- La furia de Babilonia IX : Las memorias de Lucifer I -

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Aun puedo recordar cuando yo era el amado ángel de la luz, el ángel que Padre más amaba sobre la creación y quien paseaba por los jardines de Babilonia siendo admirado por todos. Mi jardín favorito era el último, aquella plataforma que flotaba y que estaba lleno de rosas blancas y era mi lugar favorito porque podía verla...a ella a la diosa que cargaba Babilonia.

¿Cómo fue que la conocí? Por la Diosa que comencé una rebelión, merezco el infierno por querer su gloria....

La primera vez que Padre creo Babilonia, las cosas eran tan diferentes a lo que ella vivió y caminó entre los jardines que antes yo disfrutaba, al principio Padre solo creo siete ángeles superiores y yo era uno de ellos, me llamaban "Lucero de la mañana" porque mi misión era dar luz a toda la creación, mi padre me amaba sobre todos los ángeles y admito que ser amado era la mejor sensación en la existencia, era como estar un lo más alto de la creación y poder mirara desde Venus a los demás...solo sentía lastima por todos, hasta por Padre, porque a veces lastima el no poder amar a las personas como ellos se merecen.

Siempre que miraba el cielo nocturno podía escuchar una ligera melodía que al parecer solo yo podía disfrutar...entre el sonido del mecanismo que giraba los jardines ¿Quién podría tener tan maravillosa voz?...

Se nos tenía prohibido acercarnos a los limites del jardín y de echo estaban protegidos con miles de rosales que poseían las espinas más agresivas en los jardines, pero muchas veces yo podía ingeniármelas para poder burlarme de ellas y sentarme a las orillas de Babilonia para admirar el Edén...fue en una de esas noches, cuando yo la descubrí.

Aquella noche, los luceros que Padre había creado para nosotros, sus ángeles, estaban brillando como nunca lo hicieron o lo harán en miles de vidas ... puedes creer dos cosas; que aquella era la noche más perfecta de la creación o que lo que brilló para mí fueron sus ojos que confundí con estrellas.

Caminaba en mi jardín favorito y fue cuando escuché lo que al parecer era un leve murmullo en el espacio infinito de Dios, me detuve un momento incrédulo de lo que había llegado a mis oídos , ciertamente no era la primera vez porque reconocía aquella melodía pero muchas veces pensé que solo era un invento de mi cabeza pero esa noche me di cuenta de que no era así y de aquel canto me estaba llamando.

Al principio dudaba de donde provenía aquella voz , miraba a todos lados...alcé mis ojos de nuevo hacia los astros que iluminaban pero no veía nada...¿En los otros jardines? No lo creo ¿En el abismo? Puede ser ¿ Las rosas me dejaran acercarme? Lo intentaré; poco a poco me fui acercando al acantilado...la voz era mucho más potente y eso me emocionaba más , di zancadas rápidas para poder llegar y me quedé un momento esperando la reacción de los rosales los cuales al parecer me darían permiso de acercarme al vacío.

Di un paso, las rosas no hacían nada, di otro paso y las rosas por primera vez me abrieron el camino...¿A caso sabían que deseaba explorar más? Así llegué al limite del jardín con el corazón palpitando al cien y mis pensamientos dando de vueltas asomé mi cabeza nervioso de saber que encontraría en aquel imaginaria oscuridad que yo soñaba...fue en ese momento cuando me perdí entre aquel cabello parecido a una tormenta que flotaba con violencia en el espacio.

-¿Qué eres tú?- pensé que lo había murmurado

En ese momento aquel ser alzó su rostro y me miró con aquellos ojos como la luz , tan claros y cálidos , unas pequeñas alas salían de su cabeza y otras inmensas de su espalda.

+Sella ángeles+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora