Capítulo 7

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La conversación con Taehyung fue tan amena y divertida, que las horas pasaron como minutos y perdió la noción del tiempo. Por suerte, fue un mensaje de Jin lo que le hizo darse cuenta de que estaba a punto de meterse en un lío.

- ¡Son las doce menos diez! - gritó preocupado, levantándose del banco en el que estaban sentados y provocando que su helado saliera volando por los aires.

Taehyung se echó a reír, recogió el helado del suelo y lo llevó rápidamente a la papelera más cercana, luego se acercó a él y le ofreció su mano.

- Estamos al lado del resort, llegaremos en menos de cinco minutos si corremos. - Jimin asintió y cogió su mano.

Se sentía como en una de esas maravillosas películas de amor que veía en televisión, dónde los chicos corrían juntos de la mano justo antes de que comenzara a llover y luego se besaban bajo la lluvia.

Las mariposas en su estómago revoloteaban con fuerza, descontrolándose por completo cada vez que veía al castaño reír por la situación.

A punto estuvo más de una vez de caerse por no mirar el suelo que pisaba y mirarlo a él. Pero por suerte, Taehyung tenía las manos grandes y la suficiente fuerza como para frenar sus tropiezos.

- Ya llegamos. - lo advirtió apenas un par de minutos después, señalando el letrero del resort donde ambos se hospedaban al final de la calle.

Apuraron la carrera, faltaba poco para las doce y si Jimin se atrevía a llegar un minuto tarde, sabía lo que le esperaba.

- ¿Te veo mañana? - le preguntó al chico, frenando justo cuando llegaron al apartamento número siete. Taehyung sonrió y tiró de su mano para continuar andando.

- Vamos, te acompaño hasta el tuyo.

Abrió la puerta del apartamento con el tiempo justo y encontró a su madre frente a la puerta con el teléfono en la mano, preparada para llamarlo y echarle la bronca.

- Lo siento, mamá, es que no me he dado cuenta de la hora... - comenzó a disculparse, sintiendo como las orejas le ardían de la vergüenza. Taehyung se asomó tras él y le hizo una amplia reverencia a la mujer.

- Disculpe, señora. Ha sido mi culpa, yo he entretenido a Jimin. - la mujer lo miró entre confundida y molesta, y asintió con la cabeza.

- Despídete y entra pronto. - le dijo a su hijo con seriedad. - Ya no es hora de estar en la calle.

Jimin asintió avergonzado y encajó la puerta, volviendo a salir con el castaño para despedirse de él.

- Gracias, no hacía falta que... - Taehyung negó rápidamente con la cabeza, quitándole importancia.

- ¿Quieres pasar el rato mañana en la piscina? - le preguntó con una tímida sonrisa, y el mayor de ambos no dudó ni un instante.

- Claro, ¿nos vemos a las once? - el chico hizo un signo de victoria con los puños y en un alarde de valentía, se acercó a él y besó su mejilla.

El tacto de los labios de Taehyung sobre su piel lo hizo estremecerse y un fuerte escalofrío recorrió todo su cuerpo. Sin darse cuenta sus manos se habían aferrado a su cintura, y lo peor es que no quería soltarse.

- Mañana nos vemos. - le susurró el castaño al oído. Jimin tragó saliva y asintió, alejándose unos centímetros de él.

- Hasta mañana, Taehyungie. - el chico le dijo adiós con la mano y una enorme sonrisa, mientras se alejaba de camino a su apartamento.

Volvió a entrar en la casa, no había señales de su madre e intuyó que se habría ido a dormir. Se dirigió a la cocina a por un vaso de agua fría para calmar el calor de la carrera y el momento de despedida, y cuando fue a sacar la botella de la nevera...

El amor lo conocí en Jeju [Vmin]Where stories live. Discover now