13. YANG.

708 116 27
                                    

Para la buena suerte del menor, Minho se durmió a los pocos minutos de llorar, descansando pacíficamente el resto de la noche.

No obstante, al despertarse este al día siguiente, sintiéndose ya mucho mejor, notó que Jeongin se había quedado dormido sentado en el respaldo de su cama, en una posición incómoda, sin siquiera haberse cambiado.

Minho lo observó detenidamente. Lucía cansado, incluso durmiendo. Pensó en que quizás le habría dado trabajo a este, más rió al ver que estaba babeando un poco.

Acto seguido fue posar su mano en el mentón del otro, a fin de cerrar sus labios, no percatándose de lo que estaba haciendo. 

Lee tocó la boca del otro, sintiendo como esta se encontraba húmeda, y suspiró hondamente sin darse cuenta, al notar como el rostro del otro se acercaba a su mano, buscando cierta clase de reposo.

De todos modos, el mayor no se movió, sino que dejó que Yang descansara brevemente en ella. Inconscientemente, acarició con su pulgar su mejilla, sintiendo la suavidad de esta. Observó detalladamente lo bien cuidada que se encontraba y, a continuación, miró los párpados del menor, viendo como, de a poco, comenzaban a abrirse a la par.

Minho no supo que hacer o decir ante dicha situación, pero Jeongin pareció estar lo suficientemente dormido ya que, a los pocos segundos, volvió a cerrarlos, acurrucando ahora el resto de su cuerpo junto al del más grande, pareciendo estar cómodo en aquel momento.

Lee suspiró hondo, mordiendo su labio inferior a continuación, sintiéndose en parte aliviado por la situación, más un poco tenso por el otro. 

No se movió por un buen rato, más al quedarse de esa manera, sus ojos no pudieron evitar ser puestos en el más chico, admirando casualmente lo profundo y calmo que ahora se encontraba.

Minho sonrió inconscientemente al notar lo pequeño que Yang parecía en aquel momento, más hubo algo que lo hizo querer salir de esa posición en ese entonces.

De repente, sintió una necesidad de abrazar al más chico. Una necesidad de estar todavía más cerca de él.

[...]

Al hacerse el mediodía, Jeongin se despertó, percatándose de que estaba recostado, y sintiendo olor a comida provenir de la cocina. Seguidamente, se levantó de la cama de su heramanstro y bajó hasta la cocina, para ver que había comida recién hecha, más dándose cuenta que Minho no se encontraba en la casa.

Este le había dejado una nota cerca de ella, la cual decía:

gracias por cuidarme. disfruta esta comida que claramente no preparé. - minho

Jeongin rió suavemente al darse cuenta que era comida comprada, pero que parecía haber sido colocada en la mesa hacía poco, dado que todavía estaba caliente. Sin embargo, no pudo evitar sentir un poco de desilusión al ver que el mayor se había ido del lugar.

De todos modos, decidió disfrutar aquel almuerzo, y luego de este, dormir un poco más.

[...]

Por la tarde, Lee terminó su caminata o lo que sea que había estado haciendo durante la mayor parte del día, más se encontró con pocas ganas de regresar a su casa.

Sabía que Jeongin lo había estado llamando ciertas veces, y que le había enviado mensajes preguntándole dónde estaba, pero el mayor sentía que no podía verlo. No al menos todavía.

Desde la mañana, sentía que había pasado algo raro con él. Aún no sabía bien de qué se trataba, pero estaba seguro de que, si veía a su hermanastro, podría llegar a hacer algo raro como abrazarlo, lo cual era justamente lo que había querido hacer anteriormente.

Minho no era alguien muy afectivo, y mucho menos alguien demostrativo con sus sentimientos. Por lo que, 1) no quería mostrarse de esa manera con Jeongin, quién era alguien con quién peleba todo el tiempo, 2) no quería abrazarlo y que las cosas quedasen raros entre ambos.

Si bien pensaba que ahora su relación estaba bien, Minho era consciente de que no quería ser amigo de Jeongin ni nada por el estilo. Ambos eran demasiados diferentes como para sólo intentarlo.

De todos modos, mientras terminaba su cigarrillo y caminaba por una de las cuadras cerca de su casa, vió como el menor se le acercaba de frente, siendo imposible poder evitarlo. 

Lee se quedó quieto en donde estaba. Y, al acercársele Yang a él, este procedió a quitarle el cigarrillo de su boca y tirarlo al suelo. Segundos después, negó con la cabeza, frunciendo un poco el ceño.

"Me vas a volver loco si sigues comportándote así." Jeongin comentó, sonando molesto al respecto, mostrando decepción en su rostro.

Sólo que Minho no pensó en lo que hacía y se acercó repentinamente para poder abrazarlo fuertemente con ambos brazos.

"Perdón." dijo en voz baja, sorprendiéndolo por completo. "Perdón, Jeongin." agregó, haciendo que el más chico se quedase sin saber que decir o hacer. 

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔, 𝐇𝐘𝐔𝐍𝐆 | 𝐦𝐢𝐧𝐣𝐞𝐨𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora