Lust

Capitulo 25

Una tormenta había cubierto el cielo. Aun no daba el comienzo a la lluvia y los truenos pero el cielo ya estaba dando un aviso. El avión aun así despego. La línea de vuelo que la empresa contrataba era una de las mejores. Los pilotos fácilmente podían controlar su avión en medio de una tempestad.

Sin demorar, despego sin ningún problema. El vuelo duraría 6 horas a lo mucho. Recién estaban dando lugar a la primera hora. El avión se tambaleaba un poco. Al parecer el capitán hacia un buen trabajo. Ryan lo acompañaba a su lado, viendo algo en su teléfono. El por otra parte divisaba por la ventana. Viajaban por encima de las nubes. Donde el sol se encontraba oculto.

En ese momento la azafata se acerco con un par de copas de champan. Justin se volcó, agradecido por la bebida viendo a la hermosa chica. Una asiática de cabellos negros y rostro encantador. Algo bajita pero con un cuerpo excepcional. La escaneo a la perfección. Ella algo sonrojada se alejo moviendo las caderas apropósito. Ryan igual la vio perfectamente. El tenía delirio por las asiáticas por alguna razón desconocida. En ese momento los aturdió el mensaje proveniente del teléfono de Ryan. Con algo de ansias tomo el teléfono. No pasaron muchos segundos para que sus pupilas se dilataran y contenga con dureza un gemido. Justin se dio cuenta de su actuación y se acerco a el, viendo en la pantalla. Su pupilas igualmente se dilataron.

-hermosa, ¿no? - espeto Ryan -

Justin solamente asintió, intimidado por aquella belleza que contemplaba. Una morena de ojos mieles. Cabellera negra espesa y piel canela. Con pechos a la perfección, tamaño únicamente perfecto y una cintura que favorecía sus curvas. Aun que no se le veía el trasero, las piernas que descansaban en el sillón eran tan figuritarias y delirantes. Largas y exquisitas.

-¿donde encontraste a esa preciosura?

Se encogió de hombros, bloqueando la pantalla, mirando a su amigo - ella vino a mí. Como todas las demás - murmuro con dignidad-

Justin rio por lo bajo. Ryan tenía razón. Todas las chicas se acercaban a él. Ninguna se salvaba de sus encantos. Era guapo y empresario de una empresa exitosa. Con mucho dinero para gastar. Ryan no conocía ni una chica que no haya querido estar con él. Pocas eran las que resistían.

-siempre has tenido bellas mujeres

-al igual que tu - alago Ryan -

- lo sé pero, tu consigues mas y ni siquiera haces esfuerzo - pauso y desafío con la mirada a Ryan, algo de broma entre ellos -

- tu tampoco. Solo que te encierras en una sola mujer por mucho tiempo, que pierdes la oportunidad de experimentar con más

- no me encierro en una sola mujer - protesto -

- lo haces, paras en ese burdel y escoges a la misma, no experimentas con otras

-¿y la rubia que me presentaste o la castaña de la anterior semana? ¿no cuentan?

-claro que cuentan y Patricia vale por dos pero, yo hablo de una diferente cada noche, no cada semana

-¿y qué quieres? ¿Qué embarace a una de ellas o que me peguen una enfermedad vinería?

Ryan negó con la cabeza suavemente - sabes que eso no es posible. Existe la pastilla, las inyecciones y el condón para prevenir el embarazo

-¿y qué me dices de las enfermedades?

- y para eso existen los chequeos médicos- pauso - a mi me pegaron herpes pero fui al médico a tiempo y logre curarme completamente

-pero el herpes no se cura - murmuro Justin con las cejas fruncidas-