Capitulo 11

19.7K 597 1
                                    

- ¿esta noche? - sonrió Justin al teléfono-
- Si, iré esta noche - repitió Ryan al otro lado de la línea-
- ¿y qué paso con tu chica, sexy e irremplazable?
- Digamos que me canso y se volvió aburrida - Justin solto una carcajada mientras su garganta se encontraba seca-

Le había pedido a su secretaria anterior que le traiga un café cargado. Hasta ahora no llegaba y su cansancio comenzaba a molestar. No había podido dormir en toda la noche pensando en lo que le había dicho _______ la anterior noche.

- ¿Quién lo diría? Ryan se arto de una mujer hermosa y sexy
- Agradezco tu sarcasmo, amigo - murmuro igual riendo-
- ¿Cuál fue el problema esta vez?
- Digamos que empezó a sentir cosas por mi
- ¿ese no fue el motivo por el cual también cortaste con la morocha anterior?
- Exacto, no quiero una relación, solo sexo, sexo, sexo, alcohol, sexo, sexo y mas alcohol
- Así se piensa, la vida hay que vivirla al máximo
- Por eso voy a ir contigo esta noche, el lugar debe ser muy bueno como para que lo frecuentes todas las noches - pauso unos segundos- o... la chica sí que es una reina
- Creo que es por las dos cosas - sus dedos fueron a sus labios los cuales se habían irritado un poco de anoche, de tanto morder su labio de la agonía del deseo que lo consumía- la verdad es mas por ella
- Deseo conocerla - dijo emocionado - tienes gustos excelentes para las mujeres
- La veras esta noche, pero acuérdate que es mía - dijo algo serio -

Las puertas se abrieron en ese instante, llevando su atención hacia ellas. En la puerta apareció la pelirroja con un vaso grande de café. Ella llevaba una sonrisa enorme y con escote favorable con unos pantalones de ejecutiva profesional. El pelo estaba recogido en una coleta alta, se la veía más joven y hacia que sus pechos se vean gloriosos. Justin trago pesadamente saliva al verla caminar hacia él. La mujer no dijo ni una palabra, no quería ser irrespetuosa, el estaba hablando por teléfono aun que en realidad en ese momento no estaba escuchando nada de lo que decía su amigo. Dejo el café en frente suyo y con una sonrisa y lo que parecía una sonrisa satisfactoria, ella dio la vuelta se salió de la oficina contoneándose ligeramente.

- ¿me estas escuchando? - pregunto su amigo por segunda vez-
- ¿Qué? No escuche, perdón - murmuro atrayendo la taza de café y probando un poco-
- ¿estabas pensando en ella? - murmuro preocupado y con la vos más elevada- No me digas que si porque eso significara que te gusta
- ¿de quién hablas? - frunció las cejas mientras por su garganta recorría el dulce café cargado-
- De la chica del club, la prostituta
- No, nada de eso - dejo el café casi terminado en la mesa - entro mi secretaria sexy, eso es todo
- Ah eso lo justifica - el tono de vos le cambio a uno más complacido, y luego dijo con energía- dios, tienes tanta suerte, mi secretaria no es nada comparado a la tuya
- tienes que buscar una nueva secretaria, un tan buena como la mía, para podértela follar en el trabajo
- ¿eso quiere decir que te la vas a follar?
- Conoces mi regla
- Esa estúpida regla, hará que pierdas la mejor oportunidad de tu vida
- Como digas, no me harás cambiar de parecer

________ se había puesto pálida cuando Romina le dijo que el señor Banks quería hablar con ella cuanto antes. No fue nada bueno que justamente ese día haya llegado 15 minutos tarde. Por un momento pensó que se llevaría una buena regañada o tal vez que le pagarían menos. Con una mueca de nervios, se dirigió al piso 30 donde se encontraba la oficina. Camino por el pasillo legando a la pequeña salita donde Mónica se encontraba sentada en su escritorio. Le dedico una sonrisa nerviosa, ella de igual manera le correspondió, contenta, ladeo la cabeza para que ella pasara al escritorio. Se mordió el labio levemente antes de asentir con la cabeza y dirigirse a las puertas. Toco dos veces antes de entrar y encontrar al señor Banks en si silla mirándola a través con los ojos azules intensos a través de sus anteojos. El sonrio y dejo de lado los papeles que llevaba en la mano. Se saco los anteojos y con la mano le hizo una seña para que se sentara.

LustWhere stories live. Discover now