31

262 29 5
                                    

Mikellino miraba a Trollino.exe confundido, alguna vez había visto retratos suyos en el castillo, pero el exe jamás le dijo quién era.

- ¿T-Trolli?- tartamudeó.

- Un momento- el de capa verde reaccionó- ¿Tú eres el famosísimo Trollino.exe?

- ¿Famoso?- dudaba el chico mientras se ponía una corona opaca que le llevaron.

- Si, no te imaginas cuanto habla Mike.exe de ti, sinceramente te envidio, por lo que oí eres fuerte, apuesto y de buen corazón, y ahora que te tengo enfrente puedo decir que es verdad- lo alagó.

- ¿Gracias? Pero no debo distraerme, tengo asuntos pendientes con mi "mascotita", será mejor que te alejes- hizo lo que le pidió y volvió a centrar su atención al cachorro que antes llamaba amigo, se veía avergonzado.

- ¿C-cómo es que sigues vivo?- habló tembloroso.

- Cuando caí del barranco unos árboles amortiguaron mi caída, acabé con una costilla agrietada, un tobillo dislocado y el brazo roto, esperé por unas horas a que fueras a buscarme, pero lo que no esperé fue que un grupo de exes aterrados me encontraran, tú nunca fuiste a buscarme.

- Y-yo no sabía que seguías viv...

- ¡Cállate! ¡No tienes ningún derecho a hablar! Los exes que me ayudaron me contaron todo, estaban heridos y prefirieron ayudarme que dejarme morir, tuvieron que olvidar sus diferencias para sobrevivir, quise volver, pero me dijeron que ya no eras el mismo, solo un asesino descorazonado.

- P-perdón- sollozó- me do-dolió que te fueras, no podía controlarme.

- Solo te pedí que cuidaras del reino por mí, estoy descepcionado.

- Pu-puedo cambiar, podemos volver a ser una familia- sonreía aguantando las lágrimas mientras Mikellino miraba de lejos- dame otra oportunidad.

Caminó hacia él tratando de sentir su contacto, al estar cerca sintió un ardor en su mejilla, le había tirado una cachetada que lo hizo caer al piso, la verdad era que no le importaba el dolor, le dolía más la forma en que lo miraba.

Caminó hacia él tratando de sentir su contacto, al estar cerca sintió un ardor en su mejilla, le había tirado una cachetada que lo hizo caer al piso, la verdad era que no le importaba el dolor, le dolía más la forma en que lo miraba

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- Aléjate de mí, no quiero verte en mi vida ¡Te odio! ¡No mereces mi perdón!- le gritó haciendolo llorar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- Aléjate de mí, no quiero verte en mi vida ¡Te odio! ¡No mereces mi perdón!- le gritó haciendolo llorar.

- ... Pero...

- ¡Pero nada! ¡Lárgate de este pueblo y nunca regreses! ¡Tienes suerte de que no te asesine por tus crimenes!

- ...- se limpió las mejillas y se levantó inexpresivo, no mostraría debilidad frente a su dueño- Lo entiendo- de dio la vuelta caminó hacia el bosque mientras la gente se apartaba.

- ¡Mike.exe!- lo llamó Mikellino siendo ignorado por él- Agh, esto es tu culpa- encaró a Trollino.exe.

- ¿Mía? Él se lo buscó, después de lo que hizo se cree digno de volverse a aparecer.

- ¡Exacto! Después de lo que hizo, después de arriesgarse a salir de su dimensión, de estar solo durante meses, de no dormir durante noches, de llorar hasta quedarse sin lágrimas.

- ¿Y eso qué?

- Te diré cuál es el problema ¡Lo amo! Y he sido rechazado un sin fin de veces porque prefiere a un principito que no lo aprecia, tú no estuviste con él ¡Yo sí! No es justo, lo ví despertar asustado, poner su vida en peligro, ser acuchillado en el estómago y quedar inconsciente, hablar de ti mientras suspiraba enamorado, temblar por el miedo a perderte, arriesgarse más de una vez a ser violado, cambiar para bien con tal de no descepcionarte, robar unas joyas insignificantes con tal de verte, y miles de cosas solo por ti ¡Por ti! Retiro mis palabras, no le llegas ni a los talones a la persona que imaginé que serías.

- Yo también he cambiado, tuve que aceptar la realidad.

- ¿La realidad? La realidad es que nadie lo apoyo en todo este tiempo, ni siquiera su familia, se supone que tú lo querías, si alguna vez dijiste amarlo mínimo deberías perdonarlo.

- Yo no me junto con asesinos.

- Ni yo con hipócritas, ingenuos y ciegos, lo han tratado tan mal que cuando ve su reflejo solo ve un mounstro, siempre se describe como una criatura desagradable, cuando esa descripción debería pertenecerte.

- Más te vale retractarte.

- ¿Retractarme? ¡Jamás! Y te advierto que si lo dejas ir no volverán a verse igual, tarde o temprano volverás a caer a sus pies, la diferencia es que él ya no.

- Entonces te deseo suerte enamorandolo, él siempre vuelve como el mugriento perro que es, y créeme que no tiene nada bueno como para enamorarme, es solo un inútil.

- Entiendo que estés molesto, solo quiero que sepas que te estás perdiendo de la compañía de un ser como ninguno, él es simplemente magnífico y si no lo sabes apreciar es tu culpa.

Se fue en la misma dirección que el menor dejando al mayor con las palabras en la boca, luego de alcanzarlo le dio un abrazo, el otro correspondió hasta ser interrumpidos por alguien.

- Mikel- era Macky.exe- lamento si no te defendí, a diferencia de los demás yo si te perdono, no puedo acompañarte, ya que tengo que cuidar a mi papá, pero no podía dejarte ir sintiéndote solo.

- ... Te lo agradezco, mereces algo mejor que yo como amigo- decía decaído.

- No digas eso, siempre te apoyaré, aunque creo que ya tienes a alguien- miró pervertida a la pareja- me alegra que te consiguieras un novio tan bondadoso y apuesto.

- No es mi novio- trató de hacer un puchero, no se sentía de ánimos para bromear.

- No te fuerces a sonreír- le dijo el de corona- yo me encargaré de ayudarte a olvidar todo esto.

- Bueno, los dejo no-novios- se fue la can.

Mike.exe logró regresarlos al castillo luego de eso, al llegar se encerró en su habitación a llorar, y a pesar de que el más alto quisiera ayudarle no lo dejaba pasar.

Mikellino trataba de pensar en algo para animarlo, se esforzaria por hacerlo feliz en la mañana, por primera vez en mucho tiempo durmieron separados, al de vendas ya no le importaba que usaran el cuarto de su dueño.

El de corona planeó todo para sus intentos, le daría de desayunar, lo consolaria y haría todo lo que el menor quisiera, ya no le importaba conseguir su amor, lo único que quería era volver a ver su sonrisa.

Amores desunidos (Mikeno) [COMPLETADA]Where stories live. Discover now