Perdido En Tu Orgullo

Dignidad perdida

Había pasado una semana, la cuál estaba trascurriendo bastante mal, habían peleado todos los días, Louis terminaba llorando en el baño para que Harry no notara el impacto que sus acciones tenían en él.

Cuando estaba terminando la semana Harry debía ir a una cita de negocios, así que habló con Louis para que lo acompañara.

-Louis, arréglate tenemos que ir a una cita de negocios, hay un traje en tu habitación.

Porque si, Louis ya tenía una habitación para cuando debía quedarse.

Louis se arregló y se fueron. Como siempre, ambos se veían perfectos, pulcros y atractivos.

Llegaron a las oficinas de los socios de Harry y como era costumbre Louis llamó la atención de la mayoría de los socios por sus facciones y complexión tan delicada, pero hubo cierto chico, dueño de la empresa asociada que particularmente llamó la atención de Louis, era joven, alto, parecía un chico sencillo, traía un pantalón de vestir y una camisa desabotonada de arriba, apesar de no ser una persona tan formal como Harry, tenía impacto y un porte que era casi imposible no voltear a verlo, tenía una tez apiñonada y unos ojos preciosos que atraparon a Louis, quien no podía apartar la vista de ellos.

 Al parecer Harry se dio cuenta de ello, porque miraba con ceño fruncido a Louis, quien a su vez, observaba a Danial, su socio.

-¿Podrías comportarte por una vez y dejar de desvestir a Daniaal con la mirada? Estás siendo demasiado obvio, Louis -dijo en un susurro pero con un tono de molestia total.

-¿Daniaal?, se ve joven, ¿Cuántos años tiene? -susurró en respuesta sin quitarle la mirada a Daniaal.

-¿Y a tí qué mierda te importa?, no te hagas ilusiones niño, ni siquiera volteará a verte.

Cuando finalizó la junta salieron, pero cuando estaban cruzando uno de los pasillos escucharon una voz 

-Styles, disculpa ...

-Daniaal, ¿qué necesitas? -dijo amablemente Harry.

-Yo, yo ... En realidad yo quería hablar con el chico que te acompaña pero no sé aún como se llama, o si te molestaría.

Louis sonrió.

Harry soltó una carcajada.

-¿Por qué me molestaría que le hablaras a mi asistente? Solo es un empleado.

-Louis ... Yo, me llamo Louis -interrumpió rápidamente Louis.

Daniaal sonrió.

-Qué gusto me da al fin saber tu nombre Louis, soy Daniaal, la verdad te ví desde que entraste por esa puerta, pero no quería ser tan obvio -Se llevó una mano detrás de la cabeza, evidenciando su nerviosismo -¿podría invitarte a comer algún día?.

-Él no puede comer contigo Daniaal, Louis trabaja durante la tarde -respondió burlón Harry.

-Así es Daniaal, trabajo en las tardes, pero podríamos ir a desayunar.

A Harry se le borró la sonrisa.

-Bien Louis, me agrada, te dejo mi número para que podamos ponernos de acuerdo, ¿Te parece? -dijo Daniaal con una sonrisa mientras le daba una tarjeta con su número.

Durante el camino Louis no se despegó del celular, tenía una sonrisa enorme, rara vez Harry había visto así a Louis, con arrugas a los lados de los ojos, se veía tan bonito, pero sabía que esa sonrisa no la estaba causando él.

-Mucha risita ¿no?, ¿qué? ¿La labia de Daniaal es suficiente para tenerte así? -dijo Harry burlón.

Louis rodó los ojos.