Capítulo 133: Séptimo año: domingo por la tarde

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Domingo 29 de enero de 1978

-¿Moony?-

-¿Mmm?-

-Es mediodía...-

-¿Entonces?-

-¿Pensaste si te gustaría levantarte?-

-...no, gracias.-

-¿Puedo entrar?-

-...No.-

-...OK entonces.- Sirius comenzó a alejarse y el estómago de Remus dio un vuelco.

-Lo siento.- Dijo, lo suficientemente alto para que Sirius lo escuchara, y se detuvo. Remus finalmente salió arrastrándose de las mantas. -Te quiero aquí, pero no sé qué decir-.

Podía escuchar a Sirius moviéndose inquieto, con las manos en los bolsillos, luego recorriendo su cabello. Finalmente,

-¿No tenemos que hablar?-

Remus suspiró. Él era un desastre; no se había lavado adecuadamente desde el miércoles y solo se había levantado de la cama para ir al baño. Los otros chicos lo habían estado alimentando pasando comida a través de la rendija de sus cortinas, y si no lo hubieran hecho, Remus no estaba seguro de si habría comido algo. Estaba en el peor estado en el que había estado. Pero extrañaba a Sirius.

-...OK entonces.-

Las cortinas se abrieron y Remus frunció el ceño contra la brillante luz del día, pero Sirius entró rápidamente y las cerró de nuevo. Miró a Remus, pero no miró demasiado antes de arrastrarse junto a él y envolverlo en sus brazos.

-Gracias-, suspiró contra el cabello de Remus, -por dejarme entrar-.

-Creo que debo apestar.-

Sirius inhaló profundamente, haciendo cosquillas en la frente de Remus y haciéndolo retorcerse.

-No, solo huele a Moony.-

-Largate, chucho-. Remus se alejó de él.

-¿Tienes ganas de levantarte pronto? Todos están preocupados. Y ahora me están mirando , como si yo supiera qué hacer, porque todo el mundo sabe de nosotros, lo cual es extraño, y realmente ejerce mucha presión -.

Remus se rió entre dientes y se sintió extraño, pero bueno. Aún así, tenía un episodio melancólico que mantener.

-Todavía no tengo ganas de levantarme-.

-Ok, entonces tienes que dejarme esconderme aquí contigo, porque no voy a volver a salir-.

- Sirius.-

-Remuus.- Sirius le frunció el ceño, exagerando sus cejas para lucir estúpido.

-Para.- Remus se cruzó de brazos, consciente de que estaba empezando a sonar como un niño enfurruñado.

-No lo haré.- Sirius le dio un golpe en las costillas, -Vamos, sé que te sientes como una mierda por todo, pero ¿alguna vez consideraste que no es para ti acaparar toda la miseria de esta manera? ¿Que tal vez si hablas con tus amigos no todo te parecerá tan sombrío?

Remus le frunció el ceño, con los brazos todavía cruzados.

-Tal vez eso funcione para ti ...-

-¿Estás diciendo que esto te está funcionando?-

Remus apretó los labios. Se miraron el uno al otro durante un minuto. Remus comenzó a pensar que le gustaría pelear contra Sirius ahora mismo, como lo hacían en lunas llenas; solo porque era una forma divertida de expulsar energía. Entonces notó algo. Olió el aire.

All the young dudes - españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora