-El ángel de la oscuridad XI-

54 4 0
                                    

-La berrera entre el cielo y el infierno....- susurró Mitzyku mientras que se acomodaba el cabello pues  hacía mucho viento  - Los ángeles desterrados pasan mucho tiempo ahí- pensó mirando el horizonte - ¿Por qué te desterraron? - se colocó un hermoso casco plateado y comenzó a caminar entre las hermosas Lycoris radiatys.

+

Cuando partí de la casa de mi hermano me fui al departamento en donde Kai y yo pasábamos los días y noches amándonos.

Por fortuna no se habían cambiado las cerraduras y al entrar Hana me recibió con alegría - Hola pequeña...- le dije mientras me hincaba para poder acariciarla y dejar que me lamiera el rostro - ¿Me extrañaste? - pasé mi mano por  su cabecita  - No te preocupes bonita...te prometo traer de nuevo a Hiwatari - parecía que aquello la puso más contenta.

La casa no había cambiado demasiado desde el último sueño en que lo visité  así que me puse a limpiar un poco la sala, la cocina y el cuarto. Cuando terminé me senté en el sillón para beber una taza de té acompañada de Hana mientras escuchaba música me quede dormida abrazando a la pequeña perrita.

Mis sueños eran bastante aterradores y me veía corriendo entre los jardines de Babilonia sin poder encontrar a nadie. Despertaba a cada momento y me quedaba mirando el techo que aveces sentía que sería tragado por la oscuridad; y así pase parte de la noche en un bucle de dormir, pesadillas, despertar y mantenerme en vigila. Había conciliado un poco el sueño cuando Hana saltó de mi regazo para ladrarle a la puerta, yo me quede sentada por un momento hasta que escuche cómo golpeaban la puerta y eso hizo molestar más a Hana pues comenzó a gruñir y a ladrar con más fuerza, la verdad es que no pensaba abrir la puerta hasta que escuché a quien estaba del otro lado. 

-Hermana¡¡¡ Hermana¡¡¡ ábreme por favor¡¡¡- golpeo de nuevo - Ya sé que estas aquí¡¡¡-

Me di un leve golpe en la cabeza. Se me había olvidado que mi hermano podía ver el futuro. Cargué a Hana y abrí la puerta para ver a mi hermano un tanto molesta....pero el me miró alegría y mientras lloraba entró en el departamento al mismo tiempo que me abrazaba.

-¿Por qué lloras?- le pregunté entre molesta  y sintiendo algo de lastima por él.

-Porque estaba preocupado por ti- contestó mientras se aferraba tanto a mi que hizo llorar a Hana,así que él se separó de mi un tanto avergonzado y yo coloque a la pequeña en el sofá - Lo siento mucho- me dijo él mientras bajaba la mirada.

-No te preocupes, no la lastimaste mucho....- le respondí tratando de sonreír.

ÉL negó con la cabeza y alzó el rostro que estaba rojo por las lagrimas ¿Desde que momento comenzó a llorar?  - No por eso....si no por todo lo que hice desde el momento en que te encontré- se tapó el rostro y lo escuché berrear como un niño pequeño con alguna culpa y yo me quedé por un momento sin saber que hacer....él era mi hermano pero yo tenía mucho resentimiento por el abandono que sufrí de parte de mi "familia" y no sabía como reaccionar, así que ambos nos quedamos parados a una distancia en la oscuridad de la sala en donde solo se escuchaba como lloraba.

-Vamos a sentarnos...- por fin pude hablar, le tomé del brazo y lo senté en el sofá, me dirigía encender una luz y me quedé recargada en la barra de la cocina mientras lo miraba, estaba sentado mirando al suelo sin atreverse a verme.

-¿Quieres agua?- pregunté y el respondió que no con la cabeza  y de nuevo reino en el ambiente un incomodo silencio pues yo no sabia que decirle a mi hermano.

-Bien....- fue él quien después de un suspiro comenzó a hablar - Antes que nada supongo que te debo contar toda la verdad- seguía sin mirarme y mi corazón comenzó a latir con fuerza mientras recordaba mi primer día en la orden.

+Sella ángeles+Where stories live. Discover now