25. INTENTO.

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El menor tomó distancia del otro a los pocos segundos, caminando luego hacia la cocina, siendo seguido por el mismo, divertidamente.

- Qué haces aquí? No era que venías en dos días? - preguntó un tanto confundido ante su presencia.

- Hubo un cambio de planes. Resulta que todos querían drogarse nada más. - Minho respondió, como si estuviese excluido de aquella actividad.

- Hablas como si fuera raro para ti hacerlo. - Lee sonrió irónico. - Debe haber otra razón por la que no fuiste.

- Bueno, en parte es cierto. - Respondió, acercándose a Jeongin, volviendolo a poner incómodo por ello.

- Entonces por qué no fuiste?-

- Jeongin. - Minho lo interrumpió, haciendo que la distancia que había entre ambos fuese aún más corta. El menor lo miró atento. - No iba a dejar que le digas a nuestros padres sobre ello. No soy bobo.

Yang suspiró, pensando en que, de todas maneras, no planeaba exponer a Minho con las drogas. Sin embargo, era obvio que si le preocupaba el hecho de que todavía las consumiese con frecuencia.

- Deberías dejar de hacerlo. - opinó, poniéndose serio. - No es un juego la vida. - corrió brevemente su rostro, al notar que Lee inclinaba su cuerpo todavía más a él. - Hablo en serio, Minho.

- Qué tiene si lo sigo haciendo? - preguntó incrédulo, comenzando a molestarle a Yang dicha actitud.

- Qué tiene? Pues, podrías enfermarte o incluso morirte. - El otro respondió ofuscado. No obstante, Minho mantuvo su misma expresión en el rostro.

- A quién le importaría si algo así pasa?

- Dios, a mi!

Jeongin lo interrumpió, sumamente enojado, haciendo que el otro se sorprendiera ante lo dicho.

De todas maneras, Yang lo empujó con ambas manos, para luego poder ir a su habitación y encerrarse posteriormente en ella.

Odiaba que Lee fuera tan egoísta con su vida. O mejor dicho, que Yang pareciese ser el único en haberlo comenzado a apreciar.

[...]

Por la mañana siguiente, Jeongin decidió levantarse temprano y desayunar solo. Seguidamente, ordenó un poco la casa, dado que faltaba relativamente poco para que sus padres volvieran a ella, y optó por salir a caminar un rato.

Mientras lo hacía, recibió un mensaje de Hyunjin, preguntándole si quería juntarse con él esa misma noche, a lo que respondió que si.

Últimamente, el menor sentía mucho estrés y peso por estar solo con Minho, así que, como se lo había propuesto días antes, su plan era intentar distraerse de él.

Pasó el día con sus amigos, haciendo cosas triviales, perdiendo el tiempo con ellos en vez de en su casa.

Claro que primero, les dió un buen golpe a cada uno por haber usado su foto en una aplicación de citas.

- Pero funcionó, verdad? - Felix comentó feliz, independientemente de tener el brazo rosado. - Por lo que vi, Hyunjin parece ser muy lindo!

- Es como un príncipe. Yo lo conocí en persona. - Jisung opinó, volviendo a asombrarse al recordar el rostro del desconocido.

- Es lindo, sí, pero no tenían derecho a hacer eso sin antes consultarme. - Yang habló, todavía estando ofendido.

Sólo que esta vez, Felix hizo una mueca, realmente sintiéndose mal por su accionar.

- Lo sentimos, Innie. - habló, sincero. - Es que... Te veíamos tenso y, como lo de Hyuyeong no había funcionado, pensamos que quizás...

Dejó de hablar, queriendo dar a entender lo que pensaban.

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔, 𝐇𝐘𝐔𝐍𝐆 | 𝐦𝐢𝐧𝐣𝐞𝐨𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora