Capitulo 5

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Capitulo 5

Noches de lujuria

La tomo desprevenida, tomando sus piernas y guiándolas para que rodeen la cintura de Justin. Ella acepto, haciendo exactamente lo que le pedía. Con tanta suavidad, como con tanto deseo, el la poso en la cama. Tomo presa sus muñecas y las posiciono a los lados. La siguió besando, como alguien sediento y la única botella de agua fuera ella. Se alejo unos segundos de ella, tentando su juguetona sonrisa por encima de ella. Ella solo elevo la comisura de sus labios y los relamió, cerrando los ojos. Deslizo sus manos por su pecho, sintiendo sus delicados pezones erectos. No pudo evitar soltar un pequeño y casi inaudible gemido. Los pechos son su adicción tanto como unos buenos labios, los cuales sean capaces de morder. Bajo hasta su cintura y de la cintura a las caderas. Elevo el vestido sacándolo por completo. Ella ayudo en el proceso quedando con tan solo bragas y brazier. Los ojos de Justin se nublaron al ver el conjunto rojo con encaje negro. Delirando con pronto romper esa tan delicada y pequeña tela que le impedía ver lo que tanto anhelaba. Comenzó a besar su cuello, con delicadeza y sutileza. Siendo sensible en las partes clave. Las mujeres siempre tienen lugares en todo su cuerpo donde un simple beso o caricia podía dejarlas extasiadas. Y _______ no era una excepción.

Poco a poco fue bajando hasta llegar al lugar que tenia encima de su pecho izquierdo. Lo beso delicadamente como si fuera una mota de chocolate. Bajo un poco más hundiendo su nariz entre sus senos, aspiro profundamente el tan delicioso olor que siempre tenía. No soporto ni un poco más, era imposible. Tomo la parte media de la tela con las dos manos y con un fuerte tirón rompió la prenda dejando expuesto lo que más quería probar. Allí estaba perfectos a su visión, redondos un tamaño medio. Fue como un imán hacia su boca y cerró los ojos probándolos. De todo el sexo esa era una de sus partes favoritas. Era una sensación tan excitante para él, como para cualquier hombre. Con la otra mano, contuvo su otro pecho. La ropa le empezaba a estorbar, el calor era sofocante y su miembro estaba arto de seguir erecto sin ser complacido.

_______ resoplo un gimoteo de disgusto cuando Justin se alejo y comenzaba a desajustar su corbata. El saco desapareció al igual que su camisa. Su pecho estaba desnudo alumbrado por la luz que provenía de la pequeña lámpara de la mesa de noche. El la miraba como oro, como si brillara. Después de lidiar con su pantalón volvió a posicionar sus labios con los tan deliciosos de ella. En calzoncillos y ella en bragas era como si esa tela fuera la cosa más insoportable de todo el mundo. Esa fricción que se produjo en el momento era la cosa más deliciosa eh irritante. Una mezcla de sentimientos que eran desahogados por los roces de sus labios.

- Hazlo - susurro ella tan bajo que mas parecía como un pensamiento- hazlo Justin

Sus ojos volvieron a nublarse sintiendo que su cuerpo contenía una descarga eléctrica que quería liberarla. Sin que el mismo se dé cuenta ya no tenia los calzoncillos. Y sostenía las ligas de las bragas entre los dedos.

- Con gusto, mi amor -le dijo al oído dejando formar una sonrisa antes de jalar las bragas desasiéndose de ellas-

Sin nada que impida el poder hacer lo que el quería, la tomo de las piernas abriéndola completamente. Posos las manos a lado se los pequeños hombros de ella. Se inclino a besarla, besarla de una manera diferente. Con fervor, con tanta adrenalina corriendo en su sangre. Y la penetro, con fuerza y rapidez. Oyó como ella dejo escapar el fuerte grito que se convirtió en un gemido. Se quedo un momento inmóvil disfrutando del momento aun que le faltaba algo, algo para que el siguiera.

- No te detengas - susurro ella aun con algo de temblor en la vos -
- ¿quieres más? - provoco con aquella seducción a la cual no puedes decirle no -
- Quiero mas
- Pídemelo, como lo hiciste la anterior noche - decía quemando la garganta de ______ con su aliento, y pequeños rastros de besos- pídemelo - volvió a su boca en un instante, rosando sus labios tanto que estaban a punto de tocarse -
- Muévete - ordeno ella - sácala y vuélvela a meter y una y otra vez hasta que ninguno de los dos pueda seguir. Hasta que tanto tú como yo estemos satisfechos. Estemos incluso más que deleitados y cansado. Hazlo hasta que perdamos el conocimiento

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