Capítulo 1

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Busán, 10 años atrás.

Los veranos de Jimin eran muy distintos a los de su infancia desde que su madre se había vuelto a casar, hacía unos años.

El señor Kim, su nuevo marido, era un hombre poderoso, que manejaba ingentes cantidades de dinero. Aunque trataba de vivir siempre de una forma medianamente modesta y odiaba los alardes.

Su madre lo conoció poco después de que su padre muriera, cuando él tenía apenas nueve años, y aunque se tomaron las cosas con calma, tiempo después sucedió lo inevitable: el hombre terminó hincando rodilla y mudándose a vivir con ellos.

Desde entonces ellos tres y el hijo del señor Kim, Jin, que era tres años mayor que él, pasaban los veranos en Jeju. Y a Jimin eso no le incomodaba, pero no llegaba a sentirse del todo a gusto.

A pesar de que iban a un apartamento lleno de lujos, una de las tantas propiedades de su padrastro, allí solía sentirse solo y era demasiado tímido como para entablar relación con los chicos y chicas del resort donde se hospedaban. Aún así, por su madre, trataba siempre de poner buena cara y disfrutar lo máximo posible del viaje.

Y ese año se suponía que sería distinto, pues su mejor amigo, Hoseok, le había prometido unos meses atrás que lo acompañaría. Pero en el último momento se retractó, porque tenía asuntos familiares, que, evidentemente, eran más importantes que irse a pasar dos semanas de vacaciones con él.

Así que se encontraba de nuevo solo, haciendo la maleta para partir a la mañana siguiente hacia sus 'no tan ansiadas' vacaciones en la isla de Jeju, un año más.

...

- No me puedo creer que me vayas a dejar solo otra vez. - le reprochó molesto a su amigo, que lo escuchaba al otro lado del teléfono en manos libres.

- Lo siento de verdad, Jiminie, pero sabe que no tengo opción. - se disculpó él, por tercera vez en diez minutos. - Sabes que me habría encantado ir contigo, pero mi abuela está delicada de salud y mi madre quiere que vayamos a verla por si acaso...

- ¡Tu madre es el optimismo en persona, eh! - le dijo él con diversión, olvidándose su enfado, mientras presionaba las camisas contra el fondo de la maleta, lo más fuerte que podía, tratando de hacer que cupieran.

- Ya la conoces, que te voy a contar. - el castaño soltó una carcajada y cansado de luchar contra un imposible, volvió a vaciar la maleta, para empezar a empacar de cero. - ¿Y qué tal? ¿Ya tienes todo listo?

- Acabo de sacar toda por quinta vez, no hay manera de que esto entre, la maleta es demasiado pequeña. - Hoseok se echó a reír, conocía bien a su amigo e intuía cuál era el verdadero problema.

- ¿Estás intentando llevarte todo el armario, como haces cada año? - Jimin suspiró y se dejó caer exhausto sobre la cama.

- Es que el clima allí es muy cambiante y... - la carcajada de su amigo cortó su frase.

- Eres un presumido, Jiminie. Asúmelo de una vez. La vida con los Kim te ha cambiado, te has vuelto todo un niño rico.

- ¡Qué te den! - protestó el castaño al escuchar sus burlas, y acto seguido, colgó la llamada. Hoseok sabía que odiaba profundamente que le dijera eso, porque no era cierto. O eso quería pensar.

Se levantó de la cama, dispuesto a terminar su equipaje de una vez por todas, o en su defecto, a empezarlo. Descartó toda la ropa que encontró innecesaria o excesiva y después de un rato de probar conjuntos, consiguió terminarla.

La deslizó hasta dejarla junto a su puerta y volvió a dejarse de caer sobre la cama, para responde, entre risas, los mensajes suplicantes de su amigo.

El amor lo conocí en Jeju [Vmin]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt