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Muchos pensarían que en el mundo las personas se dividen entre buenas y malas, quizás en parte esto sea cierto, sin embargo, el concepto de malvado es diferente en cada uno de los lados.

En un mundo muy prejuicioso existían tres tipos de seres: normales, fusiones y exes.

Los seres normales consistían en personas o animales sin habilidad alguna, algunos de ellos nacían con magia en su interior, pero eran incapaces de usarla sin antes encontrar su propósito de vida, que generalmente era el amor.

Las fusiones eran fruto del amor puro entre dos seres, cualesquiera que fuera su especie, nacían siendo ya de una edad promedio, tenían poderes de acuerdo a las fortalezas de sus creadores y la mayoría de las veces eran humildes y buscaban formar la paz, sus creadores decidían si eran temporales o les otorgarían una vida propia.

Y los exes... Se les consideraba seres crueles, incapaces de sentir o mostrar afecto, nacían como una criatura normal, cuando experimentaban alguna adversidad su subconsciente les daba la opción de ser un exe o unirse a los normales, aunque los que eligieran la segunda opción no tendrían una buena calidad de vida, pues esto no quitaba que tuvieran la sangre de su especie en las venas, marcas que los distinguian y que pudieran dar a luz exes, por lo que según sus prejuicios los apartaban de la sociedad o llegaban a matarlos.

Claro que como todas las especies había algo que los identificaba, las fusiones se distinguian por una marca de nacimiento, misma que aparecía en cualquier parte del cuerpo, los humanos por ser comunes y los exes por tener vendas, después de nacer una luz los rodeaba y los ataba con aquellas prendas, más comúnmente por los brazos, otros podrían ser las piernas o incluso en otras partes.

La cantidad de vendas que tuvieran les podía indicar cuanto poder tendrían, lo más común eran una o dos, su poder no se limitaba a ese número, si se entrenaba arduamente sus poderes aumentaban, aunque no sus vendas y si deseaban quitárselas solo podía ser por un breve tiempo, o de lo contrario les sangraba la zona descubierta hasta morir, cosa que se solía usar como tortura a los presos.

Así estaba dividido el mundo, los "ángeles" de la tierra eran fusiones, mantenían la paz y cuidaban de las personas, mientras que los "demonios" eran exes, a los cuales se desterró a otra dimensión, con el tiempo la gente se olvidaba de su existencia.

Claro que esto no impedía una alegre vida en su dimensión, esta era muy sombría, eso no les importaba, con esfuerzo lograron darle más vida al lugar, se llevó a cabo torneos y votaciones para elegir un rey, el ganador era un joven fuerte y humilde, tenía un hijo llamado Trollino.exe, este era un niño, pero esperaban mucho de él.

En otra parte del lugar había una "familia" algo rota, una pobre cachorrita había sido abusada a una corta edad, quedando embarazada de alguien que ni siquiera conocía.

A su hijo le llamó Mikecrack.exe y esperaba creciera fuera de ese mundo, aunque eso implicara sacarlo por uno de los portales prohibidos.

La can se escabulló dentro del palacio real y buscó un espejo, pues ella poseía una gema capaz de activarlo.

El rey era el único que tenía espejos, ya que a estos se les consideraba puertas al otro mundo.

Después de hallar el espejo la joven se llenó de una alegría inmensa, pero al acercarse un guardia se percató de su presencia y la asesinó.

Después de hallar el espejo la joven se llenó de una alegría inmensa, pero al acercarse un guardia se percató de su presencia y la asesinó

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Amores desunidos (Mikeno) [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora