4

35K 2.7K 465
                                    

-¡¿Por qué demonios tengo que hacer esto?! -me dije a mi misma.

Mi loba empezó a reírse de mí, divertida de todo aquello.

Me encontraba oculta en una de las miles de columnas que hay en el instituto, escondiéndome por si aparecía en algún momento. Las clases habían acabado y los alumnos que pasaban por mi lado me miraban extrañados y con miedo. La verdad, ir vestida de negro con una sudadera enorme y la capucha tapándome toda la cara no es que diera mucha confianza, más bien lo contrario. Me moría de la vergüenza y deseaba salir huyendo sin mirar atrás. Tendré que dejar de ver películas de espionaje antiguas. Diosa...me sentía como una acosadora.

Mi loba estaba feliz. Deseaba mucho ver a su compañero y esa felicidad hacía que me sintiera a gusto y viva.

"¡Quieres parar de menear la cola de un lado a otro!"

"No puedo evitarlo, ¡por fin voy a verle y a estar con él!"

"No tan de prisa cariño, yo no he dicho que vayamos a aceptarlo. He accedido en que le veamos, nada más"

"Ya cambiaras de parecer, ya verás" dijo con astucia.

Rodé los ojos. Últimamente lo estaba haciendo mucho.

"A veces no sé cómo llego a entenderte, eres una infantil"

"Tenemos unas personalidades muy similares, somos la una para la otra"

"Pues olvídate de este mate y quédate conmigo" dije con burla en mi voz mientras seguía mirando si había algún rastro de él.

"Que graciosa, tú no me podrías dar todo lo que quiero"

"Oh, eso ha dolido" le dije con sarcasmo "Además, si quieres esa clase de satisfacción, te la puedo dar yendo a un sexshop y..."

"¡Deja de decir esas cosas! Si que eres pervertida"

"No, perdona, las dos somos unas pervertidas. Tú te quieres lanzar directamente a sus brazos y abrirte de piernas"

"Tarde o temprano lo haría" me soltó esa pulla.

"Siempre quieres salirte con la tuya" y me dio un gruñido de victoria.

Seguíamos vigilando y no lo veíamos por ninguna parte. Cambiaba de lugar cada media hora buscándole por todas partes del instituto y nada. Me dirigí hacia las clases, por si se encontraba ahí, pero ni rastro.

"Bueno, parece que no está aquí"

Mi loba gruñó de tristeza

"Pero me tienes a mí, no te sientas tan triste"

"¡No tiene gracia!"

"Yo ya he cumplido, he venido y no lo hemos encontrado"

"¡Sigue buscando!"

Esperé unos minutos más. Ya quedaban menos estudiantes y eso me relajaba de cierta manera, así que me quité la capucha y saque mi pelo. Mi loba gruñía y lloraba, y yo la intentaba calmar.

"Tranquila, vendré mañana y le volveré a buscar"

"¿En serio?"

"Te lo juro, ahora va-"

Noté como una mano agarraba mi brazo tirándome hacia atrás. Me quedé atónita y paralizada por la sorpresa. Me metió en una clase pequeña y cerró la puerta con una patada, escuchándose un ruidoso golpe en el pasillo que pasó inadvertido. Volví a reaccionar y empecé a alterarme por saber quién había sido.

Tensión Lobuna (Corrigiendo Partes) Where stories live. Discover now