1. HERMANITO.

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Desde que había sido pequeño, Yang Jeongin había sentido un gran interés por entender lo que las demás personas pensaban o sentían. 

No era de extrañar, claro, ya que el peli negro adoraba ayudar a los demás y darles mucho amor cada vez que podía. Pero sí no toleraba que personas cercanas a él molestasen a otras.

Un gran ejemplo de ello fue cuando a los ocho años, vio a su padre lastimar a su madre. Yang quiso ayudarla con su pequeño cuerpo, aunque claro que no lo logró.
Sin embargo, en ese día aprendió que las personas como él no merecían ser queridas, ya que eran personas sin amor; personas que sólo herían a otras con sus problemas propios.

De todas maneras, el haberse quedado a cargo de su madre solamente, le hizo comprender en cierto punto que no todos podían ser felices o sentirse bien siempre, más todos podían tener a alguien a quién amar. En su caso, su mamá era ese ser humano y él era el de ella.

Sólo que, para cuando tuvo trece años de edad, lo que parecía una simple historia sin subi y bajas ni problemas, se transformó en lo opuesto. 

Ah Jin, la madre de Jeongin, conoció a un hombre elegante y clasicista, del cual se enamoró perdidamente. Este sentimiento fue recíproco, por lo que ambos adultos afianzaron su relación contrayendo matrimonio. Lo malo, fue que el peli negro, además de obtener un padre postizo, obtuvo un hermano mayor.

Lee Minho.

Este era un año más grande que él, de ojos pardos y cabello castaño, con un carácter egocéntrico y vulgar, a quién no parecía importarle nada de la vida, exceptuando sus vínculos sociales y el sexo.

En otras palabras, Lee vivía la vida al límite, más todo el mundo era consciente de que dicha vivencia podía afectarlo en cualquier momento; fumaba, se drogaba y hasta se peleaba con otros varones, todo a fín de demostrar cuan "rudo" y temerario era. Más el menor sabía que dichas cosas eran una máscara.

Como habían compartido casa desde pequeños, Jeongin había podido entender lo que el más grande sentía. Claro que nunca lo había hablado con él, ni le había dado una charla de hermandad, ya que jamás se habían acercado como familia.

De todas maneras, el peli negro sabía que Minho ocultaba algo a través de su personalidad, y que posiblemente dicho secreto que tenía le pesaba. Sin embargo, dado que el mayor era demasiado estúpido y engreído, y que obviamente, lastimaba a mujeres y a hombres con sus acciones y palabras, Yang había logrado odiarlo la mayoría de las veces.

En resumen, su vida era como la de perros y gatos. Más eso estaba por cambiar.

Era sábado por la mañana para cuando Jeongin se despertaba luego de haber dormido ocho horas de sueño profundo, sintiéndose más relajado en ese entonces ya que el día anterior había tenido un examen importante. 

Estaban a mitad de cuatrimestre, y era abril, por lo que el verano en Corea se acercaba.

Jeongin estaba feliz de que este llegase, dado que desde navidad, había planeado con sus padres un viaje a Australia, país al cual nunca había ido, y lo mejor de todo, era que sería sin la presencia de Minho.

Este, por otro lado, también ansiaba que las vacaciones llegaran, ya que les había mentido a su familia de que se quedaría estudiando, cuando en realidad, aprovecharía su último receso para poder ir con sus amigos a festivales alrededor de su provincia, donde lo único que habría allí serían fiestas y descontrol.

Jeongin estaba seguro de que Minho haría eso, pero no se los diría a su familia, ya que quería tener un poco de paz para sí mismo entre medio de la rutina molesta que llevaba.

Era obvio que ambos hermanos discutían a diario, o mejor dicho, se peleaban. Lo malo, era que sus padres habían comenzado a cansarse de ello.

Tanto, que para cuando estaban almorzando los cuatro juntos, la madre de Jeongin decidió hacer un anuncio.

"Chicos... Por favor presenten atención a lo que voy a decir." habló fuerte y claro, dando presencialidad a su voz. "Como vemos que sus peleas no cesan, su padre y yo hemos decidido algo."

"Qué? Nos castigarán hasta que aprendamos? Créeme que eso no funcionará con cierta persona..." El peli negro comentó sarcástico, obteniendo una patada por debajo de la mesa por parte de Minho, quién se sentaba frente a él. "Ay! No me pegues!" agregó devolviéndole el golpe, esta vez más fuerte, haciendo que Minho frunciera el ceño.

"Pedazo de idiota-" comenzó a decir el más grande, más su madre golpeó la mesa con sus manos, frustrada por la situación.

"SUFICIENTE!" interrumpió la futura pelea que estaba desencadenándose. "NINGUNO DE LOS DOS TENDRÁ VACACIONES ESTE VERANO! OYERON? AMBOS SE QUEDARÁN AQUÍ JUNTOS. Jeongin, tú no vendrás con nosotros, y Minho, tu..." sonrió perspicaz. "Te ocuparás de estudiar correctamente, sin irte a ningún otro lado de fiestas, oiste?" 

Ambos chicos bufaron en voz alta, pero su papá los calló sin que pudieran protestar lo suficiente. 

"Acaso no escucharon lo que su madre acaba de decir? Ahora vayan a sus cuartos. Nos tienen cansados a ambos." hizo un ademán con la mano, como si los estuviera espantando del lugar, generando que los dos se levantaran de sus asientos y fueran uno detrás del otro a las escaleras, subiendo estas eventualmente.

Una vez en el pasillo del primer piso, Jeongin se tomó de la nuca con ambas manos estresado, mirando con furia a Minho, quién sonreía divertido por lo ocurrido.

"Eres un estúpido!" le dijo en un susurro. "Por tu culpa me quedé sin vacaciones!"

"Hey. Tú empezaste, no?" comentó burlón en el mismo tono bajo, arqueando una ceja. "Pues este es tu karma."

"Ni pienses que te dejaré escapar de casa. Le diré cualquier cosa que hagas a papá y a mamá." el menor amenazó desafiante, pero Minho solo se encogió de hombros.

"No me importa, pues para cuando papá y mamá se vayan, no creo que tengan ganas de regresar por mi." habló victorioso, aunque eso provocó que Yang frunciera el ceño enojadísimo. 

"Realmente odio ser tu hermano!" empezó a caminar hacia su habitación, dándole la espalda.

"Pronto te acostumbrarás, innie~~" el castaño lo molestó, divertido por la situación, más Jeongin tan solo cerró la puerta tras él, no queriendo asimilar lo que iría a pasar.

Un mes entero a solas con mi hermano postizo. Realmente no sé si lo podré tolerar.

Pensó internamente, suspirando de mala gana mientras se lanzaba a su cama, queriendo poder revertir lo que había sucedido minutos atrás.

Sin embargo, el tiempo sería justamente lo que cambiaría su relación.


𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔, 𝐇𝐘𝐔𝐍𝐆 | 𝐦𝐢𝐧𝐣𝐞𝐨𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora