Capitulo 35: Segundo año: ¿Que hay en un hombre?

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Lunes 19 de Marzo, 1973

—Te tengo buenas noticias, —Madam Pomfrey sonrió cálidamente, —no quería mencionarlo en caso de no poder sortear las cosas a tiempo—pero me estarás viendo durante el verano.

Por un momento Remus se atrevió a desear que esto significaba que no volvería a St Edmunds, pero la medi-bruja continuó, —la Sra Orwell, tu matrona en la casa de menores, amablemente me permitió aparecer en los terrenos al amanecer siguiente de ambas lunas llenas este verano. —sonrió ampliamente.

Ah bueno. Era mejor que nada. Sonrió de vuelta, débilmente,

— ¡Genial! —graznó. Sus brazos y piernas se sentían pesadas como plomo, apenas podía levantar su cabeza para beber la poción que ella le estaba ofreciendo.

Eran alrededor de las cuatro de la tarde y Remus se había perdido sus lecciones — había estado durmiendo gran parte del día. Dormir era el único remedio que parecía realmente funcionar.

—Le dije a Dumbledore que lo haría con o sin su permiso—no podría vivir conmigo misma si tu llegaras en Septiembre en el mismo estado que el año pasado.

—Podría quedarme en una casa de algún mago este verano, eso sería aún más seguro, —Remus intentó, —mi amigo James—

—Lo siento, querido, —Madam Pomfrey sacudió su cabeza, —es solo que no es lo suficientemente seguro. Los Potters intentaron comunicarse, pero necesitamos preservar tu anonimato por tanto tiempo como podamos—sé que no es muy divertido para ti, pero es mejor que te quedes con los muggles.

Remus cerró sus ojos e inhaló profundamente. Solo serían dos meses, y aún faltaba mucho para el verano. Mantente positivo, mantente positivo.

Un repentino traqueteo sonó al final de la sala, que sacó a Remus de su estado meditativo. Madam Pomfrey frunció el ceño y se dio la vuelta para mirar fuera de las cortinas de la cama de Remus.

— ¡Sr Pettigrew! —Gritó, — ¿¡Qué cree que está haciendo!?

—L-l-lo siento Madam Pomfrey—solo estábamos…

— ¡Levante esos platillos en este momento y déjelos de vuelta en la alacena! Y usted puede borrar esa sonrisa de su cara, Sr Black, dele una mano.

—Hola, Remu —James se asomó a través de las cortinas, —Perdón por el ruido.

Remus sonrió, tratando de sentarse.

—Está bien.

— ¡Acostado! —le reprendió Madam Pomfrey, —te has roto tres huesos niño tonto.

— ¡Me siento mucho mejor!

*CRASH*

—SR PETTIGREW, ¿¡QUÉ FUE LO QUE DIJE!? —Madam Pomfrey despareció tras las cortinas, bastante enfadada.

James se desplomó en la silla junto a la cama de Remus.

— ¿Listo para irte? —preguntó casualmente. Remus siempre podía contar con James para que no lo tratara como un inválido.

—Si es que me deja, —Remus movió su cabeza apuntando las cortinas por las que había desaparecido Pomfrey. — ¿Cómo estuvo el partido?

—Los aplastamos, —James asintió entusiasmado, dejando caer la snitch en el regazo de Remus. Pasó sus dedos a través de su cabello para recuperar la sensación de haber aterrizado. —Hicimos llorar a uno de los bateadores de Ravenclaw.

—Que amable.

— ¿Cómo estuvo…ya sabes, tu noche?

—Bien. —respondió Remus secamente, torciendo su boca. No hablaban mucho sobre las lunas llenas — y Remus estaba bastante aliviado de eso. No le gustaba la idea de ellos sabiendo demasiado. El dolor era algo personal.

All the young dudes - españolWhere stories live. Discover now