Capítulo 137: Séptimo Año: Remus el mártir

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Miércoles 22 de Febrero de 1978

El distanciamiento entre Remus y Sirius duró el resto del fin de semana. El domingo fue el juego de quidditch de Gryffindor contra Ravenclaw, por lo que se salieron con la suya para no tener que hablarse mucho. Ambos se sentaron juntos en las gradas, vitoreando cuando era apropiado y abucheando cada vez que los Ravenclaw anotaban.

— ¡Ah! ¡Y son otros diez puntos para Gryffindor! — El comentarista gritó a través del megáfono: — Llevan ahora la abrumadora cantidad de sesenta puntos anotados por el capitán del equipo James Potter, no es ninguna sorpresa; los fanáticos comienzan a preguntarse qué será de los poderosos leones el próximo año cuando no tengan a su chico de oro de quien depender. ¡Oof, cuidado con esa bludger, Simms!... ¡Bien hecho! Aunque debo decir que yo me hubiera desviado a la izquierda, pero supongo que no todos son elegidos por su destreza, a veces se trata de darles a todos una oportunidad, independientemente de su capacidad...

— ¿Quién puso a Lockhart como comentarista ? — Sirius refunfuñó. — Estúpido idiota ni siquiera sabe algo sobre quidditch.

— Me dijo que esta alineado para jugar para los Puddlemere — dijo Peter — y que la única razón por la que nunca jugó para Ravenclaw fue porque su entrenador le dijo que no debería desperdiciar su don en los juegos escolares.

— Eres tan ingenuo, Pete — Remus le dio un codazo —Yo sé más de quidditch que idiota.

— Sí, y Moony sabe tanto sobre quidditch como tú sabes juzgar a las personas —Sirius agregó, su voz innecesariamente aguda.

Remus se ruborizó. Bien, si Sirius quería ser pasivo agresivo.

— Bueno, Padfoot — respondió con frialdad — si tanto quieres hacerlo, ve y pregúntale a McGonagall. Creo que serías perfecto para el trabajo.

— ¿Tú... qué? — Sirius lo miró boquiabierto. Remus levantó una ceja.

— Oh, sí, eres la única persona en esta escuela que habla más mierda que Lockhart.

Mary y Lily se echaron a reír, tapándose la boca. Sirius frunció el ceño.

— Como quieras. — Él murmuró.

El juego terminó con 280 puntos para Gryffindor, pero Sirius no estaba animado.

Los partidos de quidditch generalmente ocupaban la mayor parte del día, desde el desayuno bien temprano en la mañana mientras escuchavan las charlas de ánimo de James, hasta la inevitable fiesta posterior en la sala común. Sirius se quedó despierto hasta tarde, así que nadie notó que no se iban a la cama juntos.

Para el lunes, estaban en términos un poco más civiles, o al menos, ninguno de ellos quería que ninguno de sus amigos supiera que habían estado peleando. Remus se sumergió en su revisión para los EXTASIS: si no estaba solo en la biblioteca, se encontraba alargando sus sesiones de estudio grupal para que duraran una hora más de lo habitual, cada noche. Era la semana de la luna llena y estaba completamente exhausto, pero al menos eso le facilitó conciliar el sueño.

Y también tenía que evitar a Marlene, por supuesto. Deliberadamente se saltó cada una de las clases de curación los martes por la noche de Madame Pomfrey, por si acaso el tema de los hombres lobo asomaba de nuevo su fea cabeza. Marlene era el tipo de chica que descarrilaría toda una lección si pensara que se está cometiendo una injusticia en alguna parte.

Para sorpresa de Remus, Gilderoy Lockhart, el sarcástico comentarista de Ravenclaw, hizo una aparición especial en su grupo de revisión de los miércoles. Lockhart era de sexto año, y hasta ahora no había cruzado mucho el radar de los merodeadores. Era un poco acampanado y molesto, propenso a reírse demasiado fuerte en el comedor, pero eso era todo lo que Remus sabía de él.

All the young dudes - españolWo Geschichten leben. Entdecke jetzt