Capítulo 31

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Observaba el paisaje por la ventanilla trasera, mientras Jin conducía, con Namjoon en el asiento del copiloto, de camino a su oficina. Se habían ofrecido a llevarlo, para que no tuviera que conducir, ya que los tres irían al mismo sitio.

Llevaba muchos años viviendo en Seúl y aún no se había acostumbrado. Tuvieron que mudarse tiempo atrás para comenzar la rehabilitación de su madre en un centro especializado en lesiones de columna.

Así que dejo atrás su vida y a sus amigos, aunque no por mucho tiempo. Hoseok se mudó a Seúl, unos años después, para terminar su carrera de danza junto a él. También tenía cerca a Jin y a sus amigos, que resultaron ser una estupenda compañía, especialmente Yoongi, que era un adicto a los negocios y había terminado convirtiéndose en su manager y creando junto a él una pequeña editorial independiente.

La vida le sonreía en muchos aspectos, su familia estaba con él, tenía buenos amigos y amigas, su carrera era exitosa y ganaba un buen dinero. Pero una parte de su corazón se fue de Jeju con Taehyung, y jamás volvió. Y aunque intentaba llenar el vacío, e incluso consiguió mantener alguna relación seria, nada parecía ser suficiente para sacarlo de su cabeza.

- ¿¡Pero qué mierda...!? - gritó Jin de repente, enfadado, asustándolo.

- Joder... - susurró Namjoon, tapándose la boca con mano. Y Jimin, preocupado al ver que habían llegado a su local, se incorporó un poco para poder mirar bien a través de la luna delantera.

Toda la fachada, puerta y ventanas estaban manchadas de huevo que le habían lanzado y en la pared, en letras negras y bien grandes, habían escrito la palabra 'maricón'

Salió del coche, enfadado, en cuanto Jin puso el freno de mano. No entendía porque la sociedad se empeñaba en ser una auténtica basura.

- ¿¡Quién ha sido!? - gritó, limpiando como podía las cáscaras de la cristales. - ¡Cómo me enteré de quién es el responsable de esto, vamos a tener problemas! - algunos trabajadores de otros locales se asomaron al escucharlos, pero al ver lo que ocurría ninguno fue capaz de decirle nada.

- ¿Qué mierda ha pasado aquí? ¿Así decoras tu negocio, Park? - preguntó una voz tras él, que odiaba y amaba al mismo tiempo.

- Vete a la mierda, Yoongi. - le respondió, exhausto, abriendo la puerta del local mientras escuchaba, como siempre, a su hermanastro regañarle a su amigo por pasarse de la raya.

Se dirigió a su oficina, se sentó en su silla tras el escritorio y se tapó la cara con ambas manos. Tenía toda la mesa llena de periódicos y anuncios en los que hablaban mal de su libro, y a toda la prensa amarillista echando pestes por la boca sobre su persona.

No podía más, estaba cansado de la sociedad que lo rodeaba, por eso había tomado una decisión.

- Me voy a ir a Estados Unidos. - dijo de repente, en voz alta, llamando la atención de los tres chicos que seguían discutiendo, haciéndolos quedarse en silencio al instante.

- ¿Qué hablas? - le preguntó Jin, que fue el primero en reaccionar.

- No quiero seguir viviendo aquí, hyung. Esto es una mierda. - le respondió, desesperado, tratando de contener las lágrimas.

- ¿Y crees que allí será mejor? - Jimin se encogió de hombros, aún con la cara cubierta por sus manos.

- No lo sé, pero dudo que quieran lapidarme por publicar una novela de amor. - su hermanastro suspiró, arrastró una silla y se sentó a su lado.

- No tienes porqué huir, Jimin. La sociedad es quién está mal, no tú. - el rubio se quedó en silencio, sabía que si hablaba rompería a llorar y eso preocupó aun mas a Yoongi, que empezaba a sentirse realmente mal por haberle bromeado con lo de fuera.

El amor lo conocí en Jeju [Vmin]Where stories live. Discover now