2. REGLAMENTO.

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Lo que parecía lejano, o por lo menos un poco lejos de ser, llegó en un abrir y cerrar de ojos:

el verano.

En ese momento era principios de Junio, y el calor no tenía piedad en la ciudad de Seúl. No obstante, las calles se encontraban repletas de adolescentes o turistas disfrutando de sus vacaciones, la mayoría alegres por poder dejar de estudiar aunque sea por un rato y sentir la diversión de encontrarse con sus amigos.

Sin embargo, eso era lo que menos sentía Jeongin, dado que se encontraba encerrado en el living de su casa frente a su aire acondicionado, esperando con paciencia que sus padres se acercaran a la puerta para poder marcharse en el taxi que los esperaba fuera.

Minho se encontraba en el mismo sillón, un asiento más alejado, usando su teléfono, riéndose como si nada pasara, hablando con sus amigos por chat.

"Me irritas." El menor pronunció sin siquiera dar argumento a lo que decía, y el mayor giró su rostro para poder posar su mirada en él.

Jeongin arqueó una ceja dudando, más segundos después, Minho le lanzó un erupto al rostro, terminando de enloquecer al más chico.

"ERES UN ASQUEROSO!-" empezó a decir, justo cuando sus padres llegaron a la entrada.

"Jeongin. Aún no entiendes el concepto de "no pelear?"" su mamá comentó de mala gana, y el castaño sonrió por haber salido victorioso con su cometido.

"Si Jeongin... No entiendes?" agregó dándole lata, generando que Yang se le acercara al asiento de al lado y lo abrazara por detrás, confundiéndolo un poco.

"Lo siento hermanito... Eres demasiado bueno conmigo y no me doy cuenta." dijo tomando de su ropa interior, tirando de esta hacia arriba, frustrando a Minho al instante.

"No... Tú eres el mejor." prosiguió este, imitando su accionar, haciéndolo más fuerte.

"Necesito que prometan que al menos no prenderán fuego la casa." su padre interrumpió su pelea oculta, haciendo que ambos lo miraran.

"Sabes que yo no lo haré." Jeongin comentó, más el sr. Yang arqueó una ceja mirando al otro.

"Minho..."

"Uf, y por qué yo sí lo haría? Después de todo, todos mis amigos estarán fuera de la ciudad." bufó cruzándose de brazos, luciendo verdaderamente honesto con lo que decía.

"Bueno... Su papá y yo nos iremos ahora. Volveremos en un mes. Espero que para ese entonces las cosas entre ustedes hayan mejorado." la Sra. Yang comentó, más ninguno de sus dos hijos se miraron entre sí. "Nos vemos." se despidió con la poca alegría que le quedaba, siendo seguida luego por su esposo, abandonando entonces el hogar.

Jeongin y Minho miraron la puerta por unos segundos más luego de cerrarse esta, pero el mayor terminó por levantarse y caminar con su celular hacia su cuarto. O eso intentó.

Yang lo siguió con velocidad y tomó de su brazo, frenando sus pasos, haciendo que lo mirara a los ojos.

"Qué?" Minho espetó sin más, arqueando una ceja.

"Ahora que quedamos solos, vamos a poner reglas, si?" el más chico sugirió, haciendo sonreír con diversión al otro, que prosiguió a soltarse de su agarre.

"Acaso crees que las reglas funcionarán conmigo sólo porque tú las dices?"

"Uno. No le diré nada a mamá y a papá sobre lo que hagas si tú no les dices nada de lo que yo hago." Jeongin empezó a hablar, ignorando el comentario que su hermanastro acababa de decir. "Dos. Si llegas a hacer una fiesta y rompes algo, tú te harás cargo por completo. Además de limpiar el desastre que dejes. Yo no te ayudaré en lo absoluto." agregó serio, pero Minho tan sólo negó con la cabeza, mirando hacia un costado. "Tres-"

"Si alguien invita a alguien a dormir, el otro no dirá nada." El castaño puso una regla, fijando su mirada en la del más chico. "Aunque no creo que tú si quieras hayas dormido con alguien... Así que supongo que la regla será para mi."

"E-eres un idiota..." De repente, Jeongin se sintió tímido y mal por lo que oía, dado que las palabras de Lee eran ciertas, y ambos casi tenían la misma edad. 

Claramente, ambos chicos eran totalmente opuestos, más Yang sabía que no podía si quiera intentar socializar o amigarse con Minho, ya que realmente no lo entendía a este. No entendía su personalidad en lo más mínimo.

"Quieres agregar alguna regla más o terminamos con estas?" 

"Tan solo una más..." El menor volvió a mirarlo, y Minho esperó sin emoción a que hablara. "Cuatro. Tan solo nos hablaremos para cuando realmente lo necesitemos. No hace falta intentar formar una hermandad que no existe." Jeongin fue realmente serio al respecto, pero el otro lo miró del mismo modo, como si no le sorprendiera lo que había dicho.

Sin embargo, eso era lo que Yang más quería. Intentar no caer en el juego manipulador y totalmente sucio de tener que ser su amigo.



𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔, 𝐇𝐘𝐔𝐍𝐆 | 𝐦𝐢𝐧𝐣𝐞𝐨𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora