Capítulo 18

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'Ahora cuando miro atrás soy capaz de entender cosas que en su momento no entendía. Creo que de eso trata la vida, de aprender, de crecer y de comprender que todo tiene un porqué, aunque no seamos capaces de verlo. Todos tenemos secretos, todos sufrimos por cosas que no contamos a nadie... Y ella no era distinta.'

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No había dormido con Taehyung esa noche por no tentar demasiado a la suerte. Aunque sabía que su padrastro lo apoyaba, eso no implicaba que, de repente, fuera a tener una libertad que no había tenido antes. Sin contar que su madre seguía sin saber que él, al igual que Jin, también estaba loco por un chico.

Pero el castaño, en un desesperado intento de hacerlo sentir mejor, le había llevado una de sus sudaderas favoritas, para que pudiera sentirlo, aunque no estuviera a su lado.

Se despertó temprano sin necesidad de alarma, la ansiedad que le generaba su situación familiar apenas lo había dejado descansar. Así que se levantó de la cama y salió al pasillo, en dirección a la cocina, para buscar un vaso de leche y unas galletas.

- Buenos días, hijo. - lo saludó su madre al verlo entrar. Tenía los ojos hinchados y unas amplias ojeras.

- Buenos días, mamá. - le respondió él, sintiéndose inevitablemente incómodo. - ¿Qué haces aquí tan temprano?

- No podía dormir, todo el tema de Jin me tiene un poco... - Jimin tragó saliva y, decidido a defender a su hermanastro tal y como el había hecho, se sentó en una silla junto a ella.

- ¿Cuál es el problema, mamá? - le preguntó con un dolor que su madre parecía no captar. La mujer levantó la cabeza y lo miró confundida.

- ¿Cómo que cuál es el problema? - el chico se encogió de hombros. - No está bien que dos hombres se... Estén juntos.

- ¿Por qué? ¿Quién dice eso? - Suji lo miró incrédula, sin entender porque su hijo le preguntaba esas cosas tan obvias para ella.

- Es así, Jimin. Dios creó a Adán y Eva. Hombre y mujer. - Jimin no pudo evitar soltar una carcajada ante su respuesta.

- ¿El mismo Dios que promueve el amor hacia el prójimo? - su madre asintió confundida. - ¿Entonces por qué odias a Jin por amar?

- Yo no odio a Jin, pero no me gusta que se meta en esos mundos. - el chico suspiró, tratando de mantener la calma y no gritarle en la cara a su madre que él estaba tan metido o incluso más que su hermanastro.

- Yo no creo que nadie quisiera meterse en "esos mundos" como tú dices. Sabiendo el sufrimiento, rechazo y dolor que trae consigo. - su madre lo escuchaba con atención, en silencio. - Si realmente se pudiera elegir, creo que nadie elegiría sentirse así, mamá.

- ¿Y qué va a ser de él? ¿De su vida, su carrera, su futuro? - le preguntó la mujer asustada. Jimin se encogió de hombros y se levantó de la silla.

- Yo no sé qué va a ser de él, y supongo que eso es algo que a él le tocará afrontar. - le respondió, a sabiendas de que a él también le tocaría hacer lo mismo tarde o temprano. - Pero míralo a los ojos y pregúntate si algo en el ha cambiado desde ayer.

- Jimin, yo no quiero que pienses que lo odio o que está bien odiar a la gente por ser... Diferente. - el chico abrió la nevera y cogió el brick de leche para servirse un vaso.

- Yo no pienso que lo odies, pero quizás él sí lo piensa, y creo que bastante duro es saber que la mayor parte de la sociedad está en tu contra, como para sentir que tienes a tu familia también.

El amor lo conocí en Jeju [Vmin]Where stories live. Discover now