Lust

Capitulo 53

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Justin se quedó apoyado en la pared del primer piso. Se escuchaba de fondo, muy despacio, el llanto de un bebe. Su mirada perdida entre el mármol del piso del hospital. Cualquiera que lo hubiera visto en ese momento diría que era un vagabundo. El cabello desecho, hecho todo un nido de pájaros. La camisa blanca, fuera del pantalón y arrugada a más no poder. Su saco a juego con el traje lo cargaba Victoria que aun hacía fila en la recepción de la clínica. La ojeras debajo de sus ojos y la falta de vida en ellos, reflejaba su dolor y angustia. Los labios los tenia secos y con pequeñas heridas debido a las mordeduras que el mismo provoco tratando de calmarse en distintas ocasiones. Las mejillas contenían los rastros de lágrimas que el mismo no pudo contener y fueron derramadas hasta ahogarse en la comisura de sus labios.

Victoria miro a su amigo con pena. Suspiro sin poder hacer nada y siguió esperando su turno. Allí estaban, aguardando que les llegue el turno para que Justin firme los papeles para poder sacar a la bebe del hospital. No deseaba hacerlo en ese momento pero debía de tomar aquella decisión. Ya había discutido con Victoria eso. La bebe se quedaría con ella durante unos días. Hasta que ___________ se recupere. De lo contrario, si la sangre no llegaba a tiempo y todo llegaba a un final trágico... Aun Justin no había pensado en aquello, le aterraba siquiera asomarse a lo que podía pasar. No tenía la madera para ser un padre soltero. Apenas soportaba a los bebes. ¿Cómo haría para soportar a la bebe que mato a la mujer que el mas amaba?

Victoria acepto el trato de quedarse con la criatura por unos días mientras la tormenta pasaba. Pero puso su condición. Justin tenía que ver y cargar a la bebe antes de que ella se lo lleve. Quería que él sintiera a su propia hija. Que se compadezca de la pobre bebe que si todo empeoraba se quedaría sin madre. Un dolor que solo podían compartí padre e hija.

La fila le cedió a Victoria paso hacia una de las oficinas. Pedio los formularios para firmar y sacar a la bebe de la incubadora. En ese momento lo llamo a Justin. Él tenía que firmar los papeles. Suspiro designado y se acercó. Con la perfecta y atractiva letra. La firma estaba impresa en un papel. La secretaria lo sello y se los entrego con la orden de que vayan la sección de pediatría para poder llevarse a la bebe. Victoria asintió y tomando la mano de Justin caminar hasta el pasillo C donde se encontraba pediatría

Con cada paso que se acercaban se podía escuchar el llanto de un par de bebes. Eso irritaba la poca paciencia que Justin aguantaba junto con su dolor. Volvió a morderse los labios y cuando menos se lo esperaba se encontraba frente a un gran vidrio. Daba hacia una habitación que mostraba a todos los bebes dentro de las incubadoras. Sus ojos viajaron por cada uno. Unos dormían, otras jugaban con sus pies, dos de todo el montón lloraban. Y uno que otro miraba a todos lados de seguro pensando en donde estaba y porque los habían separado de su madre. El pensamiento hizo un fuerte impacto en Justin. Aparto la vista esperando a Victoria que fue ella quien decidió ir a traer a la bebe.

Unos susurros se asomaron por una puerta entreabierta que estaba al lado de aquella habitación. Reconoció la voz de su amiga. Apretó el puño. No estaba listo. Esta nervioso y comenzó a sudar sin parar. Cuando menos lo espero Victoria abrió por completo la puerta y salió con la bebe en los brazos. Arropada entre mil mantas que evito que Justin viera el rostro de la criatura. Victoria no miro hacia él, estaba contemplando la pequeña que dormía en sus brazos. Justin miro la escena. Victoria sonreía con ternura mientras sus ojos brillaban.

-Es hermosa - pronuncio - se parece a ella - Elevo la vista hacia su amigo -

Justin no dijo nada solamente miraba algo aterrado hacia la niña dormida.

-cárgala, Justin. Mira a tu pequeña hija

Justin trago saliva mientras veía como Victoria se acercaba con cuidado y ofrecía a la bebe con mucho cuidado. Justin respiro profundo. Tenía miedo de ver a la bebe y odiarla con tan solo ver que se parecía a ________. Sus pensamientos le asustaban. Guardo las ganas de decir no y huir de allí. Extendió los brazos tomando a la niña entre sus brazos. Su rostro se había tapado suavemente con la manta. La apego en su pecho como un padre innato y con cuidado le descubrió la cara.
Contuvo la respiración y sus ojos se cristalizaron. Victoria tenía razón. Era el retrato de su madre. Las pestañas largas y negras. Los labios carnosos, la piel canela y las gruesas y oscuras cejas. Sonrió al contemplar aquel pequeño rostro. La primera lagrima resbalo por su mejilla. Noto que también se parecía a él. La nariz era la misma y las orejas también. Con apartar un poco más la manta se podía ver su poco cabello. Eran risos dorados, un poco más oscuros que los de su padre. Era hermosa. La bebe más hermosa que había visto en toda su vida. Otra lagrima bajo por su mejilla y trato de que el llanto no se asomara. Aquel acto de retener las lágrimas hizo que la bebe despertara poco a poco y al abrir sus ojos, Justin detuvo su corazón. La bebe lo miro fijamente con los mismos ojos que los que tenía su madre. La madre de él. Esos ojos que Justin adoraba de su madre. Esa a los que daba todo por ver de nuevo hace muchos años y ahora esos estaban allí. Contenidos en su hija. La bebe sonrió con inocencia. Mostrando la misma sonrisa que _________ esbozaba cuando se halla divertida. Eso lo rompió. Hizo que se quebrara en miles de pedazos. No lo soporto más. Le entrego la bebe a Victoria.

Salió corriendo por los pasillos hasta que encontró la salida del hospital. Sin dudarlo dos veces salió corriendo y con las lágrimas en los ojos. Se detuvo al estar ya a varios metros de la entrada. Paso su mano por su cabellera y dejo salir un grito de impotencia. Comenzó a enojarse. Dejo caer los brazos y miro hacia el cielo.
-¿Por qué me haces esto? ¿Por qué? - grito con fuerza deseando desvanecerse-

Y lloro. Todos dicen que los hombres no lloran pero es la mentira más grande que puede existir. ¿Cómo puede un hombre no llorar? Cuando son ellos los que son más sensibles. Si, como lo oyes. Ellos pueden a sentir incluso más que las mujeres pero no lo sueltan con tanta facilidad como las chicas. Necesitan algo muy fuerte para abrir su alma y llorar todo lo que guardaron por mucho tiempo y cuando se trata de un verdadero amor. Sueltan un mar de lágrimas que ni ellos mismos pueden controlar.

Volvió a la sala de espera a seguir esperando para poder volver a ver a ___________. Las horas seguían pasando y la noche estaba ya llegando a su fin. Sin el pesar del sueño pero con la profunda tristeza y cansancio amasando su cuerpo. Ahora se encontraba solo. Ya no existía una Victoria que lo aliente, ni que le traiga café y tampoco que lo moleste con el recuerdo de que tenía que crías a su hija. No soportaba la sequedad en su boca y sus ojos irritados por la falta de sueño. Tampoco podría seguir conteniendo a su cuerpo demacrado. Sin optar por otra cosa. Camino hacia el primer piso donde iría a tomar un café cargado.

Ahora con la potencia a unos 40% más elevada. Subía las escaleras regresando a la sala de espera del tercer piso. Justo en ese momento una enfermera bajaba las gradas hacia el segundo piso. Era la enfermera que interrumpió el momento en la habitación. No dudo en preguntarle si ya podía entrar a verla. Supuso que ahora que la enfermera bajaba al segundo era porque ya había terminado con las revisiones.

-Disculpe, enfermera - Justin se acercó con cuidado - ¿sabe si ahora puedo entrar a ver a mi chica? Está en la habitación 673

-Por supuesto, tesoro. El Doctor ya la reviso y ahora que despertó de seguro quiere...

Los ojos de Justin se abrieron al instante - ¿despertó?

-Así es, cariño. Aún está débil y está tranquila pero ya despertó.

-Gracias - murmuro feliz antes de correr mientras subía las escaleras -

Sin parar y sin cansancio subió las 15 gradas que le faltaban y camino rápidamente, dando grandes zancadas, hasta que se encontraba a pocos metros. Justo cuando estaba dispuesto a entrar, el doctor salió de la habitación, cerró la puerta y miro hacia Justin. Dio una leve sonrisa y se acercó.

-¿Cómo se encuentra? - Pregunto Rápidamente Justin -

-Por ahora todo marcha bien pero ya sabes - pauso unos segundos- despertó y eso es un gran paso. Es muy fuerte pero no por mucho. Aún sigue perdiendo sangre en cantidades moderadas pero aun así, si no le damos toda la sangre que perdió, no resistirá y sufrirá una muerte lenta o como puede que también un rápida.

-¿no han encontrado su tipo de sangre?

-Aún no hay ninguna noticia. El tiempo se agota.

-Si pongo un anuncio en el periódico y doy un monto de dinero tal vez...

- No lo conseguiría a tiempo, señor Bieber

-Recibí sus estadísticas y déjeme ser sincero. No pasara de esta noche sin la cantidad de sangre que pedimos

-Pero ya casi amanece...- palideció Justin

- Es una suerte que aun siga viva

Justin volvió a dejarse caer en la laguna de lágrimas que contenía. No lloro delante del Doctor pero si lloro por dentro.

-Puedes entrar. Ella está esperándote. Quiere verte.