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En una celda bajo tierra se hallaba un cachorro pelinaranja llorando amargamente, no podía evitar pensar que su amigo no vendría por él, a pesar de querer confiar plenamente en él, había algo que le decía que no lo merecía y terminaría aburriendose del exe tarde o temprano.

- Él te prometió volver- se decía a sí mismo.

Controló su respiración y se limpió las lágrimas, tenía la cara empapada y la respiración agitada, un guardia pasaba por ahí de vez en cuando para vigilar que no hiciera nada.

Mientras pasaba por ahí se escuchó una alarma sonar fuertemente, esto hizo que el encargado de vigilarlo se fuera y dejara confundido al de ojos rojos, trató de aprovechar para escapar, lamentablemente su magia no volvía y la cárcel era mágica.

Meditó un poco en su problema, la chica había logrado neutralizar sus poderes con ayuda del báculo que tenía, después de pensar un rato recordó que necesitaba una joya llamada la gema exe, quizás era la esfera que sostenía el bastón.

Le llegó una idea, si lograba salir le robaría su arma a la fusión, si hubiera sabido que aquel artefacto no tenía habilidad alguna se habría ahorrado muchas molestias.

Escuchó unos pasos acercarse, se limitó a pegarse a la pared, por alguna razón tenía miedo de que se aprovecharan de su situación, estaba indefenso sin sus habilidades.

El lugar era oscuro y frío, eso solo lo aterraba más, vio una silueta enfrente de él abriendo la puerta, cerró los ojos esperando lo peor.

- ...- sintió una mano en su hombro- Mike.exe ¿Estás bien?- escuchó esa voz inconfundible.

- ¿M-Mikellino?- abrió los ojos contemplando una sonrisa en el rostro del contrario, a pesar de la oscuridad podía ver a la perfección sus facciones.

- Lo siento si tardé, pero ya estoy aq...

- ...- lo había abrazado- me asustaste- se quejó.

- Creo que tendré que acostumbrarme a que me abraces tan derrepente- correspondió.

- Creo que tendré que acostumbrarme a que me abraces tan derrepente- correspondió

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- Perdón- se disculpó riendo y luego se separó.

- No importa, lo mejor será que nos vayamos de aquí ahora.

- Ustedes no irán a ningún lado- habló alguien cerrando la celda.

- ¿¡Qué!? ¡Le ordeno que nos saque de aquí!- le gritó el príncipe.

- Yo no sigo tus órdenes, principito, además, creo que serás relevado de tu puesto por traidor ¿Tú qué opinas?- se burló la persona.

- Más te vale soltarnos, o si no...- decía el exe.

- ¿O si no qué? A mí debes tenerme respeto, pequeño, seguro que tendré derecho a una noche contigo luego de mi logro- el adulto miraba al pelimoztaza lujuriosamente.

Amores desunidos (Mikeno) [COMPLETADA]Where stories live. Discover now