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El sol se asomaba en el reino y dos reyes se despertaban desanimados, ya habían pasado muchos días desde que su hijo se había ido.

Desayunaron sin decir nada, el pelinegro no había hablado con su esposo la noche anterior y no debía seguir evitando el tema.

- Mike, debo hablar contigo- rompió el silencio el de corona.

- ¿Qué sucede?

- Yo quiero que me digas como te sientes, voy a ser honesto, no soy muy bueno para consolar, pero soy tu esposo y me preocupo por ti, esto es muy difícil y no puedo ni imaginar cómo es para ti, aún así estoy dispuesto a hacer lo que sea por tu bienestar.

- ... Gracias Trolli- las lágrimas resbalaron por sus mejillas y el mayor fue a consolarlo- esas palabras son más que suficiente para mí.

Hablaron un rato de lo que sentían, o al menos hasta que fueron interrumpidos por el mensajero, el cual les dio una carta del gobernante de la tierra alada, en ella les informaba del robo de la gema Hemels, Douxalas, quien de casualidad pasaba por ahí la leyó, pero por la forma en que describían al ladrón y la forma de robar supo de inmediato que no había sido culpa de Mikellino.

Pensaron en ir a revisar para distraerse de lo que ocurría, se alistaron y al momento de salir en dirección a su destino, otro mensajero los detuvo para darles una carta, esta igualmente venía de la tierra alada y era enviada por Rius, madre de uno de los amigos de Mikellino.

- ¿Es raro, no? Nos enviaron otra tan pronto, me da flojera leerla- se quejó el can.

- Yo la leo- Trollino la tomó, y poco después de comenzar a leerla cambió su rostro a uno sorprendido- Tenemos que irnos rápido ¡Douxalas!- la llamó.

- Mande- apareció de un arbusto.

- ¡Ah!- se asustó- acompáñanos, les cuento los detalles de camino.

Ni siquiera pudieron tomar sus cosas pues el azabache los arrastró a un globo aerostático y subieron tan rápido como un rayo.

- Pudiste ser más amable- habló Mike una vez arriba.

- ¿Qué decía la carta?- ignoraron al cachorro.

- Por alguna extraña razón Rius agradeció por nuestra "rápida respuesta al enviar a Mikellino", al parecer estuvo allá en la mañana.

- ¿¡Qué!?- el menor estaba incrédulo- Debemos ir ahora mismo, hay que salvarlo.

- Eso estamos haciendo- dijo la única mujer presente- aunque sinceramente creo que ya se fueron, no tiene caso ir.

- Aún así me gustaría pedir información de él en el castillo y tal vez aparezca en alguna grabación de las cámaras de seguridad, además, tú debes investigar- explicó el mayor.

- Bueno, bueno, pero no te enojes, yo solo quería un día de descanso- decía la chica fingiendo tristeza.

- Lo tendrás cuando encuentres a nuestro hijo, hasta entonces debes trabajar, que para eso te pagamos- reclamó el perro.

- Ni siquiera me pagan- exclamó Douxalas.

- Ya recibirás una recompensa si haces bien tu trabajo- interrumpió el de corona.

- Yo hago bien mi trabajo, mandé a mis mejores guerreros a vigilar la gema del reino Amix.

Mientras tanto en otro lugar estaban un par de guardias jugando cartas.

- Te gané, ahora págame- pidió el primero.

- ¿No deberíamos estar trabajando?- dudó uno de ellos.

- Nadie se dará cuenta- lo convenció el otro.

Volviendo con los reyes y la fusión, habían llegado a la tierra alada, la joven era hechicera, por lo que uso un poco de magia con su báculo para que pudieran andar en las nubes, aquel bastón le permitía concentrar su poder, realmente no poseía ninguna habilidad.

Al estar ahí le dieron la noticia a Rius de que ellos no mandaron a su hijo y que el mismo estaba desaparecido, este se sintió culpable, pues había podido detener al príncipe.

Pidieron autorización para checar las cámaras de vigilancia, solo habían conseguido una imagen del ladrón y otra de Mikellino, tal como decían los testigos el cachorro estaba en perfectas condiciones.

Pidieron autorización para checar las cámaras de vigilancia, solo habían conseguido una imagen del ladrón y otra de Mikellino, tal como decían los testigos el cachorro estaba en perfectas condiciones

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La mitad lobo interrogó a algunos pueblerinos, entre ellos al borracho de antes, solo que este no recordaba nada.

El resto del día transcurrió normal, Douxalas se decidió por esperar a los dos cachorros con una emboscada en el reino Amix.

Al llegar a dicho lugar reprendió a los guardias por su irresponsabilidad, claro que no sin antes jugar un rato con ellos, apostar algo de dinero y acabar pobre.

Su plan era sencillo, unas cuantas personas protegerian la gema para aparentar una escena normal, luego se encargaría de poner un hechizo alrededor de la joya para dejar aturdido al exe y tener la oportunidad de encerrarlo en una barrera para impedir que se teletransportara.

Mientras que eso pasaba unos guardias que tenía seleccionados se encargarían de proteger con su vida al de pelaje amarillo.

Todo saldría bien, su plan era perfecto, las personas que lo ejecutaría estaban bien preparadas y se encargaría de que ninguno de los jóvenes sufriera daño alguno, recuperarían las gemas que el menor robó y lo desterrarian, y al príncipe lo regresarían con sus padres.

Solo habían pocas cosas que la intrigaban y a la vez preocupaban, los testimonios de los testigos decían ver a Mikellino en perfectas condiciones y ayudando al exe voluntariamente, además de que quería saber la razón por la que robaban las gemas.

Por otra parte, temía que algo saliera mal, que no perdonaran al pelimoztaza o que estuviera arruinando una amistad, ella siempre fue fanática de las relaciones así, relaciones en las que los comentarios ajenos no los detenían a seguirse queriendo, y si en realidad era el tipo de relación en el que estaba metido en el perro con cabello oscuro, no dudaría en ayudarlo.

Por ahora tenía un nuevo objetivo, conseguir respuestas, sabía que las leyes eran injustas y la gente también, era una buena ciudadana y una fusión muy conocida y admirada, romper un par de reglas no arruinarían su reputación, y si lo hacía debía estar segura de que valiera la pena.

Era natural en ella ayudar, sin importar el precio, y sentía un gran interés en el enigma en el que estaba metida.

Una vez llegó a escuchar, la curiosidad mató al gato, pero la satisfacción lo revivió.

Amores desunidos (Mikeno) [COMPLETADA]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ